17/06/2025 20:07
17/06/2025 20:05
17/06/2025 20:05
17/06/2025 20:04
17/06/2025 20:02
17/06/2025 20:01
17/06/2025 20:00
17/06/2025 19:59
17/06/2025 19:59
17/06/2025 19:58
» Diario Cordoba
Fecha: 17/06/2025 14:11
En Moncloa se dicen “tranquilos” cinco días después de estallar el ‘caso Cerdán’ al defender que la corrupción “no es sistémica” ni forma parte de la cultura socialista, pero han pasado de poner la mano en el fuego por el secretario de Organización del PSOE a no descartar más implicados. La premisa que ponen sobre la mesa los socios parlamentarios para comenzar a tratar con el Gobierno de coalición una salida a esta crisis. “Si van a aparecer más nombres, no lo sé”, ha reconocido la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, preguntada en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros por si pueden garantizar que esta trama no afectará más socialistas. A la espera de que avancen las investigaciones, declaren los implicados en el Supremo o se destapen más grabaciones realizadas por el asesor Koldo García, en el Ejecutivo aseguran que “nunca podemos estar seguros del todo”. Para alejar cualquier responsabilidad, incluso ‘in vigilando’, en el Ejecutivo se dicen engañados y subrayan que no conocían el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha generado un terremoto sobre el que todavía podría haber mayores réplicas. “Conocimos el informe cuando se abrió el secreto de sumario, no sabíamos si otros lo conocieron antes, pero el Gobierno no”, ha intentado zanjar Alegría. En este contexto de incertidumbre, y después de que Pedro Sánchez pasase al ataque este lunes retando al PP a presentar una moción de censura, en el Ejecutivo se limitan a contraponer su modo de actuar frente al de la oposición. “Frente a cualquier indicio sólido que afecte a cualquier persona, se actuará siempre con la misma contundencia”, ha añadido Alegría tras mostrar su “absoluta indignación” y referirse al “triángulo tóxico” de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. Los ataques de Montero Horas más tarde, durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, una cámara absolutamente controlada por el PP gracias a su mayoría absoluta en el hemiciclo, María Jesús Montero ha seguido la misma táctica que Alegría. Buscar el contraste con el PP y no descartar, a diferencia de lo que habían hecho los socialistas hasta la dimisión de Cerdán, que el escándalo escale de la mano de nuevas revelaciones y audios comprometedores. La portavoz de los populares, Alicia García Rodríguez, ha comparado al Gobierno con el ‘Titanic’. “¿Pone la mano en el fuego por Sánchez y la financiación en su partido?”, le ha preguntado a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. Montero ha evitado contestar. En su lugar, ha recordado el largo historial de corrupción del PP (Gürtel, Kitchen, Púnica, entre muchos otros casos) y el hecho de que la sede de los conservadores se encuentra en un “edificio pagado con dinero negro”. “Me siento igual que todos los militantes de mi partido. Somos personas honestas que nos dejamos la piel por intentar que avance el proyecto progresista. Cuando el PP tiene un caso de corrupción, no se siente traicionado. Ante la corrupción, ustedes persiguen o cesan a los que la denuncian”, ha insistido Montero, en referencia al dimitido Pablo Casado, antecesor de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP. La respuesta ante el informe “Ninguna organización está exenta o libre de poder tener algún caso de corrupción, la diferencia es cómo se actúa”, ha explicado Alegría para poner en valor que dos horas después de tener conocimiento del informe de la UCO se le pidió el acta a Cerdán y que dejase todos sus cargos orgánicos. Sánchez ya se defendió este lunes desde Ferraz tratando de invertir el espejo de la corrupción hacia el PP. Tanto es así que pidió a Génova “que se autoexijan lo mismo que nos exigen” y retando a presentar una moción de censura cuanto antes “porque después del verano igual empiezan a sucederse las muchas causas que tiene pendiente el PP”. Entonces, avanzó, “se verá quienes son los delincuentes de verdad”. “Que no conociéramos el informe de la UCO antes de su publicación, como quedó públicamente acreditado, habla de la salud democrática de nuestro país. Y demuestra que, en la España que estamos ayudando a construir desde el gobierno, el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada”, sostiene Sánchez en la misma donde también intenta levantar el ánimo en el deprimido PSOE tras esta crisis. Una exposición tras la que concluye: “Lo que sí es censurable es que se haya puesto el contenido de ese informe al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo”. Pese a no descartar que la trama Koldo pueda extender a otros cargos socialistas, en el Gobierno advierten contra una barra libre para apuntar sin indicios a "personas honestas". "Cuando haya indicios se actuará con contundencia, pero no se puede crear la sombra de duda y aceptar que todo el mundo es igual", remachaba la portavoz del Gobierno. Son precisamente estas dudas las que mantienen a los socios del Gobierno, incluido Sumar, a la expectativa antes de abordar con Pedro Sánchez los próximos pasos a dar. Su prioridad ahora es despejar sospechas de hasta dónde podría extenderse la trama y que Pedro Sánchez ofrezca explicaciones en el Congreso. Lo hará el próximo 9 de julio, una fecha que la mayoría de los grupos parlamentarios ha criticado por tardía. "Comprensible malestar" de los socios En el Ejecutivo sostienen que la agenda internacional del presidente del Gobierno no ofrecía margen para adelantar sus explicaciones a la Cámara, con citas como la cumbre de la OTAN, el Consejo Europeo y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU que acogerá Sevilla. La respuesta del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, fue elocuente a través de las redes sociales: "Nos dicen que el Presidente no puede comparecer ya en el Congreso porque 'tiene que cumplir con su agenda internacional'. Deberían entender que para seguir cumpliendo con esa agenda internacional debe seguir siendo Presidente". El tono de los socios se ha ido elevando durante las últimas horas. Los 'Comuns', que forman parte de Sumar y tienen una cartera en el Gobierno, la ocupada por el ministro de Cultura Ernest Urtasun, incluso han amenazado con abandonar el Gobierno si la investigación de la UCO llega a implicar al presidente del Gobierno. Fuentes de Moncloa aseguran que entienden su "comprensible malestar", pero descartando una pérdida de confianza o que hayan pedido el apoyo de la mayoría de investidura.
Ver noticia original