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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/06/2025 08:31
Abdurrahman Yaseen y Rania al-Abbasi junto a sus cinco hijos mayores, incluido Ahmed (arriba a la izquierda), antes de su detención por las fuerzas del régimen sirio (Cortesía de Naila al-Abbasi) La semejanza era innegable. El joven de la fotografía tenía las mismas cejas pobladas características de la familia y aparentaba unos diecisiete años, exactamente la edad que tendría Ahmed Yaseen si aún estuviera vivo. Más de doce años habían transcurrido desde que el niño y sus cinco hermanas desaparecieron tras ser detenidos por la inteligencia militar siria junto a sus padres durante los primeros años del levantamiento contra Bashar al-Assad. Una investigación de The Wall Street Journal revela ahora que al menos 300 menores como Ahmed fueron separados por la fuerza de sus familias y colocados en orfanatos, mientras 3.700 niños permanecen desaparecidos seis meses después de la caída del régimen. Una familia marcada por la represión Los niños Yaseen vivían en el próspero barrio damasceno de Dumar cuando fueron secuestrados. Su madre, Rania al-Abbasi, era campeona nacional de ajedrez y dirigía una clínica dental exitosa. Las fotografías compartidas en redes sociales mostraban a los menores sonrientes junto a personajes de dibujos animados durante un viaje a la costa siria, o a Ahmed en un parque infantil con una corona de cartón y el cabello peinado. La familia tenía antecedentes conflictivos con el régimen. El padre de Rania, un prominente erudito religioso, había pasado trece años en prisión bajo Hafez al-Assad debido a sus posturas opositoras. Los islamistas eran considerados una amenaza por el régimen secular. Tras su liberación, la familia se exilió en Arabia Saudita, donde nació Ahmed. En 2009, los padres decidieron regresar a Damasco para criar a sus hijos en su tierra natal. “Ella pensaba que estaba segura”, explicó Naila al-Abbasi, hermana menor de Rania y médica residente en Arabia Saudita. Entre el trabajo y el cuidado de sus seis hijos, Rania no participaba en protestas, aunque apoyaba sus demandas y donaba a sirios desplazados. Su padre había expresado apoyo al levantamiento desde el extranjero. Eso bastó para atraer la atención represiva del régimen. Najah Mardini, madre de la dentista detenida y ex campeona nacional de ajedrez Rania al-Abbasi, espera poder abrazar nuevamente a su hija y nietos (Haitham EL-TABEI/AFP) La detención que lo cambió todo El 9 de marzo de 2013, agentes de inteligencia sirios detuvieron a Abdurrahman Yaseen, esposo de Rania. Dos días después, regresaron y se llevaron a Ahmed, sus hermanos —de entre uno y catorce años— y su madre. El destino del padre se conoció tiempo después gracias a un archivo de 50.000 imágenes contrabandeadas por un fotógrafo forense desertor en 2013. Las imágenes mostraban los cuerpos de 6.786 sirios fallecidos bajo custodia, algunos con signos de tortura. Entre ellas se identificó a Abdurrahman. De Rania y los niños no había rastro. La pista más sólida surgió del testimonio de Rasha al-Sharbaji, detenida con sus hijos un año después. Liberada en 2017 en un intercambio, reveló que sus hijos habían sido colocados en un orfanato gestionado por SOS Children’s Villages, organización benéfica internacional con presencia en Siria. Tras su liberación, recuperó a sus hijos. Las imágenes de 6.786 cuerpos bajo custodia del régimen fueron filtradas en 2013 por un fotógrafo forense desertor, revelando pruebas de tortura y ejecuciones sistemáticas en centros de detención sirios (REUTERS) Un sistema de separación documentado The Wall Street Journal revisó documentos secretos del régimen de Assad que confirman la práctica como política oficial. Comunicados de los servicios de inteligencia al Ministerio de Asuntos Sociales y Trabajo instruían la transferencia de hijos de detenidos a orfanatos bajo su supervisión. Una investigación ministerial identificó al menos 300 menores reubicados en cuatro orfanatos en Damasco, según el portavoz Saad al-Jaberi. No obstante, se presume que muchos documentos se perdieron. “Hay muchas fosas comunes”, advirtió Jaberi, lo que mantiene a 3.700 niños oficialmente desaparecidos. SOS Children’s Villages admitió en un comunicado haber recibido 139 menores sin documentación entre 2014 y 2018. Tras ese período, exigieron a las autoridades no recibir más casos similares. La mayoría de los niños fueron devueltos a las autoridades del régimen anterior, según auditorías internas. Más de 3.700 niños siguen desaparecidos en Siria, víctimas de un sistema estatal que separó a menores de sus padres detenidos y los colocó en orfanatos, según documentos oficiales revisados por The Wall Street Journal (Red Siria por los Derechos Humanos) La búsqueda tras la caída del régimen Tras la caída del régimen en diciembre, miles de prisioneros fueron liberados. La familia extendida de los Yaseen, ahora dispersa, reinició la búsqueda. Baraa al-Ayoubi, directora del orfanato al-Rahma en Damasco, confirmó haber recibido a 100 hijos de detenidos, aunque ninguno pertenecía a Rania. Durante el gobierno de Assad, el orfanato tenía prohibido brindar información incluso a familiares. Naila viajó a Damasco por primera vez desde el levantamiento. En el departamento familiar, todo seguía intacto como hace doce años: libros escolares cubiertos de polvo, la heladera con comida en estado de putrefacción. En un cuaderno, su sobrina Najah Yaseen, de once años al momento de la detención, había escrito: “Nos quedaremos en Siria hasta que te vayas, Bashar”. El caso de Omar Abdurrahman La familia examinó fotografías de sitios web oficiales de orfanatos. Uno de los niños del orfanato Lahn al-Hayat tenía un asombroso parecido con Ahmed. Su nombre era Omar Abdurrahman, pero niños del orfanato afirmaron que muchos habían sido rebautizados. Omar no recordaba su vida antes del orfanato, quizás debido al trauma. Cuando vio una foto de Ahmed, se identificó: “Ese soy yo cuando era joven”. Mientras se esperaba el resultado de la prueba de ADN, comenzó a llamar “tías” a las familiares del niño desaparecido. Semanas después, el análisis dio resultado negativo. En el orfanato Lahn al-Hayat, Omar Abdurrahman fue identificado por su gran parecido con Ahmed Yaseen. Muchos menores alojados allí habrían sido rebautizados, según testimonios de otros niños (Imagen Ilustrativa Infobae) Una tragedia aún sin cerrar Más de 112.000 sirios arrestados desde 2011 permanecen desaparecidos, según la Red Siria de Derechos Humanos. Esta cifra es comparable al número de desaparecidos en la guerra contra el narcotráfico en México, aunque Siria tiene solo una quinta parte de su población. Abordar este legado brutal es uno de los desafíos más grandes para la nueva Siria. El actual gobierno, liderado por un grupo islamista desligado de Al Qaeda, anunció en mayo la creación de comisiones para investigar crímenes del régimen anterior, ofrecer compensación a las víctimas y rastrear a los desaparecidos. Para la familia al-Abbasi, la búsqueda continúa.
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