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» La Capital
Fecha: 15/06/2025 22:41
La pareja de turistas se fue sin avisar, pero el hecho quedó registrado por las cámaras. "A veces perdemos el juicio por tomar una foto", dijeron desde el museo Este fin de semana se viralizó un video del PalazzoMaffei, en Verona, que captó el momento en que una pareja de turistas rompió la " silla de VanGogh", obra del artista italiano NicolaBolla recubierta con miles de cristales Swarovski. La pieza, inspirada en el célebre cuadro de Vincent Van Gogh , estaba destinada únicamente para admiración y no para uso físico, ya que está recubierta de cientos de cristales Swarovski. Las cámaras de seguridad registraron a una mujer simulando sentarse para una foto, pero fue el hombre quien, al repetir la acción, colapsó la obra. Dos patas y el asiento resultaron dañados, y ambos turistas abandonaron el lugar sin informar al personal. “A veces perdemos el juicio al tomar una fotografía y no pensamos en las consecuencias”, afirmó la directora de la institución, Vanessa Carlon. Se trató de “una conducta superficial e irrespetuosa que puso en riesgo la integridad de una obra de arte: La silla Van Gogh del artista Nicola Bolla fue dañada por algunos visitantes”, reconoció la casa ubicada en la Piazza delle Erbe. Es tendencia "Turista rompe silla de Van Gogh" Un turista rompió la invaluable silla de cristal de Van Gogh, famosa por estar decorada con miles de cristales Swarovski. El incidente ha causado indignación en redes sociales y preocupación entre expertos en arte y… pic.twitter.com/FSlOLcjZYw La pieza fue restaurada gracias al trabajo conjunto del departamento de seguridad, restauradores y fuerzas del orden local. Ahora se exhibe nuevamente, con reforzamiento en las advertencias y medidas de resguardo. “En la silla había una nota que advertía a la gente de no tocarla, y, por supuesto, está colocada sobre un pedestal, por lo que está bastante claro que no es una silla real”, subrayaron. El caso se transformó en una advertencia global: no basta con admirar el arte; se vuelve imprescindible protegerlo. “Perder el juicio por una foto puede costar patrimonio cultural”, reflexionaron desde el museo, mientras ajustan protocolos para preservar obras frágiles ante el avance del turismo y las redes sociales.
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