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Fecha: 15/06/2025 18:45
A pesar de las promociones y estrategias comerciales implementadas, el consumo volvió a mostrar signos de debilidad. Las ventas minoristas por el Día del Padre registraron una nueva caída en Argentina, esta vez del 1,7% en comparación con 2024, marcando el tercer año consecutivo de retroceso en esta celebración. A pesar de las promociones y estrategias comerciales implementadas, el consumo volvió a mostrar signos de debilidad. El dato se desprende del Índice de Ventas Minoristas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que destaca un descenso sostenido: en 2024 la baja fue del 10,2% y en 2023 del 1,2%. Esta continuidad consolidó un ciclo adverso para el comercio en fechas festivas, particularmente en una jornada históricamente clave para el sector. Según el informe, más del 90% de los comercios aplicó promociones especiales, siendo los descuentos por pago en efectivo y las cuotas con tarjeta de crédito las herramientas más utilizadas. Sin embargo, estas tácticas resultaron insuficientes frente a la prudencia de los consumidores, condicionados por la pérdida de poder adquisitivo. El ticket promedio ascendió a $41.302, monto que, pese a representar una suba nominal frente al año anterior, implica una caída real del 8,9% al considerar la inflación interanual. Este fenómeno se tradujo en una preferencia por productos económicos, con fuerte incidencia de ofertas y un consumo ajustado a los límites del presupuesto familiar. El 58% de los comerciantes encuestados afirmó que el Día del Padre no alteró significativamente su actividad mensual, mientras que solo el 11,3% lo consideró un factor determinante en sus ventas. El dato contrasta con el rol que tradicionalmente cumplía la fecha como dinamizadora de sectores estacionales. Otro factor que impactó negativamente fue la coincidencia con un fin de semana largo. Esto redujo el flujo de clientes en zonas comerciales y derivó parte del gasto hacia el turismo y el ocio, especialmente en regiones donde el movimiento peatonal es clave para la venta. Comportamiento por rubro De los seis sectores relevados, cuatro mostraron subas interanuales, aunque de escasa magnitud: Equipos periféricos, accesorios y celulares (+9,7%) lideró el repunte, aunque con ventas concentradas en productos económicos. Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video subieron un 5,8%, con leve movimiento comercial y foco en artículos de bajo precio, como afeitadoras. Cosméticos y perfumería creció 4,6%, impulsado por promociones agresivas y un mayor uso del canal online. Calzado y marroquinería registró un alza del 0,6%, sostenida por ventas de pantuflas y zapatillas económicas. En cambio, Indumentaria fue el rubro con peor desempeño, con una caída del 12%, afectado por un consumo retraído a pesar de las rebajas. Las ventas se centraron en prendas en oferta, y las promociones bancarias tuvieron un efecto momentáneo. Por su parte, Librerías retrocedió un 8,6%. Las facilidades de pago intentaron compensar la baja demanda, pero la competencia con plataformas digitales y la debilidad del consumo presencial impactaron los márgenes. Un consumo retraído y estructuralmente débil El balance general de la fecha evidencia un mercado en retracción, donde ni las promociones ni las estrategias de financiación lograron revertir la tendencia descendente. A pesar de una inflación en descenso, los altos niveles de endeudamiento y la pérdida de ingresos reales continúan condicionando el consumo. La celebración del Día del Padre, que históricamente representaba un pico de ventas para ciertos sectores, volvió a reflejar los signos de una economía todavía debilitada, con expectativas de recuperación aún lejanas para el comercio minorista. Fuente: Infobae
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