Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Sankofa: El África vuelve

    Parana » AIM Digital

    Fecha: 15/06/2025 02:30

    El huevo del mundo está ampliamente difundido en las culturas tradicionales. En el conocido símbolo chino, es la unidad primigenia que flotaba en el vacío conteniendo en germen al yin y al yang, y al abrirse permitió constituirse y evolucionar a toda la realidad. En el hinduísmo el huevo de oro simboliza el inicio de la existencia. Del mitológico huevo del mundo (Hiranyagarbha) surgió Brahman y luego el embrión del universo. Para la doctrina bantú de los Akan de Ghana el pájaro mítico Sankofa lleva en el lomo un huevo de oro. El ave avanza con la cabeza vuelta hacia atrás tratando de asir el huevo. El huevo es la sabiduría original, que se debe recuperar o conservar, nunca olvidar, mientras se avanza. El Sankofa implica algunas ideas fundamentales: -Como para todo saber tradicional, la historia es cíclica, no lineal. -El pasado es valioso porque conocerlo permite orientarse en el presente y planificar el futuro. -No hay que olvidar las raíces, porque en ellas están nuestra fortaleza y nuestro sentido de pertenencia. -Se puede aprender de los errores del pasado si se los conoce, para no repetirlos. -Yo soy porque nosotros somos. La cuestión es particularmente importante en Africa, continente arrasado por el colonialismo europeo, sobre todo en los siglos XIX y XX; pero que trata de volver por lo suyo mientras sigue hacia adelante, como el pájaro Sankofa gira la cabeza hacia el huevo dorado que carga en el lomo. Africa está superando el colonialismo de viejo estilo; pero ahora la opresión es de africanos contra africanos. Los dictadores que se encaraman generalmente por poco tiempo han recogido la semilla sembrada por Europa; por eso el Sankofa vuelve como símbolo de la sabiduría genuinamente africana y tradicional. A veces la misma idea de recuperar el pasado como orientación del porvenir se representa como el pájaro Sankofa volando hacia adelante con el huevo dorado en el pico y mirando hacia atrás. Sankofa es una palabra compuesta del idioma Twi que habla el pueblo Akan de Ghana. San significa regresar; ko significa ir; y fa traer o buscar. Lo bueno y lo malo del pasado han sido necesarios para constituir el presente y son la base del futuro. Es necesario entonces traer la sabiduría del pasado, sobre todo si hay riesgo de perderla, para construir con ella un futuro sólido. El proceso tiene en cierto aspecto un punto final, porque el saber culmina en la sabiduría eterna. El Sankofa no implica considerar menos desarrollados, menos inteligentes ni menos civilizados a los que nos precedieron, al contrario, porque los que viven en el presente sin dudas han dejado por el camino algo de lo que se debió transmitir por tradición. En todo caso se debe aprender de ellos y agradecer el mundo que dejaron al porvenir. Es un punto de vista muy alejado de "después de mí, el diluvio", que se atribuye al rey de Francia Luis XV y que parece ser el lema no expresado que preside la explotación irracional de la naturaleza que practica la pseudorracionalidad técnica moderna. Las potencias imperiales cultivaron cuidadosamente en Africa la corrupción política y la violencia y procuraron mediante la propaganda y la aculturación poner toda la responsabilidad en los propios africanos. Crearon estados arbitrariamente, trazando fronteras en línea recta, con regla en el mapa, de modo de separar grupos que tradicionalmente estaban unidos y sabían trabajar en comunidad. En Abya Yala el Tahuantinsuyo ("las cuatro regiones juntas") sigue siendo para descendientes de los pueblos originarios su verdadero país, pero los Estados modernos han creado fronteras como resultado de sus discordias. Actualmente, el gobierno argentino se propone hacer una cerca de alambres de púas en la frontera con Bolivia con el pretexto del narcotráfico. El modo tradicional africano eran organizaciones que a partir de la familia constituían grupos, tribus y naciones dirigidas por una personalidad que gobernaba mediante la consulta y promovía la autosuficiencia. Los líderes tradicionales velaban por el funcionamiento de las actividades económicas, legales, los sistemas matrimoniales y los rituales, que se consideraban indispensables para la salud de la comunidad. Las dictaduras que establecieron las potencias imperiales europeas junto con la corrupción no tenían lugar en la cosmovisión tradicional africana, que entendía que el fracaso de un gobernante ponía en riesgo tanto al individuo como a la comunidad. El teólogo negro tanzano Laurencio Magesa, sacerdote católico, se refiere indirectamente a mirar atrás para recoger la sabiduría mientras se avanza, como el pájaro Sankofa, cuando advierte que los líderes africanos deben velar por el uso sabio de los recursos para no afrentar a los antepasados. Según Magesa "perturbar cruelmente el orden creado abusando de él irrespetuosamente significa manipular peligrosamente la vida humana. Si el mundo es perturbado, Dios, los espíritus y los antepasados también son perturbados". Esta visión contrasta con la que impuso occidente mientras dominó el África. Francia tuvo una presencia muy significativa en el continente. Su ex presidente, Nicolás Sarkozy, la resumió en un discurso de 2007: propuso como solución que África imitara a Occidente en razón y conciencia universal, "ya que África carece de razón". Es un argumento parecido al de Hegel sobre Abya Yala: Los originarios de nuestro continente son pueblos sin historia. La historia de Abya Yala tras la conquista y colonización es apenas un episodio de la historia europea. El ser humano alcanzó la autoconsciencia en Europa, donde conoció la libertad como autonomía y autodeterminación, Para Hegel Europa es el "non plus ultra" del desarrollo ideológico de la humanidad. Las religiones africanas están entre lo que se debe recuperar, porque como cualquier creencia tradicional no implica trabajo misionero ni propagación de la fe, ni responden a la necesidad de asegurar ninguna verdad en el resto del mundo. Cuando en Abya Yala los indígenas advertían que muchas personas seguían a Jesús, entendían que había acumulado gran fuerza y lo incorporaban sin problemas a su panteón de dioses. Al principio los misioneros católicos creían que se habían convertido, hasta que caían en la cuenta de lo que había pasado y hacían tronar el escarmiento. Del otro lado, los indígenas no entendían qué se pretendía de ellos. Por eso Sankofa implica una comprensión del otro que es fuente de un espíritu de cooperación y vida armoniosa con personas de otras religiones. De la Redacción de AIM.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por