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» Diario Cordoba
Fecha: 13/06/2025 11:55
La basílica de Santa Eulalia de Córdoba, esa cuyos restos podrían coincidir con los hallados en las obras de la Ronda Norte, es uno de esos templos nunca vistos, pero mil veces nombrados en Córdoba, que aparecen en numerosos estudios sobre las iglesias mozárabes de la ciudad y que tienen siempre como fuente primigenia a San Eulogio. San Eulogio de Córdoba fue un escritor, mártir y santo de la Iglesia Católica que nació en el año 800 y murió decapitado en el 859. Lo relata con todo detalle el arqueólogo Marcos Pous en un artículo de 1977 titulado Cuestiones críticas sobre la localización de las iglesias mozárabes cordobesas dedicadas a Santa Eulalia de Mérida y a Santa Eulalia de Barcelona. Según su estudio, «las fuentes escritas de los siglos IX y X apuntan a la existencia en Córdoba bajo el dominio musulmán de una importante comunidad cristiana (mozárabe) de variado estatus social y económico». En época de dominación musulmana, los mozárabes no podían vivir en la medina, lo que les desplazó a ellos y a sus iglesias y monasterios a barrios periféricos de la ciudad. Aunque durante años, se situó la basílica bajo el Palacio de la Merced, debido a la interpretación errónea de Bartolomé Sánchez de Feria, un erudito del siglo XVIII que ubicó el barrio mozárabe de Fragellas en la zona donde ahora se levanta la Diputación de Córdoba. Esa teoría ya fue desechada por distintos investigadores, entre ellos, el autor del libro El Palacio de la Merced: de convento a sede de la Diputación, Francisco Mellado. Referencias históricas Según Marcos Pous, de los pocos datos proporcionados por San Eulogio, se deduce que existía un vicus (aldea/barrio) situado en la zona de la Sierra, llamado Fragellas «en el que se encontraba una iglesia (a la que llama a veces basílica y otras veces santuario) dedicada a Santa Eulalia de Mérida», y en la que fueron inhumadas las mártires mozárabes cordobesas Columba y Pomposa. Juan Martínez Ruiz, profesor de Filología Románica de la Universidad de Granada apunta en otro estudio sobre la Localización de las iglesias mozárabes de Córdoba apunta en la misma dirección: Fragellas es el nombre de un arrabal, situado cerca de Córdoba pero en la sierra en cuyas proximidades existía, en la villa de Casas Albas, una iglesia dedicada a Santa Eulalia (la de Mérida). Sobre las mártires, Marcos Pous señala que «no se dice en qué lugar de la basílica reposaban los cuerpos, pero se sabe que sus sepulturas estaban muy juntas». En el año 961, surge una nueva obra llamada El Calendario de Córdoba escrita por el obispo mozárabe Recemundo. En dicho calendario, se indica que en Córdoba se conmemoraban en el siglo X dos Eulalias mártires españolas, en iglesias distintas. La iglesia de Santa Eulalia de Mérida se encontraría en la Sierra de Córdoba, en el barrio denominado un siglo más tarde Careilas. Todo indicaría que once siglos después, aquel barrio llamado Fragellas o Careilas vendría a ser el actual Tablero, barrio donde tienen lugar las obras de la Ronda Norte en las que se han encontrado los restos en cuestión. Sobre Santa Eulalia Aunque todo sean hipótesis de momento y haya mucho que investigar, como apunta el profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Ángel León, de momento, los arqueólogos han encontrado dos fosas en el ábside que en su opinión podrían corresponder con los enterramientos de Columna y Pomposa, las mártires que según San Eulogio fueron enterradas en la basílica de Santa Eulalia. Más allá de la nave de la iglesia cristiana perfectamente conservada, con un ábside de sillares que mira al oeste, algo propio de los templos martiriales, han aparecido inscripciones con lápidas de distintas fechas correspondientes a personas fallecidas, se apunta que uno podría ser un clérigo, también una monja, lo cual abundaría en el carácter martirial del edificio, ya que en esa época, la gente quería ser enterrada cerca del santo. Habrá que seguir investigando. Santa Eulalia de Mérida, patrona de Mérida y del Principado de Asturias, fue una joven cristiana nacida en una familia patricia en el año 292 que sufrió el martirio por su fe en la ciudad de Mérida perseguida por el emperador Diocleciano. Ella fue una de las primeras mártires cristianas en Hispania. El 10 de diciembre (día de su onomástica) del año 304 se confesó cristiana ante el tribunal del gobernador. Su muerte fue más cruel de El relato de su martirio se hizo muy popular y al parecer, los cristianos de los siglos siguientes llevaron sus reliquias a Asturias para protegerlas de los musulmanes. Suscríbete para seguir leyendo
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