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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/06/2025 10:40
Técnicos recomiendan acciones tempranas y planificadas para frenar el avance de brotes leñosos que compiten con las pasturas y degradan el sistema (inta) En los campos ganaderos del norte argentino, los renovales —esos brotes vigorosos que emergen tras un desmonte o rolado— se multiplican con rapidez y se transforman en un serio obstáculo para la producción. Se trata de especies leñosas nativas, como espinillos, talas, ñandubay y coronillas, que vuelven a ocupar el terreno desde raíces o tocones y colonizan áreas que habían sido destinadas a pasturas. Su presencia limita el crecimiento de gramíneas, reduce la movilidad del ganado y complica el uso de maquinaria, al mismo tiempo que incrementa los costos del manejo. Desde la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA en El Colorado, provincia de Formosa, un equipo de especialistas advierte que estos rebrotes, si no se controlan a tiempo, afectan de forma directa la eficiencia del sistema forrajero. Los renovales se multiplican con rapidez y se transforman en un serio obstáculo para la producción (inta) “Los renovales compiten activamente con las pasturas por agua, luz, nutrientes y espacio físico”, señaló Federico Miranda, director de la EEA, quien remarcó que este tipo de competencia sostenida termina generando una pérdida en la productividad del sistema. Los renovales son típicos del monte chaqueño. Son especies que responden con fuerza a la alteración del ambiente y buscan recuperar la vegetación original. Por sus características —crecimiento veloz, alta densidad y raíces agresivas— logran sombrear a las gramíneas forrajeras e interfieren en su fotosíntesis. Esto favorece el avance de especies menos palatables y de bajo valor productivo. Prevención y controles: cuándo y cómo intervenir Una de las claves para evitar la proliferación de renovales está en la planificación. Según Miranda, es fundamental comenzar por una correcta siembra e implantación de la pastura, utilizando semillas certificadas y limpias, con un manejo que mantenga el tapiz denso y vigoroso. A su vez, el pastoreo regulado y una fertilización oportuna son aliados importantes para evitar que las especies leñosas se impongan. En los momentos previos o inmediatos a la siembra, el uso de herbicidas residuales puede marcar la diferencia. Estos productos permiten controlar la emergencia inicial de malezas, aunque su elección debe considerar tanto el tipo de maleza como la especie de pastura a implantar. “Cada pastura megatérmica tiene sensibilidades distintas. Por eso, la elección del agroquímico debe estar supervisada por un profesional, como un ingeniero agrónomo o zootecnista”, explicó el especialista. Para situaciones en las que los renovales ya están instalados en una pastura implantada, existen diferentes estrategias de control. Una de las más utilizadas es el rolado selectivo, especialmente efectivo sobre rebrotes jóvenes, de entre 1,5 y 2 metros de altura. Esta técnica se aplica con rolos de arrastre durante la primavera o el verano, cuando las plantas tienen mayor contenido de savia y son más quebradizas. Si bien es una herramienta eficaz, requiere repasos periódicos. Otra alternativa es el desmalezado manual o mecánico, realizado con hachas, machetes o desmalezadoras de disco. Este método, aunque útil en áreas reducidas o con plantas aisladas, es costoso y laborioso. Enfoques integrados para resultados sostenibles Más allá de las herramientas individuales, el enfoque más eficiente y sostenible para el control de renovales suele ser la combinación de métodos. Miranda destacó que una estrategia común y efectiva consiste en realizar un rolado inicial, seguido de aplicaciones foliares o tratamientos localizados sobre los tocones. Este tipo de manejo integrado permite reducir la presión de las leñosas y da lugar a una recuperación progresiva del sistema forrajero. La experiencia pone de relieve que, frente a un problema estructural como el avance de los renovales, la anticipación y la planificación son aspectos decisivos. Fuente: Inta
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