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» Primerochaco
Fecha: 16/06/2025 13:43
El fiscal federal de Sáenz Peña, Carlos Amad, brindó detalles sobre la causa contra el Clan Sosa, una de las organizaciones criminales más importantes desarticuladas en los últimos años en Chaco. En diálogo con Radio Provincia, Amad confirmó que la investigación abarcó varios años, involucró a más de 470 gendarmes, detectó complicidades judiciales, lavado de dinero y una compleja red de prestanombres. “Fue una investigación larga, importante, tediosa, pero a la vez interesante”, dijo Amad al iniciar la entrevista y recordó que el operativo más significativo contra el clan movilizó a casi 500 efectivos de Gendarmería para realizar allanamientos simultáneos en distintos puntos de la provincia. El fiscal lamentó que parte del operativo se haya visto entorpecido por una filtración interna: “Cuando yo dije que teníamos una rata traidora, algunos se enojaron. Pero la investigación confirmó que la información salió de la persona menos pensada: un juez, Aranda, cuyo entorno tenía vínculos económicos con la madre de los Sosa, Ana María Flamenco”. Amad señaló que la causa se fue consolidando a partir del tiroteo en un kiosco de Sáenz Peña: “A partir de ahí se ajustaron muchas tuercas, salieron informes patrimoniales y descubrimos que estas personas compraban droga con autos, con casas. Estábamos ante una megaorganización dedicada al narcotráfico y el lavado de activos”. Una estructura criminal con vehículos de lujo, propiedades y vínculos con el poder Según el fiscal, el grupo delictivo no solo acumuló bienes, sino que incluso logró dirigir una entidad de transportistas. “Manejaban la UTAC, la organización que nuclea a los transportistas de carga del centro de la provincia. Es decir, estaban infiltrados en todo”, denunció. La investigación reveló múltiples propiedades embargadas, camiones, autos de alta gama y cuentas que no podían ser justificadas. “Había empleados públicos involucrados, personas que pasaron de vivir con lo justo a tener BMW, casas grandes. Todo indica que eran prestanombres o testaferros del clan”, explicó. Dos prófugos y la segunda etapa de la investigación A pesar de las detenciones, aún hay dos personas que continúan prófugas: “Faltan el señor Acosta y el señor Fernández. Este último era esposo de una hermana de Mariela Sosa. Acosta, por su parte, tenía una financiera. Estamos tras sus pasos”, confirmó Amad. También adelantó que la investigación continuará en una segunda etapa, centrada en los testaferros y prestanombres. “Nunca vamos a saber el total de bienes mal habidos que obtuvieron, pero queremos recuperar lo que se pueda y llevar tranquilidad a la sociedad. Eso es lo más importante”, sostuvo. Compromiso institucional y depuración interna El fiscal resaltó el apoyo de las fuerzas de seguridad provinciales y federales, en especial de la Policía del Chaco. “Desde el nuevo jefe, la policía nos ha dado una mano tremenda, no solo en esta causa. Y también hay que destacar que se está limpiando la fuerza. El policía corrupto es un delincuente y tiene que ir preso”, afirmó. Sobre el rol de la sociedad, Amad contó una anécdota clave: “Una señora mayor se me acercó en una estación de servicio y me dio un dato muy preciso. Gracias a eso se abrieron líneas de investigación que fueron fundamentales”. “Yo no persigo políticos, persigo ladrones” Consultado sobre las críticas que recibe por su accionar, el fiscal fue tajante: “Me acusan de que persigo políticos. Yo no persigo políticos, yo persigo ladrones, corruptos. Investigo hechos criminales, con hipótesis fundadas, y hasta ahora no me he equivocado”. También se refirió a la causa por pensiones truchas en la que está implicado el intendente de Taco Pozo: “El expediente está en la Cámara Federal de Apelaciones. Él, su hija, médicos, bioquímicos apelaron el auto de procesamiento. En unos 10 días debería haber una definición”. La causa del Clan Sosa destapó una red criminal de alto nivel con vínculos judiciales, policiales y políticos. El trabajo del equipo de Amad permitió no solo desarticular parte de esa estructura sino también avanzar en el recupero de bienes y en el restablecimiento de la confianza pública. “Esto es como la Hidra: cortás una cabeza y aparecen dos. Pero para eso nos pagan. Nosotros investigamos con seriedad, con lógica. Y vamos a seguir”, concluyó el fiscal.
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