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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/06/2025 05:11
Meses atrás, durante el primer día de la Feria del Libro de Buenos Aires (Foto: EFE/ Juan Ignacio Roncoroni) Todavía existen los libros. También la literatura. Mientras el mundo parece sucumbir ante el brillo audiovisual y la lógica de la inmediatez, aún existe una industria que sostiene, no solo la enorme tradición argentina, todo lo que se escribió en los últimos dos siglos, también la literatura contemporánea. ¿Qué significa hacer libros en tiempos como estos? ¿Se vende? ¿Cuáles son sus problemáticas? ¿Y las expectativas? La Cámara Argentina del Libro junto a Núcleo de Innovación Social del Colegio de Sociólogos y Sociólogas de la Provincia de Buenos Aires presentó la Encuesta del Sector del Libro Argentino 2024. Unas noventa y cuatro empresas, entre editoriales (representa el 46.9% del sector), librerías (31.9%) y distribuidoras (10.6%), compartieron datos e impresiones. A continuación, lo más destacado del informe. Caída general “Entre 2023 y 2024, se puede observar importantes caídas en los tres sectores, aunque con distintos niveles de impacto”, se lee en el informe. Las editoriales son el sector más grande y a la vez el más perjudicado: el 80% de los encuestados indicó una caída en sus ventas. Pero esa caída fue variada: “el 27% experimentó reducciones de entre 26% y 49%, mientras que un 9% reportó caídas superiores al 50%”. El informe habla de “una caída generalizada de ventas” que afecta sobre todo a las editoriales (Fuente: "Encuesta del Sector del Libro Argentino 2024", realizada por la CAL y el NIS) Las distribuidoras también. Si bien el 78% notó un descenso en las ventas, se trata de una pendiente mucho más leve. “El 67% reportó caídas leves de entre 1% y 25%, mientras que sólo un 11% presentó caídas moderadas de entre el 26% y el 49%. No se registraron casos de caídas superiores al 50%”, se lee. El caso de las librerías es el más equilibrado. Un 68% tuvo caídas, pero un 32% indicó un aumento en las ventas. Libros en la balanza comercial Si bien el target es variado, la mayoría de estas empresas tiene menos de cinco empleados, menos de 24 años y factura entre 100 y 499 millones anuales. Y se vinculan con la balanza comercial: el 69% exporta. En cuanto a dinero, se mantuvieron igual, pero en cuanto a “unidades facturadas” hubo cambios: “El 54% de las empresas exportadoras experimentó un aumento, frente a un 38% que experimentó un deterioro. En cambio, las importaciones —acá se incluyen, además de editoriales y distribuidoras, las librerías— las hace el 23% de las empresas consultadas. Lo interesante del informe es que muestra que no solo se importan libros (un 57,9% de las encuestadas), también servicios de impresión (10,5%), y hay un 31,6% que importa ambas cosas. “Un 48% declara que más del 40% de su catálogo está compuesto por libros importados”, se lee. Eterno período de adaptación Entre los problemas relevados, que empiezan a verse como estructurales, sobresalen la contracción de la demanda interna (el 65% de los encuestados dijo que su empresa se ve “muy afectada” y 29% “un poco afectada”) y el aumento de los costos vinculados a producción y distribución. En la amplia gama de obstáculos, los que menos pesan, aunque pesan, son los cambios tecnológicos y la falta de acceso al crédito. Fuente: Encuesta del Sector del Libro Argentino 2024 (CAL - NIS) “Frente a este escenario, las empresas adoptan distintas estrategias de adaptación: ajustes productivos, reconfiguración de canales de venta, optimización de costos y estrategias de diferenciación para sostener su actividad en un entorno económico cambiante”. Desglosado por sector, las editoriales están haciendo tiradas más chicas y las librerías están reforzando los canales digitales de venta. Tendencia general: preocupación El informe habla de “una caída generalizada de ventas” que afecta sobre todo a las editoriales. Y si bien las distribuidoras son las que, tras la apertura de las importaciones, tienen más expectativas para el futuro, “la tendencia general es de preocupación por la evolución del mercado” anticipando “una situación desfavorable para el sector en el próximo semestre, con un pesimismo más marcado en las editoriales”. Hay optimistas natos. Por ejemplo, en las librerías, un 4% cree que el próximo semestre su empresa tendrá una muy buena situación económica. En las distribuidoras, la mitad de los encuestados augura una buena situación. “Más de un 64% considera que la situación será mala, muy mala o regular. Mientras que una minoría (33%) respondió que su situación será buena o muy buena”, se lee en el informe. Habrá que esperar.
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