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  • Piden juicio oral para tres mujeres acusadas de integrar una banda que captaba a sus víctimas en aplicaciones de citas y las drogaba para robarles

    Concepcion del Uruguay » 03442noticias

    Fecha: 15/06/2025 11:54

    La investigación incluyó cuatro casos, ocurridos entre agosto de 2024 y enero de 2025, donde los hombres fueron despojados de sus celulares y de dinero en efectivo, entre otros bienes, en distintos barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dos de las acusadas son madre e hija. El fiscal pidió la extracción de ADN de las imputadas para su remisión al Registro Nacional de Datos Genéticos. El fiscal a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 7, Leonel Gómez Barbella, solicitó que tres mujeres actualmente detenidas -dos de ellas, madre e hija- vayan a juicio oral acusadas de haber integrado una asociación ilícita dedicada a robarle a hombres que contactaban a través de redes sociales y aplicaciones de citas. Además, en un pedido novedoso para casos que no implican delitos de índole sexual, el representante del Ministerio Público Fiscal le pidió al juez que se les extraiga muestras de ADN a las imputadas para el Registro Nacional de Datos Genéticos. De acuerdo con la acusación, la organización habría funcionado entre agosto de 2024 y enero de 2025 en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según el requerimiento de elevación a juicio, Camila Cardozo (22) y Celeste Benítez (23) fueron señaladas como integrantes de la asociación ilícita, mientras que Romina Cardozo (39) fue considerada como partícipe necesaria. Tanto Camila como su madre Romina fueron acusadas por un hecho de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada. A su vez, se señaló a las tres imputadas como autoras del delito de robo por haber sido cometido en poblado y en banda: en el caso de Cardozo hija, en cuatro oportunidades; su madre, en dos ocasiones; y Benítez, en un hecho. Asimismo, tanto a Camila Cardozo en dos de los hechos como a Benítez en uno de los episodios, se las acusó como responsables del delito de suministro a título gratuito y ocasional de estupefacientes agravado por haberse cometido subrepticiamente o con engaño y por la intervención de tres personas organizadas para cometerlo. “Los hechos responden a una modalidad idéntica: las imputadas se contactan con las víctimas a través de diferentes redes sociales y/o aplicaciones o sitios web destinadas a concretar citas, registrándose con distintos pseudónimos y coordinando encuentros personales, tanto en los domicilios de los damnificados o en lugares que le indiquen y, en su caso, sustraían sus pertenencias mediante la utilización de armas de fuego y/o el suministro de sustancias narcóticas, con la participación de otras personas”, explicó el fiscal en el requerimiento de elevación a juicio. Las maniobras investigadas Bajo la modalidad conocida comúnmente como “viudas negras”, las tres imputadas participaron de cuatro robos cometidos a hombres que residían en distintos barrios porteños. Según la investigación, el primero de los hechos sucedió el 24 de agosto del año pasado luego de que Camila Cardozo contactara al damnificado a través de la red social Badoo. Allí se hacía pasar por “Delfina” y bajo ese nombre estuvieron hablando durante un mes, hasta que la imputada lo citó en un domicilio de Villa Soldati. Al ingresar al edificio y subir hasta el piso indicado, fue abordado por tres hombres, dos de los cuales portaban armas de fuego. Según relató, tras ordenarle que se quede quieto, le quitaron su celular iPhone 15 Pro con sus auriculares y lo obligaron a transferir 365.000 pesos a una cuenta a nombre de Romina Cardozo, madre de la imputada. Según el requerimiento, una situación similar vivió el segundo de los damnificados, que también fue citado a ese mismo edificio el 8 de octubre de 2024. En ese caso, Camila Cardozo había acordado el encuentro a través de Instagram. Al llegar al sexto piso, el hombre fue sorprendido por dos hombres que lo obligaron a entregar su celular Samsung Galaxy ZFLIP5 y a transferir 52.000 pesos, otra vez a la cuenta de Romina Cardozo. Siempre según la acusación fiscal, el 11 de enero de 2025 y bajo el seudónimo “Cande23”, Camila Cardozo pactó un encuentro a través de la aplicación de citas Tinder con el tercero de los damnificados. Por ese motivo, fue hasta el edificio donde vivía la víctima, ubicado en Colegiales, y cenó con él. Inmediatamente después, le preparó una bebida que contenía vodka con un energizante. Tras ingerirla, el hombre fue perdiendo el conocimiento y solo logró percibir que su cuerpo era manipulado por otras personas. Cuando despertó, cerca de las 11.00 de la mañana del día siguiente, se dio cuenta que su vivienda estaba desordenada. En su denuncia, marcó que le faltaban su notebook Apple, su teléfono iPhone 11, una valija con una lente de fotografía Nikon, un monitor marca Samsung y el juego de llaves de su casa. El último de los hechos ocurrió el 22 de enero pasado. Camila Cardozo, bajo el seudónimo de “Magui”, y Celeste Benítez como “Ailén” se encontraron con el cuarto damnificado sobre la avenida Directorio al 2800 del barrio de Flores, donde habían pactado con él para que las pase a buscar. Tras subirse a su auto, se dirigieron hacia el departamento del hombre, en el barrio de Monserrat. Según la víctima, las dos mujeres le sugirieron de invitar a una tercera chica, que ingresó al lugar como “Maca”. Los cuatro comenzaron a beber tragos con gin hasta que él se quedó dormido. Cuando despertó, vio que su casa estaba totalmente desordenada y que le habían robado una notebook Toshiba, un celular Samsung A51, una caja fuerte, un reloj Rolex de oro, un facón con mango de plata y apliques de oro y cinco anillos, una pulsera y una cadena, todo de oro, además de su pasaporte español. El análisis de los casos El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°27 delegó la investigación en la fiscalía, que llevó adelante la pesquisa con la colaboración de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad y tres dependencias vecinales de esa fuerza. En ese marco, sostuvo que los cuatro casos tuvieron “una misma lógica ilícita de parte de las personas imputadas”. A través de todas las evidencias recolectadas y los datos aportados por los denunciantes, el MPF solicitó una serie de allanamientos y detenciones, medidas a las que el Juzgado hizo lugar. Además del testimonio de las víctimas, se realizó un análisis de las transferencias que fueron obligados a hacer. De esa forma, se llegó a la cuenta de Romina Cardozo. A partir de allí, se comenzó una búsqueda en redes sociales sobre perfiles que pudieran coincidir con la descripción de las atacantes. Dentro de la investigación se destacó el informe realizado por la División Papiloscopía y Patronímica de la Policía de la Ciudad en el que se hallaron huellas digitales en el interior del inmueble de Colegiales. Esa evidencia se cotejó en el Sistema de Identificación Multibiométrico que arrojó que dos de ellas -halladas en una botella de vodka- correspondían al pulgar derecho e izquierdo de la imputada Camila Magalí Cardozo. A la par, se analizaron los videos de seguridad de los distintos domicilios. Uno de ellos es justamente del edificio de la tercera de las víctimas, donde quedó filmado cómo bajan del ascensor con valijas que presuntamente contenían lo que habían robado del departamento. Las calificaciones legales Para la fiscalía, Camila Magalí Cardozo y Romina Elizabeth Cardozo junto con otras personas que aún no han podido ser identificadas sustrajeron ilegítimamente las pertenencias que traían dos de las víctimas “ejerciendo para ello violencia en las personas, la cual tuvo lugar cuando los imputados exhibieron armas de fuego y un elemento simulando una de éstas, respectivamente, para reducirlas, apoderándose así de los bienes”. De acuerdo con el requerimiento, existió una distribución de roles dentro de la organización, que se materializó cuando Camila Cardozo “logró concretar las distintas citas en el Complejo Habitacional Villa Soldati haciendo pasar a las víctimas al interior del mismo” para ser reducidas por sus cómplices, obtener las pertenencias y que Romina Elizabeth Cardozo recibiera en su cuenta de Mercado Pago el dinero que le fue transferido desde las cuentas de los damnificados. El fiscal Gómez Barbella afirmó que Celeste Ayelén Benítez y Camila Magalí Cardozo se apoderaron de los bienes de los otros dos damnificados “ejerciendo para ello violencia al hacerles perder la conciencia, respectivamente, mediante la dosificación de una sustancia tóxica en sus bebidas para que, una vez que estos perdieran el conocimiento en forma coordinada se hicieran de los bienes de ambos”. “En esta misma senda, la repartición de tareas también se conformó cuando la encartada Camila Cardozo consiguió arreglar un encuentro en los domicilios de las víctimas y una vez allí, mientras las mismas estaban bajo el efecto de sustancias adormecedoras, con la ayuda de sus consortes -Celeste Benítez y otras personas que aún no pudieron ser identificadas- se hicieron de elementos de valor ajenos”, señaló el fiscal. Para Gómez Barbella, quedó probada la participación en los hechos de por lo menos tres personas, lo necesario para que se agrave el robo. “El fundamento de esta agravante reside en el estado de indefensión en el que se coloca a las víctimas ante el número de personas que concurren en el hecho, pues se aumenta el poder vulnerante producto de la pluri-participación”, remarcó. Además, consideró que debían responder por el suministro de estupefacientes. “Ello quedó demostrado a partir de las versiones brindadas por ambos damnificados quienes expresaron que en forma subrepticia les colocaron material estupefaciente al punto tal que los dejaba inconscientes por un gran período de tiempo y un gran malestar corporal al despertar, para así poder desapoderarlos de sus bienes y lograr su impunidad”, explicó. Con respecto a la asociación ilícita, consideró que quedó claro, por la forma en que se cometieron los hechos, que las tres integraban una banda dedicada a llevar a cabo distintos robos con una misma modalidad, comúnmente llamada “viudas negras’” “Esa dinámica organizacional lejos de agotarse en la consumación de las sustracciones -algunas con armas de fuego-, se extendía también al suministro de sedantes y/o somníferos a las víctimas, a compeler a éstas a desbloquear sus aparatos telefónicos con el objeto de realizar transferencias de dinero a cuentas indicadas por los encartados y concretar el desapoderamiento ilegítimo de éstos, utilizando la cooperación de otros sujetos que intervinieron en los sucesos y que aparecen en imágenes fílmicas que forman parte de la estructura, que no han sido identificados en la investigación”, recalcó. “Esto, evidentemente, es otra pauta que revela el ‘pacto’ entre el grupo y termina de desplazar el concepto de ocasionalidad, ya que se traduce en procurar un rédito económico. Este ‘modus operandi’ demuestra la ‘cohesión grupal’ o de ‘organización estructurada’ que exige el tipo penal en estudio”, consideró en otro tramo del requerimiento. Por último, el fiscal consideró que el juez debe ordenar la extracción de material genético de las imputadas para su posterior envío al Registro Nacional de Datos Genéticos. Si bien recordó que la Ley 26.879 en su redacción original establecía que se aplicaba el procedimiento para los delitos de índole sexual, con los cambios efectuados en la normativa en octubre de 2024 a través de la ley 27.759, los robos agravados también se encuentran contemplados.

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