14/06/2025 15:45
14/06/2025 15:45
14/06/2025 15:45
14/06/2025 15:45
14/06/2025 15:45
14/06/2025 15:44
14/06/2025 15:43
14/06/2025 15:43
14/06/2025 15:43
14/06/2025 15:41
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/06/2025 02:50
El repunte del crédito al sector privado comenzó a gestarse tras la eliminación de los pasivos remunerados el 22 de julio de 2024, una medida que obligó al sistema financiero a retomar su rol central de intermediación La banca argentina ha vuelto a priorizar la canalización de recursos hacia hogares y empresas, según lo reflejan los datos más recientes que muestran un salto en el flujo de fondos destinados al crédito productivo. Diversos sectores empiezan a mostrar expectativas de mayor acceso al crédito, tras varios años de condiciones restrictivas. En mayo de 2025, los créditos otorgados al sector privado alcanzaron la mayor proporción respecto de los depósitos de origen privado de los últimos siete años. Este repunte comenzó a gestarse tras la eliminación de los pasivos remunerados el 22 de julio de 2024, una medida que obligó al sistema financiero a retomar su rol central de intermediación entre los depósitos y el financiamiento al sector privado, sin la competencia dominante del Estado en la captación de fondos. Según los técnicos del Banco Central, los pasivos remunerados respondían a la necesidad de esterilizar el exceso de masa monetaria emitida para cubrir el déficit fiscal. La migración de estos instrumentos a deuda del Tesoro Nacional -a través de la emisión de Letras a tasa fija desde mayo de 2024 por parte del Ministerio de Economía- constituyó el paso final en la eliminación de una fuente de emisión endógena que afectaba la programación monetaria y el combate contra la inflación. El fin de los pasivos remunerados del BCRA revirtió un escenario de exclusión financiera del sector privado (crowding out) y promovió el regreso del crédito bancario al circuito productivo (crowding in) Este giro estratégico revirtió un escenario de exclusión financiera del sector privado (conocido como crowding out) y promovió el regreso del crédito bancario al circuito productivo (crowding in). Las estadísticas del Banco Central dan cuenta de este fenómeno: los préstamos al sector privado han crecido en relación a los depósitos privados, acercándose a los valores previos a los picos de presión fiscal. Para medir el alcance de la recuperación, se analizó la relación entre préstamos y depósitos privados en los meses de mayo desde el período anterior a la hiperinflación de 1989 hasta la actualidad. Esta serie histórica permite comparar el avance reciente con el comportamiento promedio de las últimas casi cuatro décadas. En 2025, este indicador alcanzó el 69,7%, el nivel más alto desde 2018, tras tocar un piso de 48,7% en 2023, año final del mandato de Alberto Fernández. Esta cifra también supera el 53,9% de 2004, momento aún afectado por la inercia descendente poshiperinflación. En aquel contexto, la proporción había llegado a 279,6%, aunque sobre volúmenes reales muy bajos por la depreciación. El promedio de la relación entre préstamos al sector privado y depósitos privados durante los últimos 37 años fue del 96,2%. Actualmente, aún resta acortar una brecha de 26 puntos porcentuales para alcanzar ese promedio. En 2024, el margen se redujo en 6,3 puntos porcentuales, y en 2025 en otros 14,7, por lo que, de mantenerse el ritmo de expansión, el objetivo se vislumbra alcanzable en el corto plazo. Trayectoria en pesos y dólares El crecimiento de la relación entre los préstamos y depósitos al sector privado fue perceptible tanto en el segmento en pesos como en el de dólares, aunque con matices particulares. En los últimos doce meses, la relación entre préstamos y depósitos privados en pesos subió de 59% a 80,5%, acercándose al promedio histórico de 95,7 por ciento En moneda nacional, la evolución resultó más veloz: en los últimos doce meses, dicha relación subió de 59% a 80,5%, un aumento de 21,5 puntos porcentuales, acercándose al promedio histórico de 95,7%. Todavía existe margen para alcanzar el valor medio registrado en las últimas tres décadas, aunque para eso los analistas del mercado creen que será necesario que bajen las tasas de interés y los costos asociados, como el cargo del IVA sobre el costo financiero. En el segmento en dólares -enfocado sobre todo en el sector exportador y empresas vinculadas a insumos para la exportación- la suba fue más limitada. Desde un mínimo de 26,3% en mayo de 2022, el indicador sumó tres puntos en 2023, experimentó un repunte significativo en 2024 (12 puntos), pero avanzó apenas cuatro puntos en el último año. La diferencia respecto al promedio histórico de 117,3% sigue siendo elevada, con una brecha cercana a 72 puntos porcentuales. Los movimientos en mayo último El Informe Monetario Mensual del BCRA reporta que en mayo los préstamos en pesos al sector privado crecieron $3,7 billones, equivalente a un incremento promedio del 2,7% mensual a valores constantes. Aunque la velocidad de expansión se redujo, el stock de créditos en términos reales duplicó (subió 135%) respecto a enero de 2024, acumulando 14 meses consecutivos de subas. En proporción al PBI, el crédito trepó a 8,6%, cuatro puntos y medio por encima del valor de comienzos de año, y el índice de préstamos sobre depósitos se duplicó respecto al cierre de 2023. En proporción al PBI, el crédito trepó en mayo a 8,6% del PBI, cuatro puntos y medio por encima del valor de comienzos de año, y el índice de préstamos sobre depósitos se duplicó respecto al cierre de 2023 (BCRA) El informe del BCRA subraya la generalización de la mejora en casi todas las líneas crediticias, con la excepción de los préstamos instrumentados mediante documentos, que registraron una baja en mayo tras doce meses de alzas. Los adelantos mostraron un incremento mensual real de 3,7% y una variación interanual de 47,9%. A nivel agregado, los préstamos comerciales igualaron los valores de abril, pero resultaron 88% superiores a los de un año atrás. Dentro de los créditos con garantía real, los préstamos hipotecarios crecieron a tasas de dos dígitos por décimo mes consecutivo (13,9% mensual y 269,6% interanual real). La mayor parte del impulso provino de los créditos ajustados por UVA. Por su parte, los prendarios subieron 5,8% en el mes y totalizan una suba interanual real de 167,1%. Las líneas de crédito con garantía real, en conjunto, experimentaron una variación positiva de 8,9% mensual, repitiendo el ritmo de abril. El crédito al consumo también mantuvo una tendencia positiva, aumentando 3,6% mensual a valores constantes en mayo. Los préstamos personales crecieron 4,4% y las financiaciones con tarjeta de crédito 3,0%. En los últimos doce meses, estos rubros acumulan subas de 236% y 75,8%, respectivamente. En moneda extranjera, los préstamos al sector privado aumentaron USD 1.192 millones en mayo y finalizaron el mes en USD 15.732 millones, destacándose el crecimiento en documentos a sola firma. Expectativas sectoriales La percepción empresarial sobre el acceso al crédito también mostró un giro favorable. Según datos del Indec para el periodo mayo-julio de 2025, el 41,4% de las empresas manufactureras proyecta necesitar más financiamiento que en el mismo tramo de 2024, mientras que solo el 2,9% prevé una reducción, generando un saldo neto positivo de 38,5 puntos. En el sector de la construcción las previsiones sobre el uso de crédito muestran optimismo, especialmente entre las compañías dedicadas a obra pública, con un saldo neto favorable de 26 puntos. Entre las firmas abocadas a obra privada, la tendencia también es positiva, con un saldo neto de aumento de 14,1 puntos porcentuales.
Ver noticia original