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» Diario Cordoba
Fecha: 17/06/2025 10:01
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes por la tarde que abandonaba la cumbre del G7 en Canadá un día antes de lo previsto para regresar a Washington y lidiar con la crisis de Oriente Próximo, en peligrosa escalada desde que hace cinco días Israel lanzó un ataque sin precedentes contra Irán al que ha respondido con sus propios ataques el régimen de Teherán. El anuncio del retorno prematuro lo ha dado inicialmente la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un mensaje en X. Luego Trump lo ha confirmado en unas declaraciones a la prensa junto al resto de líderes del G7 antes de la cena de jefes de estado, su último acto. “Todos ven lo que yo veo, tengo que volver lo antes posible”, ha dicho. Según ha explicado en Kananaskis el presidente francés, Emmanuel Macron, "los estadounidenses han hecho una oferta para encontrarse con los iraníes". "Si EEUU puede conseguir un alto el fuego, sería muy bueno", ha dicho el galo, enmarcando en una perspectiva positiva la despedida adelantada del estadounidense. Medios estadounidenses han confirmado la propuesta de EEUU con fuentes anónimas. Según 'Axios' se negocia la posibilidad de un encuentro esta misma semana entre el enviado de Trump Steve Witkoff y el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, una reunión se abordaría una iniciativa diplomática tanto sobre un acuerdo nuclear como un final de la guerra entre Israel e Irán. 'The New York Times' también ha publicado que Trump ha animado ese encuentro, incluso planteando la opción de que participe el vicepresidente J.D. Vance. Horas después, Trump ha desmentido al presidente francés. "No dije que estaba buscando un alto el fuego. Esto fue Emmanuel, que es un buen tipo pero que no atina a menudo", ha dicho en el Air Force One, según ha reportado un periodista de CBS News en X. "¡Incorrecto! (Macron) No tiene ni idea de por qué estoy de regreso a Washington, pero no tiene absolutamente nada que ver con un alto el fuego. Es mucho más grande que eso (...). Estad atentos", ha escrito en su red Truth Social. Según el reportero de CBS, el republicano estaría buscando un "final real" al problema nuclear con Irán, mientras que 'Politico' sostiene que lo que perseguiría es "una completa rendición" del régimen de Teherán. “Postura defensiva” Antes de los anuncios sobre su retorno precipitado, Trump había colgado en Truth Social un mensaje en el que decía: “Todo el mundo debe evacuar inmediatamente Teherán”. Replicaba así una alerta que ya habían lanzado las autoridades israelíes que ha elevado la tensión y el miedo entre los 10 millones de habitantes de la capital iraní. Y eso, junto al hecho de que hubiera convocado este mismo lunes a su consejo de seguridad nacional a reunirse en la Situation Room, disparaba los temores y los rumores de una implicación directa de EEUU. El Pentágono y la Casa Blanca se han encargado de negar contundentemente esa implicación y han asegurado que "las fuerzas de EEUU mantienen su postura defensiva y eso no ha cambiado. Defenderemos los intereses de EEUU”, ha escrito en X Alex Pfeiffer, asesor y miembro del equipo de comunicación de Trump, que como un portavoz del Pentágono ha negado que aviones de combate de EEUU estuvieran participando en bombardeos en Irán. Las bombas y Fordo Trump, en cualquier caso, sí está barajando la opción de esa implicación. Y de momento ha resistido las presiones israelíes para que se involucre de una forma más directa usando las potentes bombas que podrían destruir las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio en Fordo. Solo Washington tiene la capacidad logística de realizar ese ataque que busca Binyamín Netanyahu, que requería varios lanzamientos desde aviones estadounidenses. Irán es consciente de la gravedad de la situación y ha estado enviando señales de que busca un fin de la escalada y del conflicto y el retorno a la mesa de negociaciones con EEUU sobre su programa nuclear. Teherán, de hecho, ha pedido a Arabia Saudí, Qatar y Omán que medien con Trump para que detenga a Israel en la ofensiva, según fuentes anónimas iranís que el lunes citaba la agencia Reuters. Irán también quiere evitar a toda costa que EEUU se sume a la campaña de ataque israelí según fuentes de ‘The Wall Street Journal’, “Saben que EEUU apoya en defensa y están seguros de que apoya en logística, pero quieren garantías de que EEUU no se sumará a los ataques”, le decía al rotativo una de sus fuentes. Trump sabe del poder de sus cartas y, quizá, de sus peligros. Cree que ese armamento que tanto desea Israel y tanto teme Irán es un elemento de presión negociadora para empujar a Teherán. Pero si Irán rechaza un acuerdo o no incluye el compromosio de abandonar completamente el enriquecimiento de uranio como quiere Trump, el mandatario se vería en un "punto de inflexión" y podría decidir usar las bombas y meterse en la guerra. La brecha MAGA Eso representaría no solo un golpe profundo a la propia imagen que ha tratado de construir, como un líder bajo el que no se inician conflictos, Le haría daño en apoyos y respaldos. Y el movimiento MAGA y círculos de la ultraderecha ya le están criticando asomarse a esa entrada en una guerra en la que Israel no niega que uno de los resultados puede ser un cambio de régimen. Personajes influyentes en ese ecosistema mediático e ideológico como Tucker Carlson se han alzado contra la implicación estadounidense. El antiguo presentador de Fox ha escrito en los últimos días que Trump era “cómplice” y avisaba de que lo suceda “definirá su presidencia”. En el podcast del ultra Steve Bannon llegó a decir que entrar en esta guerra representaría “el fin del imperio de EEUU”. Trump ha replicado indignado y se ha vuelto contra el periodista que durante años ha sido su firme aliado y defensor. En unas declaraciones a la prensa en Canadá ha dicho, cáustico, que Carlson debería hacer sus comentarios en una televisión. Horas más tarde, después de que se anunciara que volvía a EEUU, le ha insultado en un mensaje en Truth Social. “Que alguien explica al chiflado Tucker Carlson que “IRÁN NO PUEDE TENER UNA BOMBA NUCLEAR”, ha escrito. La brecha que se abre con una parte fundamental de su base y de su respaldo, no obstante, es evidente. Y la congresista ultra Marjorie Taylor-Greene, por ejemplo, en un mensaje en X se ha puesto de lado de Carlson y no de Trump y ha sugerido que está rompiendo su promesa de “EEUU primero”. “Guerras extranjeras, intervención y cambios de régimen ponen a EEUU en último lugar, matan a gente inocente, nos arruinan y acabarán llevándonos a nuestra destrucción. Eso no es chiflado. Es por lo que votaron millones de estadounidenses”, ha escrito la congresista. Ni Zelenski ni Sheinbaum Trump ya había mostrado reparos a poner su firma en un comunicado del G7 con el que se pretendía llamar tanto a Israel como a Irán a una desescalada. Ahora su retorno acelerado a Washington significa que tampoco podrá participar en otras reuniones importantes para otras guerras que están abiertas: la de Ucrania y la comercial que ha lanzado él contra el mundo. El mandatario no celebrará la bilateral que tenía organizada este martes con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ni en otra con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. En el día que ha pasado en Kananaskis sí ha anunciado la firma de un acuerdo de aranceles con Reino Unido (aunque en un momento ha parecido olvidar el Brexit y ha dicho que tenía un acuerdo con la UE). Pese a conversaciones sobre comercio con los líderes de Canadá, Alemania, Francia, Japón y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el reloj que él mismo puso en marcha con una cuenta atrás para lograr acuerdos comerciales y arancelarios antes del 9 de julio sigue avanzando.
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