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    Fecha: 16/06/2025 10:08

    Política Una semana bajo estrés político: la condena a Cristina, los desafíos de Milei y el riego país como síntoma 16/06/2025 | La ejecución de la pena a la jefa del PJ pondrán a prueba al Gobierno y a los jueces. Enigmas y encrucijadas para el oficialismo, la oposición y la economía. El pasado, el futuro y las elecciones Por Facundo Chaves “Hay algo ahí”. En los despachos más encumbrados de la Casa Rosada señalaron al riesgo país como un síntoma incuestionable del estado de cosas de la Argentina. “Ordenamos la macro, eliminamos el déficit, bajamos la inflación, salimos del cepo sin que subiera el dólar, tenemos acuerdo con el Fondo y apoyo de Estados Unidos y el riesgo país no baja. Encima la Corte inhabilitó a Cristina Kirchner y, por lo tanto, no va a poder ser candidata. Es raro que, con todo eso, el riesgo país esté más alto que en diciembre”, confiesa en diálogo con Infobae un colaborador estrecho del Presidente. [Una encuesta mostró que la mayoría apoya la condena a Cristina Kirchner, pero cree que puede provocar conflicto social] Te puede interesar:Una encuesta mostró que la mayoría apoya la condena a Cristina Kirchner, pero cree que puede provocar conflicto social Es un reconocimiento explícito de que los inversores internacionales están viendo una película distinta de la que proyectan hacia adentro y afuera los más convencidos del modelo. O que los grandes capitales todavía creen que no se jugó el partido final entre un futuro en construcción y el pasado traumático que del todo no se fue. Se trata de una inquietud susurrada mientras en las calles vuelven las manifestaciones y reaparecen los neumáticos quemados. Hay un peronismo sublevado que encontró en la condena de Cristina Kirchner el estímulo para la paz interna y el reordenamiento y electoral. No es una novedad que el Gobierno mira la escena y todavía carece de un relato para explicarla y, por tanto, actuar en consecuencia. Pero sí es nueva la incertidumbre que atraviesa al oficialismo, porque incierto siempre es peor que malo. [La condena a Cristina Kirchner frenó el despliegue del armado de Kicillof y la negociación por las listas] Te puede interesar:La condena a Cristina Kirchner frenó el despliegue del armado de Kicillof y la negociación por las listas [Cristina Kirchner ante Javier Milei] Cristina Kirchner ante Javier Milei (Maximiliano Luna) “Si el peronismo se unifica y empiezan a volar las piedras y prenden fuego todo, será la demostración de que son el pasado que los argentinos no quieren que vuelva. Vamos a hacer todo para evitar provocaciones y, lo que sea nuestra responsabilidad, se haga con respeto, decoro y sin violencia. Lo pidió el presidente, pero sobre todo, porque es lo que corresponde. Ahora la pelota la tiene ella”, resume el interlocutor. Ella es Cristina, claro. La condena de la jefa del PJ tomó al Gobierno con señales diversas y contradictorias. Una recuperación sostenida en la imagen de Milei y la gestión, una inflación en progresivo derrumbe, caída de la pobreza y la reactivación de más sectores. Pero al mismo tiempo, los gobernadores que prestaron solidaridad y votos en el Congreso muestran las primeras disidencias, al igual que Mauricio Macri. “Sin ellos, no tenemos escudo legislativo. Hoy no podemos defender un veto en la Cámara de Diputados”, alerta la misma fuente. [El Gobierno prepara una respuesta a los reclamos de las provincias, ante la complicada agenda en el Congreso] Te puede interesar:El Gobierno prepara una respuesta a los reclamos de las provincias, ante la complicada agenda en el Congreso Sobre este panorama ambivalente para los libertarios opera el peronismo, que exhuma la lógica de la unión por el espanto, que resumió con destreza el inmortal Jorge Luis Borges. [La reunión del panperonismo en] La reunión del panperonismo en la mítica sede del PJ de Matheu 130 El peronismo cambia de piel La condena y la inhabilitación de Cristina ofreció al peronismo el argumento para sosegar las internas. La reconciliación es, primero, una decisión racional -por intereses y conveniencias- antes que un acto de la voluntad. El peronismo invertebrado encontró en el rechazo a la pena de CFK la causa eficiente para replegarse en Matheu 130. Desde La Cámpora a los gobernadores -incluidos “embajadores” de Axel Kicillof-, de los intendentes a los gremios, de los piqueteros y Juan Grabois, a Guillermo Moreno y Sergio Massa. En las últimas horas, no faltó nadie en San José 1100, reedición de Gaspar Campos de Juan Domingo Perón. Ni siquiera la izquierda, que con sus matices, desactivó las diferencias que la llevaron a la abstención en el balotaje que ganó Milei, en noviembre de 2023. Hay latentes diferencias, como las que anidan entre los caciques del Conurbano con la primera línea del camporismo y que se encarnan en Máximo Kirchner —que preside el PJ bonaerense, máquina formidable de poder—. Algunos pronuncian dubitativos la frase señera de “El Eternauta”: “¿Lo viejo funciona?”. Una muestra del ánimo de reencuentro fue la primera divergencia entre el abstencionismo de Grabois y la propuesta de Massa de unirse para confrontar con Milei. El líder del Frente Renovador desaconsejó esa estrategia y el fundador de la UTEP bajó rápido esa bandera y la planteó como un “ejercicio teórico”. 0 seconds of 1 minute, 6 secondsVolume 90% Sergio Massa y Juan Grabois en la reunión del PJ En el encuentro del sábado con 250 intendentes de todo el país, no solo se habló de Cristina presa, sino sobre todo de las penurias que pasan sus distritos y la asfixia presupuestaria que tienen los últimos eslabones de las transferencias que se deciden en la Casa Rosada. “Es Cristina, pero también es la malaria que venía acallada porque cada uno estaba en la suya y no había un espacio legitimado para compartir lo que estamos viviendo los que tenemos el primer mostrador, donde se reciben las quejas y las demandas de nuestros vecinos”, le contó a Infobae uno de los participantes del encuentro. El peronismo tiene las condiciones para cambiar, otra vez, de piel. Con gobernadores, intendentes, sindicalistas y hasta los piqueteros, que fueron mala palabra hasta hace nada. Es sintomática la presencia de la izquierda, que participará con sus banderas en la marcha que se viene gestando con la batuta de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, referente de La Cámpora y secretaria de Organización del PJ. A ella le toca hablar con todos, y ejercer una plasticidad política atípica para el espíritu de “La Orga”. Tiene una misión: articular para tener a todos en las calles para acompañar a Cristina. Prevé un piso de 500 mil almas y el sueño del millón de militantes acompañando a “la fusilada que vive”. El manifiesto del rumbo del peronismo, más que en la marcha del 18 de junio, estará escrito en las listas que presentarán para las elecciones del 7 de septiembre. Más allá de las incomodidades y rechazos, está casi definido que la cabeza de lista de la Tercera Sección Electoral será de Máximo Kirchner: “Ese apellido tendrá que estar como testimonio”, admiten baqueanos del Conurbano. Todo el resto será puesto en debate y negociación. El experimento que gestionó el hábil Juan Manuel Olmos en la Ciudad de Buenos Aires -que metió casi todo el panperonismo y el progresismo en la boleta- puede servirle de antecedente. Entre Perón y la CIDH La condena activó los reflejos condicionados del peronismo. Y la evocación, tal vez caprichosa, de los recuerdos. Para los que organizan la rebelión contra los jueces en Matheu 130, lo que le ocurre a Cristina Kirchner se emparenta con los años de proscripción del factótum del PJ. Agustín Rossi expuso esas remembranzas. Ubicó a este tiempo en el que se vivió en los años de la proscripción de Perón, la fugaz y tumultuosa presidencia de Héctor J. Cámpora, hasta el regreso del general a la Casa Rosada. Es una melancolía que conecta con el inicio de esta nota y que explica también que los inversores de peso esperen el devenir de los acontecimientos. En los tormentosos 70 y con Perón inhabiilitado, el PJ compitió, ganó, le devolvió los derechos políticos y hasta el uniforme de teniente general. El festival de sangre y muerte que vino después, mejor olvidarlo. [Wado De Pedro, ingresa a] Wado De Pedro, ingresa a la sede del PJ (foto Maxilimiliano Luna) Pero en ese minué histórico y un poco ficcional, hay definiciones que borronean el otro plan de acción, que mezcla en partes iguales lo político y lo jurídico. Lo dijo el senador Eduardo “Wado” De Pedro. “La primera condición para el próximo gobierno debe ser ‘Cristina libre’”, sostuvo. Es una máxima que pretende proyectar una estrategia electoral, desde las elecciones bonaerenses, las nacionales del 26 de octubre, y con puerto de llegada en las presidenciales del 2027. La Corte Suprema ha sabido rectificarse de ideas que parecían escritas en piedra. Es una flexibilidad que mostraron estos mismos jueces, cuando liberaron a represores de la última dictadura militar y después de una protesta masiva en las calles y la sanción exprés de una nueva ley, rectificaron a las semanas sus puntos de vista. Toda cadena es tan fuerte como su eslabón más débil: la existencia de una condena perpetua, para toda la vida, solo existe en el caso de la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Por allí puede romperse la cadena del “cepo a la voluntad popular”, como lo definió la jefa del PJ. El juez de Casación, Alejandro Slokar, proveyó los primeros argumentos, la argamasa, sobre la cual podrá desplegarse una teoría jurídica de rechazo a la inhabilitación perpetua, como “muerte civil y política”. El camino que empezarán a recorrer es el de la CIDH, donde fuentes autorizadas revelaron a Infobae que, vía cautelar o por peticiones, implicará un largo derrotero, sin promesas de éxito. Hay otro aspecto central: ¿Cuántos jueces habrá en la Corte Suprema 2027? ¿Tres, cinco o siete? Si se ampliara el máximo tribunal, los tres ministros actuales ni siquiera deberían cambiar de opinión sobre lo que escribieron la semana pasada. Perón y Carlos Menem recorrieron ese camino, del provisorio anonadamiento político a la centralidad absoluta del poder en Argentina. Como esos líderes justicialistas, Cristina comparte la condición que describió magistralmente Nassim Nicholas Taleb en su libro Antifrágil. Se trata de líderes que no solo resisten el caos, la volatilidad y el estrés, sino que mejoran y se fortalecen con ellos. Lo antifrágil va más allá de la resiliencia -que resiste y permanece igual-, lo antifrágil se beneficia y crece ante la adversidad, la incertidumbre. Javier Milei es otro ejemplo acabado. El veto y el factor Macri [El titular del PRO, Mauricio] El titular del PRO, Mauricio Macri (Foto: Adrian Escandar) Las especulaciones derivadas de la condena a Cristina Kirchner y las dudas en torno al efecto político del incierto resurgimiento del peronismo conviven con preocupaciones más urgentes para el Gobierno. Es que en las últimas semanas se vivió intramuros de la Casa Rosada un alerta que agrava el escenario. La aprobación en Diputados de proyectos resistidos por el Gobierno -aumentos jubilatorios, discapacidad y comisión $Libra- dejaron en evidencia un debilitamiento peligroso del oficialismo. “Los gobernadores aliados están enojados y hay que reconstruir el vínculo. Encima están las desconsoladas de Macri, que pasaron de proponer pagar un aumento del 8% en 12 cuotas a escandalizarse por lo que cobran ahora los jubilados”, recordó con mordacidad un vocero calificado del Ejecutivo. Es un dardo a María Eugenia Vidal, pero también a Silvia Lospennato, que modulan con precisión lo que se escucha en el último piso de Balcarce 412. Son diferencias que cabalgan al ritmo de la compleja negociación entre La Libertad Avanza y el PRO. Mauricio Macri, que digiere con dificultad la derrota y el achicamiento en la representación del electorado de derecha antikirchnerista. La última reunión en la sede del partido amarillo fue una exposición abierta de las diferencias irreconciliables entre los que soltaron amaras para abrazar el futuro libertario y los que resisten la mala nueva. Cristian Ritondo representa a intendentes y líderes territoriales que necesitan revalidar sus liderazgos. Enfrente está Macri, que retiene ascendencia sobre 12 diputados -de 37- y los presidentes provinciales del PRO. En el medio, están figuras de enorme peso propio, como el gobernador de Chubut, el astuto Ignacio “Nacho” Torres, y su colega de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, que gestiona la decisiva Entre Ríos. ¿Y Jorge Macri? El primo, que pegó el faltazo a esa reunión, está en un progresivo desmarque de un tutelaje que lo arrimó al borde del precipicio político. El mandatario porteño tiene otras prioridades: reordenar su gobierno, armar una red de contención en la Legislatura y evitar una hecatombe electoral en la casa matriz del macrismo. La preocupación para la Casa Rosada es que ese desorden impacte en las futuras votaciones en el Congreso. Sin el apoyo monolítico del PRO y el laissez faire de los gobernadores aliados, el escudo legislativo estaría en peligro. “Del peronismo no vamos a poder pedir mucho en este contexto de rebelión con el fallo de la Corte. No intervenimos ni tuvimos control de lo que pasó en la Corte. Decir que Milei se fue porque sabía lo que venía es no conocer ni siquiera la agenda del Presidente. El viaje estaba previsto desde hace más de dos meses, mucho antes de la entrevista que dio Cristina Kirchner, en la que confirmó la candidatura. Ese anuncio fue el que precipitó los tiempos”, explicaron en el Gobierno. Las negras también juegan [Javier Milei volvió el domingo] Javier Milei volvió el domingo a la Argentina después de un viaje por Europa e Israel (Presidencia) “No vamos a aumentar jubilaciones por decreto. No podemos hacerlo porque no hay plata. Si lo hiciéramos, deberíamos también hacerlo con los policías, los maestros, los planes sociales. ¿Alguien puede pensar que vamos a regalar la bandera del superávit, del control de la inflación y de la seriedad en la gestión de la macro? No va a pasar”, respondieron en el Gobierno. Es el razonamiento que aparece cuando se pregunta si hay alguna estrategia para desplazar del centro de la escena a Cristina Kirchner y el peronismo. Por ahora, Milei y su gobierno permanecen atado al mástil de una gestión que tiene un apoyo creciente entre el electorado que lo llevó a la Casa Rosada, según el último relevamiento que hizo Management & Fit. La mayoría de las encuestas ratifican que Cristina y Milei retienen los votos que tuvieron en el balotaje. Incluso, cuando se pregunta sobre la condena por corrupción. Aparece el 56 al 44 por ciento. Es una proporción que no mueven los expedientes.

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