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» Radiosudamericana
Fecha: 17/06/2025 11:54
Martes 17 de Junio de 2025 - Actualizada a las: 08:49hs. del 17-06-2025 BIENESTAR Aunque la probabilidad de contraer una afección por la convivencia con un felino es baja, existen formas efectivas de reducir el riesgo. Los consejos de especialistas Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles naturalmente desde animales vertebrados al ser humano, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En ese sentido, por ejemplo, los gatos “pueden ser portadores de gérmenes dañinos que pueden enfermar a las personas. Esto puede ocurrir incluso cuando parecen sanos y limpios“, tal como advierten los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Aunque la posibilidad de transmisión es baja, los expertos plantean que es fundamental el cuidado responsable de estos felinos. En determinados contextos, los organismos de salud recomiendan adoptar precauciones adicionales. “Las personas inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas no deberían limpiar la caja de arena si es posible”, destacan los CDC, y sugieren el uso de guantes y lavado de manos inmediato si no hay otra opción. Por su parte, el Departamento de Salud de Wisconsin advierte que “los gatos callejeros tienen más probabilidades de portar parásitos intestinales e infecciones bacterianas que pueden transmitirse a usted o a su familia”. Por eso se recomienda evitar su adopción sin una revisión veterinaria previa y mantener a los gatos domésticos dentro de casa. Cómo evitar que mi gato se enferme La prevención es la principal herramienta para evitar la transmisión de enfermedades zoonóticas. La Cornell University College of Veterinary Medicine aconseja: Mantener al gato en interiores. Evitar el contacto con otros animales o presas. Administrar antiparasitarios durante todo el año. Visitar al veterinario periódicamente. Limpiar la caja de arena a diario y con protección. No alimentar con carne cruda o vísceras. También se sugiere mantener la higiene del entorno, cambiar filtros del aire acondicionado, desinfectar superficies y limpiar con frecuencia el área donde duerme el animal. “El contacto con tierra contaminada por excrementos de gato es una fuente común de exposición a parásitos”, aclara el Departamento de Salud de Wisconsin. Las enfermedades que pueden transmitir mis gatos Toxoplasmosis Provocada por el parásito Toxoplasma gondii, esta infección puede pasar a los humanos por contacto con heces de gato infectadas, tierra contaminada o carne cruda. Según la Mayo Clinic, “la mayoría de las personas infectadas no presenta síntomas”, no obstante, “la toxoplasmosis durante el embarazo puede provocar un aborto espontáneo y defectos congénitos”. Los gatos pueden excretar el parásito durante una o dos semanas después de infectarse, pero los ooquistes permanecen activos en el ambiente durante meses, según explica la Cornell University. Enfermedad por arañazo de gato La causa es la bacteria Bartonella henselae, que puede transmitirse por un arañazo, mordida o incluso al lamer una herida. Los CDC informan que “el 40% de los gatos puede portar esta bacteria en algún momento de su vida”. En humanos, puede provocar inflamación de ganglios, fiebre persistente y, en casos graves, infecciones oculares, cerebrales o cardíacas. Salmonelosis Salmonella es una bacteria que puede encontrarse en las heces de gatos infectados. Se transmite por contacto con materia fecal o alimentos contaminados. “Los síntomas pueden comenzar entre uno y tres días después de la exposición”, explica la Mayo Clinic, e incluyen fiebre, diarrea, vómitos y calambres abdominales. El riesgo aumenta si el gato es alimentado con carne cruda o si caza aves o roedores. Toxocariasis Esta parasitosis causada por Toxocara cati se contrae al ingerir accidentalmente huevos presentes en tierra o superficies contaminadas. “Los gatos pueden eliminar estos huevos sin tener síntomas”, explica el Departamento de Salud de Wisconsin. En humanos, las larvas pueden migrar al hígado, pulmones o incluso a los ojos, lo que provoca fiebre, tos persistente o pérdida de visión. Tiña Causada por hongos dermatofitos como Microsporum canis, la tiña se transmite por contacto con el pelo o la piel del gato. En humanos provoca lesiones circulares rojas, escamosas y con picazón. “Los gatos pueden liberar esporas infecciosas durante meses si no reciben tratamiento”, advierte la Cornell University, incluso aunque no presenten síntomas visibles. Pasteurella Pasteurella multocida puede estar presente en la boca de algunos gatos. Puede ingresar al cuerpo humano a través de mordidas o arañazos. En palabras del informe del Microbiology Spectrum: “El 75% de las heridas por mordedura de gato presentan especies de Pasteurella”. Campilobacteriosis El Campylobacter jejuni es una bacteria que puede transmitirse por vía fecal-oral. En humanos provoca diarrea, fiebre, náuseas y dolor abdominal. “Es más común en gatos que consumen carne cruda”, indica la Cornell Feline Health Center. Así las cosas, convivir con gatos no implica un peligro directo, pero sí exige responsabilidad. Las enfermedades zoonóticas asociadas a los gatos suelen evitarse con medidas básicas de higiene, controles veterinarios regulares y una manipulación segura de excrementos, heridas y alimentos. Como resume el sitio oficial de los CDC: “La probabilidad de que una persona promedio contraiga una enfermedad zoonótica de un gato es baja, pero el riesgo aumenta en personas con sistemas inmunológicos débiles”. Con información clara y cuidados cotidianos, es posible disfrutar de la compañía felina sin poner en riesgo la salud familiar. Infobae
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