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» Nova Entre Rios
Fecha: 17/06/2025 12:54
La NASA alertó sobre una grieta invisible en el campo magnético que podría poner en jaque al futuro espacial La NASA confirmó una Anomalía presentada en la zona del Atlántico Sur y como si fuera poco, crece y amenaza con alterar todo lo que actualmente se conoce sobre el campo magnético de nuestro planeta. Qué anomalía descubrió la NASA. Esta se trató de una anomalía geofísica, cada vez más presente en el hemisferio sur, este problema está afectando la tecnología espacial y pone en duda la comprensión científica del campo magnético terrestre. Dicho problema es Conocido como anomalía del Atlántico Sur, su evolución impredecible está obligando a replantear modelos, estrategias y futuros diseños satelitales que puedan proveer cambios a mediano y largo plazo. Conocida bajo el nombre SAA (en inglés) se encuentra sobre una región de Sudamérica y el Atlántico, donde el campo magnético terrestre se debilita profundamente, este particular fenómeno permite que partículas solares altamente cargadas de energía se acerquen más de lo normal a la superficie terrestre, aumentando así el riesgo para los satélites y misiones espaciales futuras. Cuál es la causa que descubrió la NASA. La causa de este fenómeno se atribuye a procesos complejos en el núcleo terrestre. Específicamente influenciada por la inclinación del eje magnético de la Tierra y por una estructura profunda bajo África conocida como “provincia africana de baja velocidad cortante”, esto altera la distribución del campo magnético en esa región y complica inicialmente el futuro aeroespacial de la agencia. Un nuevo riesgo para el futuro aeroespacial de la NASA. Las consecuencias son claras, los satélites que cruzan esta zona experimentan fallos temporales en sus sistemas, errores de datos o daños electrónicos. Causan, además de problemas en su funcionamiento, pérdidas millonarias. Incluso en el caso de la Estación Espacial Internacional se deben aplicar medidas de protección cuando atraviesa la anomalía. Desde el año de la pandemia de COVID-19, la anomalía ha comenzado a dividirse en dos núcleos de mínima intensidad magnética, lo que incrementa las zonas de riesgo y fundamentalmente pone en tela de juicio todo lo que conocemos.
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