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Rio Negro » Adn Rio Negro
Fecha: 12/06/2025 08:48
(ADN).- El 4 de junio pasado venció el mandato de la ex defensora del Pueblo de San Carlos de Bariloche. Antes de eso, tal vez con un mes de anticipación, se debió elegir a su sucesor o sucesora para lograr una transición ordenada. Pero nada de eso sucedió. Hoy, el organismo municipal funciona con personal de planta y sin un responsable político. De hecho, habías varias otras personas con contratos políticos que tampoco están trabajando más allí. Los encargados de nombrar al próximo titular de la Defensoría son los concejales, con 8 de 11 voluntades, es decir dos tercios del cuerpo. Pero las mezquindades y falta de acuerdos políticas, han generado esta desidia. En total se presentaron 21 candidatos y quedan en carrera 11 de ellos, puesto que una decena de personas desistió de continuar en el proceso. Los postulantes son variados en origen, en pertenencias políticas, trayectorias, géneros, visiones y experiencia. Sin embargo, ninguno parece encantar a los ediles y las diferencias entre bloques ha primado por sobre la institucionalidad. El próximo viernes hay una nueva reunión entre los presidentes de cada bloque del Deliberante, para ver si con un sistema de terna, se puede alcanzar el hasta ahora imposible acuerdo. Como si esto fuera poco, el alquiler de la oficina donde funciona la Defensoría está próximo a vencerse, ya que el contrato expira el próximo 31 de julio. Por lo que el personal municipal que allí trabaja está preocupado por su futuro. Los empleados sienten que el Deliberante no le ha dado la importancia que la dependencia tiene y se sienten desorientados. En el Concejo ven esto sin preocupación, considerando que ese alquiler se resuelve rápidamente y con potestad desde el propio órgano legislativo, pero sin dudas que refleja las inconsistencias del frustrado proceso. La Defensoría del Pueblo no se puede prorrogar ni intervenir, eso no está entre las posibilidades que barajan los ediles. Hay un candidato que es el que más colma las expectativas pero no llega a ocho votos, otros no suman tres voluntades, un bloque desistió de apoyar una candidatura, una postulante no “encanta” por su situación conyugal vinculada al gremio municipal y hay un bloque que no quiere moverse de su postura inicial. Así las cosas, la Defensoría del pueblo se ha convertido en un nuevo dolor de cabeza para los legisladores barilochenses. Tal como hace cuatro años.
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