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» Elterritorio
Fecha: 15/06/2025 08:23
Desde el Registro Provincial de Niños, Niñas y Adolescentes Extraviados insisten en que la denuncia debe ser inmediata. Todavía hay búsquedas activas desde 2024 y desde 2018 domingo 15 de junio de 2025 | 6:05hs. El 65% de las denuncias se concentran en Posadas, precisaron. Foto: Natalia Guerrero En lo que va del año, el Registro Provincial de Niños, Niñas y Adolescentes Extraviados -del Ministerio de Derechos Humanos- intervino en 121 denuncias por desaparición de menores. De ese total, 120 ya fueron restituidos a sus hogares, mientras que continúa la intensa búsqueda de una menor oriunda de Colonia Victoria. La cifra revela que disminuyeron las denuncias por menores extraviados en comparación al primer semestre del 2023, en el que -ya entrado junio- se habían registrado 160 casos. El comisario Leonardo Esteche es el responsable de la entidad y explicó que el promedio anual de denuncias recibidas oscila entre los 250 y 280. “El 2023 cerró con un total de 287 casos, de los cuales uno, una joven de Oberá, aún permanece bajo búsqueda activa”, precisó en diálogo con El Territorio. El índice del año que corre, aunque es alentador, esconde detrás una articulación permanente con otros organismos del Estado y con organizaciones internacionales, como Missing Children. Sin embargo, reconocen que el punto a trabajar es concientizar a las comunidades de que, ante la ausencia de un menor, cada minuto cuenta. El Registro está vigente desde 2010 en Misiones, pionera en poner a disposición de la sociedad un mecanismo como este en el país. Bajo la Ley II N° 23, “se establece que cada comisaría nos debe informar dentro de un plazo de 12 horas sobre las denuncias. A partir de ahí, lo incorporamos a nuestra base de datos”, amplió Esteche. La información, que aseguran llega “en tiempo real”, se centraliza en un canal de comunicación integrado por los jefes de las Unidades Regionales de la Policía y autoridades del Ministerio. Una vez recibido el reporte, se activa una red de colaboración que incluye a organismos nacionales, provinciales y municipales, junto a organizaciones civiles. Sin embargo, el rol central del Registro es la difusión: “Nuestro granito de arena dentro de la búsqueda es la difusión masiva por todas las redes sociales”, subrayó Esteche. Al menos un 65% de las denuncias recibidas en lo que va del 2025 se concentran en Posadas. Los casos se replican por toda la provincia y en municipios de densidad demográfica variada. Derribar los prejuicios De la estadística hecha hasta la fecha preocupa el extravío de una menor de la zona norte de Misiones que todavía no fue hallada. Se suma a la búsqueda activa de una joven obereña que desde el año pasado no fue ubicada por su familia ni por las autoridades, junto a casos que todavía resuenan en la comunidad misionera, como la desaparición en 2018 de la adolescente Candela Correa De Melo, en San Vicente. Sobre los casos de este año y del anterior, Tatiana Oscherow, directora de Asuntos Jurídicos del Ministerio -área de la que depende el Registro-, explicó que las familias están en contacto con las jóvenes perdidas. Sin embargo, hasta que no haya denuncia de hallazgo y retorno al hogar las búsquedas y los datos en el sistema se mantienen, por orden de los juzgados intervinientes. Al respecto, Oscherow aclaró a El Territorio que “lo que se busca es que ese niño, niña o adolescente sea efectivamente reintegrado a su familia o a su entorno para que nosotros podamos difundir, posteriormente, que el menor ya fue hallado”. Detrás de cada ausencia hay una historia. Y no son pocos los casos denunciados que sacan a la luz otras problemáticas, vinculadas a violencia familiar, problemas en la escuela o relaciones sentimentales no consentidas. Pero, bajo ningún punto de vista, alguna de esas sospechas debe ser motivo para no denunciar: “Cada caso se debe tomar con la mayor seriedad y urgencia”, subrayó Esteche. Y “en casos en los que se detecte violencia familiar o de otro tipo, lo que se hace es elevar la denuncia policial al Juzgado correspondiente”, amplió la directora. Frente a este escenario, el mensaje del Registro es inflexible: “La denuncia tiene que ser en forma inmediata. No hay que esperar ni una hora, ni 24 horas menos. Lamentablemente, en algunos lugares se tiene instalado eso”, advirtió el funcionario. La preocupación toma otros ribetes al considerar que poco más del 90% del territorio provincial es de frontera y que el tráfico de personas no es un problema ajeno a nuestro contexto. “Pasar a Paraguay o a Brasil, depende de la zona, es cuestión de un rato. Hay frontera seca, hay muchos pasos clandestinos. El tiempo que se tarda en denunciar es tiempo que se pierde en la investigación”, recalcó Esteche al señalar la importancia de efectuar la denuncia policial apenas se sepa o se sospeche de la ausencia de un menor. En esa línea, Oscherow recordó que todos los agentes policiales “tienen la obligación de tomar la denuncia inmediatamente, así el menor se haya ausentado varias veces. Si se niegan, hay que acercarse a otra comisaría o a la Jefatura, para manifestar que no se les quiso tomar la denuncia y radicarla ahí”. Lo mismo debe hacerse cuando hay datos -sean precisos o no- de dónde podría estar el niño o niña extraviado: “Hay que avisar en la comisaría o al 911 para que los agentes se acerquen al lugar y corroborar que esté ahí”. Prevenir e informar Cuando un menor es localizado, el procedimiento no termina allí. Las familias o tutores deben ampliar la denuncia en sede policial para que se proceda con exámenes médicos. De ser necesario, el Ministerio junto con la Policía y las áreas de Niñez de los municipios activan líneas de asistencia psicológica para las víctimas. “Es fundamental que denuncien, porque si no, la búsqueda sigue activa y los recursos continúan dispuestos para eso”, aclararon. Posterior a esa denuncia, se publican nuevos flyers informando que el menor ya fue hallado, para cerrar el círculo comunicacional. Dentro del trabajo de búsqueda-que, reconocieron los entrevistados, es tarea de toda la comunidad- la prevención e información son eslabones clave. Bajo esa premisa, el equipo del Registro de NNyA Desaparecidos brindan charlas informativas en escuelas, tanto para padres como para estudiantes, con alta receptividad. “Es impresionante cómo en las charlas los padres se involucran y tienen estas dudas: cuándo y dónde hacer la denuncia. Son cosas que uno cree que se dan por sentadas, pero no es así”, comentó Oscherow. En esa tarea también resaltaron la importancia de que las y los jóvenes se involucren y sepan de situaciones de riesgo que pueden ser evitables. “Les contamos casos reales para que vean que estas cosas pasan y que, a veces, se pueden prevenir si avisan a tiempo”, amplió Esteche. Compartí esta nota:
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