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» SL24
Fecha: 12/06/2025 10:42
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp En una nueva entrega del programa Error Tipo 2, conducido por Walter Castro y emitido por el canal de streaming Fisherton Plus, el protagonista fue Mario Teijeiro, uno de los economistas más experimentados del país, con un recorrido que incluye el Banco Mundial, el FMI, el Ministerio de Hacienda, el sector bancario privado y el ámbito académico. La entrevista giró en torno a los problemas estructurales de la economía argentina, pero con un foco que Teijeiro insistió en remarcar: la cuestión ética del déficit fiscal. “El déficit fiscal no es un problema técnico. Es un problema moral. Gastar lo que no se tiene, cargar a generaciones futuras con deudas que no contrajeron, es lisa y llanamente inmoral”, sentenció Teijeiro, con su clásico tono sereno pero tajante. El economista, formado en la Universidad de Chicago y vinculado históricamente a FIEL y al Centro de Estudios Públicos, cuestionó la naturalización del gasto público desbordado y la idea de que toda expansión del Estado es sinónimo de bienestar. “Argentina necesita repensar desde la raíz el rol del Estado. No puede ser que la evasión sea la norma y que el gasto sea infinito. En los países serios, el Estado se limita a lo que puede pagar. Acá se limita a lo que puede endeudarse”, ironizó. Mirá también Capacitación federal para transformar las finanzas públicas y privadas También se refirió al proceso de decadencia institucional: “Pasamos de tener un sistema tributario ordenado a uno en el que la presión fiscal es alta pero ineficiente. Y lo peor: hay una ruptura del contrato social. Los ciudadanos no sienten que sus impuestos se traduzcan en servicios. Por eso evaden, por eso se informalizan”. Teijeiro hizo especial hincapié en el deterioro político y en la incapacidad de los dirigentes para abordar los temas de fondo: “Los políticos argentinos se formaron en un ambiente de prebendas. Les cuesta ver al Estado como un instrumento limitado. Hablan de justicia social, pero lo que reparten es miseria”. Sobre la gestión de Javier Milei, si bien reconoció que “ha puesto en agenda temas que antes eran tabú”, advirtió que el riesgo de un choque institucional sigue vigente: “Hay un intento de ajustar en serio. Pero si el ajuste no es acompañado por reformas estructurales en el sistema político y judicial, corre el riesgo de convertirse en un ajuste inútil y socialmente inviable”. Por último, dejó una frase que sintetiza su diagnóstico del país:
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