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» Elterritorio
Fecha: 15/06/2025 03:40
Marcelo Núñez será juzgado el 18 y 19 de junio por la muerte de su pareja, a quien habría matado e incinerado en plena cuarentena. Asegura que murió de Covid y actuó por orden médica. sábado 14 de junio de 2025 | 20:45hs. La comunidad sanvicentina donde ocurrió el crimen. La semana que viene se desarrollará el juicio oral contra el cacique Marcelo Núñez, acusado de asesinar e incinerar a su pareja, María Solange Diniz Rabela (22), en la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty de San Vicente durante la etapa más estricta de la pandemia, episodio en el que utilizó el contexto sanitario como coartada para justificar sus actos. El Tribunal Penal Uno de Oberá fijó las audiencias para los días martes 18 y miércoles 19 de junio, en las que Núñez -conocido como Claudio- enfrentará cargos por "homicidio agravado por femicidio", es decir, mediando violencia de género, delito que prevé prisión perpetua. La defensa del cacique sostiene desde el inicio que la joven murió por un cuadro compatible con Covid-19 y que él actuó siguiendo instrucciones de médicos que habrían recomendado cremar y enterrar el cuerpo por cuestiones sanitarias. Pero esa versión fue rechazada por los investigadores, y será uno de los puntos centrales del debate. Una versión que se desmoronó El hecho ocurrió el 12 de abril de 2020, pero recién fue denunciado formalmente cuatro días después, cuando la familia de la joven -madre de dos hijos- alertó a las autoridades sobre su desaparición. La Policía ingresó a la comunidad y encontró restos óseos calcinados a unos 200 metros de la casa del cacique. Núñez explicó que la joven había tenido fiebre, tos y que, al fallecer, un médico le indicó que el cuerpo no podía ser trasladado. "Hice lo que me dijo el médico", se excusó en un audio enviado a un funcionario municipal. También sostuvo que los agentes de salud se habían comunicado con la Policía para autorizar la cremación. Sin embargo, médicos y otros visitantes habituales de la comunidad negaron haberle dado esas instrucciones. Y varios miembros de Tarumá Poty declararon que la incineración no forma parte de sus prácticas tradicionales, lo que contradice lo que el cacique intentó hacer pasar como una costumbre cultural adaptada al contexto de emergencia. En el domicilio del acusado, además, los investigadores hallaron un serrucho y mantas con sangre, indicios que alimentaron la sospecha de una muerte violenta. Aunque la autopsia no pudo determinar la causa del deceso por el estado del cuerpo, la fiscalía considera que la incineración fue utilizada para borrar pruebas del crimen. Dos jornadas para esclarecer el caso El juicio estará a cargo del tribunal compuesto por los jueces Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Julio Carvallo (subrogante), y se escuchará el testimonio de 14 personas, entre ellas vecinos de la comunidad, personal de salud y peritos forenses. La acusación será llevada adelante por el fiscal David Ezequiel Augusto Milicich, mientras que la defensa del cacique estará a cargo del abogado Jorge Zabulanez. También se convocó a un intérprete guaraní para garantizar el derecho del imputado a comprender todo el proceso. El debate oral iba a realizarse en agosto de 2024, pero una nulidad en la elevación a juicio demoró el trámite. Ya subsanado ese error procesal, el juicio se concretará la semana próxima, a más de cinco años del crimen. En caso de ser hallado culpable, Marcelo Núñez podría recibir una condena de prisión perpetua, que implica 35 años de cumplimiento efectivo.
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