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» Diario Cordoba
Fecha: 17/06/2025 09:15
Salta el escándalo Cerdán, Ábalos y Koldo, y la desconfianza política vuelve a brotar. La pregunta popular era: «¿Y a quién votamos en las próximas elecciones?», dándolas por hechas. Si no ahora, de aquí a dos años. Veremos dónde se sitúa la corrupción en el próximo barómetro del CIS. En el de este mes, ya con todo lo que se sabía antes de la acusación a Cerdán, era la novena preocupación para la población. Que esta haya estado presente en todos los gobiernos demuestra que la corrupción existe porque el sistema lo permite. La situación no es ya grave para el Partido Socialista o para el Gobierno. Lo es, de forma profunda, para la democracia. Sin partidos a elegir ya sabemos lo que hay y lo que puede venir. Lo hemos visto con rapidez ante las puertas de Ferraz, con una manifestación ultra bajo el grito de Franco. ¿Cómo salir de este laberinto? Dependerá de cómo se desarrolle la investigación, y si salen nuevos nombres. Ahora mismo lo que existe es una situación de bloqueo. Una oposición que no presenta moción de censura y que no tiene a los partidos nacionalistas de su lado, a los que necesita. Y un partido de Gobierno que no se somete a una cuestión de confianza ni habla de medidas, más allá del partido. ¿Cómo ganarse la confianza de una militancia o votantes? La auditoría no es solución. Los corruptos no detallan los fraudes en las cuentas del partido. De aquí solo sale victorioso quien aporte un programa contra la corrupción que no sean palabras, sino hechos. ¿Cómo luchar contra el fraude? La rendición de cuentas debe ser política, empresarial y administrativa. No hay corruptos sin cómplices. Limitar la participación a empresas del Ibex que, además, han estado involucradas en otros casos de corrupción. Poner la lupa sobre la administración del Ministerio de Transportes. Transparencia sobre lo que ocurre en las mesas de contrataciones. Más trazabilidad en las adjudicaciones, más controles previos y más vigilancia independiente. Otra cuestión es que quieran hacerlo. ¿A quién votar? Podemos ver la alternativa, por orden en las encuestas. Un PP ya condenado por corrupción con el caso Gürtel, que el año que viene tiene el juicio del caso Kitchen y cuyo próximo congreso está organizado por la imputada Ana Millán, número tres de Ayuso. O un Vox como tercera fuerza política mientras es investigado por Anticorrupción sobre posible financiación ilegal. Por no hablar del oportunismo de Alvise, siendo investigado también por el mismo presunto delito. Recordemos que PP y Vox en Baleares y Valencia eliminaron o desmantelaron oficinas antifraudes regionales. No están como para dar lecciones. Salvo estos, el resto de partidos queda libre por ahora. No se puede tolerar un sistema donde la confianza ciudadana sea un recurso renovable infinito ante la corrupción, porque no lo es. Se agota entre decepciones continuas y falta de confianza. La lucha contra la corrupción no puede ser solo un eslogan electoral. Porque, cuando eso ocurre, ocupa el hueco la abstención o el populismo autoritario. *Profesora de la UOC y periodista
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