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» TN corrientes
Fecha: 16/06/2025 06:28
Sociedad Boca copó Miami Beach y los hinchas armaron un banderazo multitudinario antes del debut contra Benfica en el Mundial de Clubes Domingo, 15 de junio de 2025 Se juntaron en Collins y la 80, que retumbó como la Bombonera. Llegaron de todas partes y con la ilusión de ganarle a los portugueses. Fotos e historias de una tarde que tuvo hasta la participación de River. Boca, Boca, Booooca. Lo único que se ve en Miami es Boca. Incluso se lo menciona más que al Mundial de Clubes, el torneo de 32 equipos que ya tuvo el debut de Lionel Messi y la paliza del Bayern Múnich al Auckland City, en el grupo del Xeneize. La playa, la noche, los shoppings, las rutas, ¡hasta Disney en Orlando!, e incluso el partido inaugural, todo en esta tierra lleva una referencia al equipo de Miguel Ángel Russo, que este lunes enfrenta al Benfica en un partido que parece un mano a mano por la clasificación a la siguiente fase. Hay bosteros en la cola del supermercado, arriba de una 4x4 que parece una nave espacial, esperando un Uber con la mirada en el celular, cargando bolsas o sentados en la sombra, escuchando cumbia debajo de un árbol, llenando una parrilla de nombre argentino y trepados al puesto de un guardavidas tipo Baywatch. Toda esa marea de colores azul y amarillo finalmente hizo eclosión, la tarde del domingo, en la previa del estreno, cuando todos los bosteros se acercaron a Miami Beach para sentirse por un rato en la Bombonera. Fue en “Collins y la 80”, una intersección que en la tonada argenta sonaba a la Costa Atlántica pero en un paisaje de rascacielos ajeno a los conventillos de Caminito. Llegaron todos. Los que pagaron el vuelo con el aguinaldo de diciembre, cuando se definieron las sedes, y ahora están bancando la estadía con el de junio. Pero también los que sacaron “la lechuga” del colchón y andan más sueltos, que llegaron antes, combinaron vacaciones o tienen algún departamentito disponible cerca del mar. Y claro que se acercaron los que viven acá, los que se fueron desde Ezeiza hace poco o hace décadas, enojados o tristes, y los que no son argentinos pero increíblenente aman a Boca, que son muchísimos, y no les importa el miedo que mete Donald Trump. Tampoco faltó “la contra”, porque una avioneta voló con una pancarta de River recordando que “moriste en Madrid”, una pequeña revancha ante tanto “el que no salta, se fue a la B”, fantasmistas y ascensores que prometen tronar en el Hard Rock Stadium. Los testimonios emocionan porque acá no hay drama, es todo alegría, reencuentro, celebración, distinto a lo que pasó hace un par de años cuando se arañó la Libertadores en el Maracaná y la juntada previa en Copacabana tenía pasión pero también tensión. “Miren lo que somos, lo que es Boca”, es lo que se repite con orgullo, entre abrazos, Iphones, vasos de fernet y mucha pilcha con pinta de nueva. Hay un señor que manejó 24 horas de una peña de Toronto para ver a Boca en cancha. Un chico que con picardía le promete a la novia que si salen campeones se casan. Una bandita de nueve amigos y amigas de Pompeya que van a conocer Nueva York gracias a Boca, porque vieron que para el último partido en Nashville, por precio, les convenía hacer escala allá en lugar de volar directo. Otro que a los 52 saca chapa de que estuvo en Tokio contra el Real Madrid. Y un señor que fue con sus hijos y sus nietos, y pasa de los gritos al llanto porque habla de su viejo y se acuerda de que es el Día del Padre. This is Boca, todos somos Boca. En el banderazo de Boca se pueden comprar cosas. Las camisetas truchas (pero truchas buenas) se venden a 40 dólares; el piluso y las gorritas, imprescindibles, valen 30; la cerveza sale 5, cuatro más que en el súper. Lo que no se vende es la ilusión. “El partido es contra Benfica”, repiten todos, a la vez que sueltan una carcajada cuando se enteran de que el Bayern le metió 10 al Auckland. No importa nada, Miami es de Boca. “Ponga huevo huevo los Xeneizes...”, se pide, “que este lunes tenemos que ganar”. Se pasó del miedo al papelón a la fe. Parece mentira que el último partido fue contra el Rojo en una Bombonera que fue puro reproche. En el medio llegó Russo, que ni siquiera debutó, ¿y qué? La chance de sorprender a los portugueses y meterse en octavos está ahí. Y en caso de un paso en falso ya está guionado lo que sigue: “Le tendremos que ganar al Bayern, somos Boca...”. Domingo, 15 de junio de 2025
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