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» El Sur Diario
Fecha: 11/06/2025 13:40
Luego de la jornada cultural organizada el lunes por la Comisión Vecinal de Barrio Centro 5, integrantes de la renovada conducción dialogaron sobre la situación del barrio, sus problemáticas más urgentes y las expectativas que se abren con la continuidad de Ariel Freyre como presidente. “La gente necesita ser escuchada. No todo es reclamar por pozos o basurales; también necesitamos espacios para la cultura, para expresarnos”, destacó Inés Haagen, flamante vicepresidenta. El barrio, extenso y densamente poblado, abarca 35 manzanas desde calle 14 de Febrero, entre Dorrego y Brown (mano impar), y desde Brown en “L” por Eva Perón y Presbítero Daniel II hasta Acevedo. Con más de 1.400 viviendas, es incluso más grande que algunas localidades del departamento. Basurales, agua y cloacas Uno de los temas que más preocupa a los vecinos son los microbasurales, como el que se forma en la esquina de Eva Perón y Bolívar. “Hace meses lo vengo viendo crecer. Aparecen pañales, residuos y hasta muebles”, relató José Hugo Goicoechea, Secretario de la vecinal. “Muchas veces son chicos que, por una changa, te dicen que lo llevan al capacho y lo tiran en la esquina”. Pero no todo es responsabilidad ajena. “También hay que educar a los propios vecinos”, reflexionó Inés. “Muchos tiran la basura en la vereda de la Escuela Cristo Rey, donde siempre luchamos contra eso. Y eso que tenemos recolección diaria, salvo los domingos”. La infraestructura también muestra signos de deterioro. “El paso del colectivo por Urquiza afectó mucho. Las cloacas se movieron, hay pérdidas de agua por todos lados. Incluso en mi casa se siente temblar cuando pasan tres colectivos seguidos”, explicó Inés. “Las raíces de los árboles también dañan las cañerías, y como son de plástico, es un problema estructural difícil de resolver”. Sin plazas ni espacios verdes Pese a ser un barrio céntrico y poblado, Centro 5 carece de plazas o espacios al aire libre. “No tenemos ni una placita donde hacer una actividad en verano. Es increíble, pero no hay un solo lugar libre para una propuesta comunitaria”, lamentó José Hugo. Aun así, la comisión se propone cambiar esta realidad. “Queremos generar pertenencia, que la gente vuelva a visitar al vecino, a caminar el barrio. Porque si bien hay muchos edificios nuevos, la mayoría de los habitantes son personas mayores. Y se ven pocos chicos”, señalaron. Nuevas herramientas Una de las ideas que entusiasma a la comisión es la colocación de buzones físicos en negocios estratégicos del barrio. “Muchos vecinos no están digitalizados, como mi vecina, que no tiene ni WhatsApp. Queremos que todos puedan expresarse”, explicó Inés. La comisión también piensa en recuperar espacios compartidos. “Todavía no festejamos la victoria en las elecciones vecinales, que además fueron muy reñidas. Nos gustaría sumar a la otra lista, la de Horacio Bruzzoni. Porque acá lo importante es que todos trabajemos por el barrio”. Patrimonio, vínculos y redes vecinales El trabajo vecinal no se limita a la recolección de pedidos. “Queremos poner en valor el patrimonio del barrio, que no solo es edilicio, también es ambiental, social, cultural”, explicaron. En ese sentido, destacaron el proyecto para actualizar una antigua ordenanza sobre patrimonio urbano y el papel del Colegio de Arquitectos y otras instituciones en definir qué edificios conservar. Además, ya comenzaron a articular con otras comisiones vecinales como las de Centro 2, Centro 3 y 25 de Mayo. “Hay problemáticas comunes que nos atraviesan a todos. Compartir experiencias nos ayuda a encontrar soluciones reales”, aseguraron. Un barrio vivo que busca mejorar En cada palabra de la entrevista quedó claro que la nueva comisión quiere más que reparar veredas o gestionar trámites: quiere construir comunidad. “Queremos que la gente vuelva a vivir el barrio. A compartirlo. A cuidarlo”, afirmaron con firmeza. Porque Centro 5 no es solo un punto en el mapa. Es un lugar lleno de historias, de adultos mayores que observan desde las avenidas, de vecinos que caminan con su perro al caer la tarde, de calles que aún esperan cloacas mejores y veredas sin baches. Y de gente dispuesta a poner el hombro, con cultura, diálogo y compromiso vecinal.
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