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  • Argentina / Economía | Día del Padre: Un frío recordatorio de la agonía del consumo bajo el Gobierno de Milei

    » Voxpopuli

    Fecha: 16/06/2025 08:06

    Vicente Lourenzo, vocero de CAME, no se anduvo con rodeos al describir un Día del Padre «frío», no solo por la temperatura, sino por el «bolsillo» de los argentinos. Con una caída estimada entre el 2% y el 3% en unidades, y otras mediciones que hablan de un 1,7% a precios constantes, la tendencia a la baja no es una novedad, sino una preocupante consolidación. El ticket promedio, que apenas arañó los $40.000 o $50.000, palidece frente a la inflación, resultando en una caída real del poder de compra del 8,9%. Este escenario, que ahoga a los pequeños y medianos comerciantes, es la consecuencia directa de un modelo económico que prioriza el ajuste por sobre el bienestar de la gente. Un patrón preocupante y la crisis del poder adquisitivo impulsada por la ultra-derecha Lo más alarmante es que esta no es una caída aislada. Es la tercera vez consecutiva que el Día del Padre registra números negativos, sumándose al -10,2% de 2024 y al -1,2% de 2023. La fecha, que solía ser un salvavidas para las cuentas del comercio minorista, ha perdido su capacidad de dinamizar las ventas. El 58% de los comerciantes encuestados por CAME lo confirman: la celebración tuvo un impacto insignificante o nulo en sus ingresos. La explicación es simple y brutal: la gente cuida el bolsillo. Los consumidores priorizaron regalos de menor costo, optando por un solo obsequio en lugar de varios. La rentabilidad de los comercios también se vio afectada, obligados a aplicar descuentos y promociones que, si bien buscaban incentivar la demanda, diluían los márgenes. Esta retracción del consumo no es casualidad; es el resultado de políticas de ajuste draconianas impulsadas por el gobierno del ultraderechista presidente Javier Milei, que, con su énfasis en la licuación de salarios y jubilaciones, ha pulverizado el poder adquisitivo de los argentinos. Lourenzo no ocultó la inquietud: «Necesitamos que se recupere el poder adquisitivo, de lo contrario el segundo semestre será aún más difícil». Y tiene razón. Junio es un mes clave, con pagos de sueldos, aguinaldos, alquileres e impuestos. La falta de aire fresco en las ventas de una fecha tan importante es una señal de alarma que no puede ser ignorada, especialmente cuando el propio gobierno se jacta de un «orden macroeconómico» que, en la microeconomía, se traduce en desocupación y hambre. Más allá de la falta de plata: otros factores que empujan al abismo bajo el modelo libertario Si bien la crisis del poder adquisitivo es el elefante en la habitación, exacerbada por las decisiones del ejecutivo, otros factores agravaron el panorama: El Clima Adverso: El mal tiempo del fin de semana largo, que coincidió con la fecha, sin duda restó gente en las calles y centros comerciales. La Fuga Online: La competencia del comercio electrónico es feroz, y cada vez más consumidores recurren a plataformas digitales, incluso del exterior, en busca de precios más convenientes. En un contexto de apertura indiscriminada a las importaciones, esto golpea aún más la industria nacional y el comercio local. El Fin de Semana Largo: Paradójicamente, la coincidencia con un feriado alentó más el turismo y las actividades recreativas que las compras en locales físicos, desviando aún más el gasto de los comercios tradicionales. Los rubros más golpeados: un reflejo de las prioridades en tiempos de ajuste Los números por rubro son un termómetro de la situación: º Indumentaria (-12%) y Librerías (-8,6%) fueron los más afectados. La ropa, un regalo clásico, sucumbió ante la necesidad de priorizar gastos esenciales, dejando en claro que la gente apenas llega a fin de mes. º Algunos sectores como Equipos periféricos, accesorios y celulares (+9,7%), Electrodomésticos (+5,8%), Cosméticos y perfumería (+4,6%), y Calzado y marroquinería (+0,6%) mostraron leves repuntes. Sin embargo, incluso en estos casos, la dinámica fue la misma: ventas concentradas en productos de menor valor, ofertas y financiación. La rentabilidad, en la mayoría de los casos, fue «muy ajustada», lo que se traduce en un escaso margen para la inversión y el mantenimiento de fuentes de empleo. Mirando hacia adelante: un semestre aún más difícil de la mano del ajuste sin fin El panorama es desolador. Las promociones y las facilidades de pago no lograron revertir una tendencia negativa que se consolida. El consumidor, cauteloso y con un poder de compra cada vez más diezmado por las políticas recesivas, opta por el cuidado del gasto familiar antes que por los impulsos de consumo. La caída de ventas por el Día del Padre no es solo un dato estadístico; es un síntoma de una enfermedad más profunda en el tejido económico argentino, directamente atribuible al rumbo económico elegido por el gobierno de Javier Milei. Los comerciantes minoristas, muchos de ellos pymes que representan la columna vertebral de nuestra economía, claman por medidas que reactiven el poder adquisitivo y detengan la sangría. Si el gobierno no abandona su dogmatismo económico y no toma cartas en el asunto, el vaticinio de Lourenzo podría volverse realidad: un segundo semestre aún más difícil, con consecuencias devastadoras para el comercio y el empleo, que ya se hacen sentir en cada rincón del país. La pelota, como siempre, está en la cancha de quienes tienen el poder de decisión. ¿Escucharán el grito de auxilio del comercio, o el frío del Día del Padre será solo el presagio de un invierno económico aún más crudo bajo la égida de la ultra-derecha?

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