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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 17/06/2025 01:37
El living, la alfombra, los brazos en alto. Un adulto que espera, un bebé que duda. Un paso. Otro. Tropieza, se cae. Pero eso no importa. Caminó. Y algo cambia para siempre. Los padres lo celebran, lo graban, lo suben a redes. Es un hito, un símbolo. Pero también, según una nueva investigación, es otra cosa: una manifestación física de lo que ya estaba escrito en el ADN. Un equipo de científicos de las universidades de Surrey y Essex, en el Reino Unido, analizó la información genética de más de 70 mil bebés y encontró 11 marcadores genéticos asociados al momento exacto en que un niño empieza a caminar. el trabajo fue publicado en la revista científica Nature Human Behaviour, donde se sugiere que la genética explica aproximadamente el 25 por ciento de la variabilidad en la edad de la marcha. Esto significa que el primer paso no depende únicamente de lo que pasa afuera —el entorno, la estimulación, la crianza—, sino también de lo que cada chico trae consigo desde el nacimiento. Hasta ahora, la marcha era un evento más del desarrollo infantil, rodeado de expectativas, comparaciones y, muchas veces, ansiedad. ¿Camina a los 10 meses? ¿Tarda hasta los 16? ¿Es normal? ¿Es preocupante? El estudio británico aporta una nueva lectura: la edad de la caminata está parcialmente determinada por factores genéticos. Y no solo eso: algunos de los genes asociados a caminar más tarde también se vinculan con un mayor nivel educativo y con menor riesgo de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
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