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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 12/06/2025 20:54
El abogado, ex juez y docente universitario criticó el accionar de los magistrados y sus vínculos con el poder mediático-económico. “Los principios de imparcialidad de los jueces y el principio de inocencia no se encuentran salvados en los pretendidos argumentos de los cortesanos”, expresó. Jueves, 12 de Junio de 2025, 19:44 Redacción EL ARGENTINO La Corte Suprema de Justicia confirmó el miércoles la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ocupar cargos públicos contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el contexto de la causa Vialidad. Fueron muchas las voces que se alzaron a favor y en contra de dicho pronunciamiento, sin lugar a dudas, un hecho que marca un antes y un después en la historia democrática de Argentina. Quien se refirió a lo sucedido fue el abogado y ex juez de Gualeguaychú, Eduardo García Jurado. En diálogo con EL ARGENTINO, opinó: “Así como la justicia lenta no es justicia, la justicia rápida sin justificativo nos lleva a una arbitrariedad, a una justicia sospechada de parcialidad. La Corte Suprema tuvo menos de 50 días para analizar el caso. Causa en la que las otras instancias se tomaron un tiempo excesivo e injustificado. La Corte debió actuar con prudencia y eso determinaba, al menos, tomarse un tiempo más que apropiado para tener acceso a una extensísima causa con pericias, declaraciones, reglamentaciones, documental fílmico, etcétera. Lo cual no puede hacerse en 50 días, ni en tres meses”. “Sabemos que la presión de factores del poder económicos y mediático, que se refleja en inclinaciones político partidarias, influenció en los tiempos. Lo grave de esta Corte reducida es que, objetivamente, aparece involucrándose en los tiempos electorales. Es lamentable el precedente que sienta, avanzando en momentos en que la soberanía popular, fuente del legitimo poder democrático, está a pocos meses de expresarse. Más aun cuando el fallo deja fuera de la cancha a una candidata. Esto afecta gravemente la credibilidad en el Poder Judicial que claramente está cuestionada por la no credibilidad del soberano”, expresó García Jurado. Respecto a las influencias del poder político sobre la Justicia, indicó que “no debe pasarse por alto que la causa Vialidad tiene su mayor empuje en el gobierno del presidente Mauricio Macri, quien creó la Mesa Judicial para programar y dirigir la persecución criminal contra presuntos hechos delictivos de la administración anterior. De esta mesa judicial, además de nombramientos y traslados claves en la Justicia Federal Penal, nació el nombramiento por decreto de dos de los tres jueces actuales, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz”. En tanto, respecto a Ricardo Lorenzetti, “si bien fue designado por la administración cuestionada, en los últimos tiempos fue claramente probada su intervención, reconocida por el propio presidente Javier Milei, en la designación frustrada de uno de los dos miembros que le faltan en la Corte. A al punto que fue filtrado en los medios de comunicación la amenaza del cortesano Lorenzetti, de que si no salía su pollo iba a influenciar para que la causa Vialidad saliera rápida la condena”. “De una lectura de dicho fallo, resulta envidiable como en tan pocos días pueden hacerse tantas referencias a decisiones de tribunales inferiores sin haber abierto el recurso. Los principios de imparcialidad de los jueces y el principio de inocencia no se encuentran salvados en los pretendidos argumentos de los cortesanos. En el primero, jueces y fiscales que fueron a jugar al futbol con Macri y otras yerbas, son clara demostración de inclinación de la balanza”, agregó el ex juez de Gualeguaychú. En tanto, “en el caso Vialidad se comprobó la presencia de magistrados y fiscales que intervinieron en la causa, en la Quinta de Olivos y en la residencia privada del ex presidente Mauricio Macri. Planteada la recusación y no el juicio político, hoy los supremos dicen que no se acreditó la parcialidad que impone la recusación planteada por la defensa”. “No queda claro, puesto que no hubo apertura de las quejas, cuales fueron las abundantes pruebas que destruye el estado de inocencia y el principio indubio pro-reo. Si no se puede tapar con las manos que Vialidad Nacional ejecutó las obras presupuestadas en ley emanada del Poder Legislativo y cuyo control estaba orgánicamente en manos del Jefe de Gabinete. Si existió administración fraudulenta la pudo haber cometido, además de los organismos mencionados, el ministro de obras públicas, no encausado en este hecho”, expresó. Por último, García Jurado criticó la doble vara de la Corte y citó el caso de la mesa judicial, comandada por Fabián Rodríguez Simón, amigo y asesor del presidente Macri, “quien estuvo prófugo de la justicia durante tres años, justamente por las ilegalidades y el abuso de autoridad cometido en ese ejercicio contra empresarios y políticos opositores. Ahora, el señor Simón, en el gobierno de Javier Milei, volvió al país, garantizando su excarcelación”, lamentó. Al tiempo que recordó que “todavía la Corte tiene sin resolver, desde hace dos años, el caso de Simón, amigo de Rosenkrantz”. “Para el caso Menem, quien no enfrentó los intereses económicos concentrados, la Corte resolvió la queja luego de muchos años, ya fallecido el ex presidente. La doble vara nos lleva al Martin Fierro (“Hacete amigo del juez”) y al desánimo, es que pese a los 40 años de democracia interrumpida la justicia tiene doble estándar”, aseguró. “Las causas contra Macri no avanzan y la de Milei (Libra Gate) tampoco”, apuntó. “Si a partir de ahora la Justicia actúa con extrema celeridad para todos, entramos en el cumplimiento de la utopía de una democracia real y una justicia para todos. Y ahí sí diríamos los abogados, más que será justicia, hay justicia”, sintetizó García Jurado.
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