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Parana » Informe Digital
Fecha: 13/06/2025 21:41
Las intensas lluvias de los últimos meses han puesto nuevamente de relieve una deuda histórica del Estado argentino: la falta de plena ejecución del Plan Maestro del Río Salado. A 25 años de su presentación, más de la mitad de las obras permanecen inconclusas, y las pérdidas productivas ya superan los US$5000 millones. Así lo indicó la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) en un informe sobre el estado actual de la cuenca, las consecuencias del retraso en las obras y la urgencia de una respuesta estructural. Según la entidad, más de 2 millones de hectáreas se encuentran actualmente anegadas o sumergidas en el territorio bonaerense, lo que ha impactado gravemente los cultivos, pasturas e infraestructura en una región que concentra el 75% del stock bovino de la provincia, el 40% de la producción nacional de cebada y girasol, así como una porción significativa de la soja, el maíz y la leche producidos en el país. “El impacto económico acumulado supera los 40.000 millones de dólares entre recaudación no reinvertida y pérdidas productivas”, advirtió el documento. “Pero más allá de las cifras, lo más grave son las consecuencias estructurales: deterioro ambiental, desarraigo rural, destrucción de infraestructura, pérdida de capital forrajero y agrícola, y una creciente incertidumbre que limita la inversión y el desarrollo”. LA NACION intentó obtener una opinión del Ministerio de Economía sobre el informe de Carbap, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta. Estado actual de la cuencaCarbap Carbap recordó que el Plan Maestro Integral del Río Salado fue presentado en 1999 con financiamiento del Banco Mundial y elaborado por la consultora Halcrow & Partners. Su objetivo era “reducir el impacto económico de eventos hídricos extremos (inundaciones y sequías), mejorar la sustentabilidad y el potencial productivo de la cuenca, con énfasis en el sector agropecuario, y desarrollar un marco institucional para la gestión eficiente y planificada del recurso hídrico”. Sin embargo, el informe indica: “Han transcurrido 25 años desde la presentación del plan. El plazo original de 15 años ha sido ampliamente superado y, hasta la fecha, se ha construido poco más del 50% de la infraestructura proyectada”. Así es la Cuenca del Río SaladoCarbap El año 2025, de hecho, fue particularmente crítico. Entre febrero y mayo ocurrieron tres eventos climáticos significativos. El primero, entre febrero y marzo, “afectó la zona C (lagunas encadenadas y subcuenca B3, por el arroyo Vallimanca). Esta área, predominantemente ganadera, sufrió importantes pérdidas forrajeras y daños en cultivos de girasol”. El segundo, entre marzo y abril, impactó fuertemente en el oeste bonaerense: “Carlos Casares, 9 de Julio, Henderson, Bolívar”, y luego también “Saladillo, 25 de mayo, General Alvear, Roque Pérez y otros municipios”, con pérdidas millonarias debido a “la imposibilidad de cosechar soja y maíz”. El tercero, en mayo, acumuló “precipitaciones superiores a 350 mm en el norte y centro bonaerense”, lo que amenaza con una drástica reducción en la siembra de trigo y cebada. Esquema general de obras propuestasCarbap Una de las zonas más afectadas es el oeste de la ruta 205, donde “las obras están muy demoradas, no hay desagües naturales y la escasa pendiente hace que la recuperación dependa de la evaporación”. Con la llegada del invierno y la baja demanda atmosférica, “no se prevé una mejora significativa hasta bien entrada la primavera”. Tareas de dragado del Río Salado en la localidad de Roque Pérez en 2021Silvana Colombo – LA NACION En cuanto al avance de las obras, Carbap detalló que las etapas 1 a 3 del dragado del río Salado están prácticamente finalizadas. Sin embargo, en la etapa 4, el tramo 4-2, que conecta Las Flores y Bragado, permanece inconcluso. “Actualmente paralizado tras el retiro del financiamiento nacional”, este tramo se ha convertido en un cuello de botella que “provocó desbordes e inundaciones masivas”. Por otra parte, la etapa 5 (Bragado–Laguna de Junín) aún no cuenta con financiamiento asignado, y el Nodo Bragado, junto con sus canales hacia el oeste bonaerense, sigue pendiente de ejecución, a pesar de ser crucial para descomprimir una de las áreas más afectadas. El informe también denuncia la falta de avances en los arroyos Vallimanca y Saladillo: “Requieren urgente readecuación para evitar desbordes crónicos. A pesar de que este problema es conocido desde hace más de 30 años, aún no se han realizado los estudios adecuados para llevar a cabo las obras”. En otro fragmento, el texto advierte que “el costo de no hacer ha sido exponencialmente mayor que el costo de hacer”. El presupuesto actualizado del plan asciende a unos US$4000 millones, mientras que “los productores de la cuenca han aportado al fisco, principalmente a través de retenciones a las exportaciones, una cifra superior a los 35.000 millones de dólares” y “las pérdidas productivas acumuladas se estiman en más de US$5000 millones”. Etapas del Plan MaestroCarbap Para la entidad, el caso del Salado “es una muestra paradigmática del costo de la inacción estatal. No se trata solo de una obra pública inconclusa: se trata de una región estratégica para la economía nacional que sigue expuesta a daños evitables, a pesar de haber generado —a través de su producción agropecuaria— los recursos fiscales suficientes para financiar integralmente su propia solución”. En este contexto, Carbap sostiene que “el financiamiento nacional resulta no solo lógico, sino indispensable”, dado que “la cuenca del Salado atraviesa y recibe aportes hídricos de cuatro provincias —Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe—, convirtiendo esta problemática en una cuestión de escala federal”. Por ello, reclamó que “finalizar el Plan Maestro es una urgencia impostergable: completar el tramo 4-2, iniciar la etapa 5, definir e implementar el nodo Bragado con sus canales hacia el oeste, y readecuar el arroyo Vallimanca son medidas técnicas ya diseñadas que requieren ejecución inmediata”.
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