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Parana » Informe Digital
Fecha: 11/06/2025 10:24
Desde la sede nacional del PJ, Cristina Fernández de Kirchner realizó su anuncio inicial ante los tiempos difíciles que se avecinan, ahora con condena firme por la causa Vialidad. A raíz del fallo de la Corte, expresó lo esperable: mencionó la “proscripción” y el “cepo” al voto popular. En la práctica, intentó demostrar que, aunque queda fuera de la carrera como candidata – un hecho que será permanente – no cederá terreno en la lucha por conservar poder partidario. Puede parecer contradictorio, pero diversos factores, tanto internos como externos, convergerían para mantenerla en esa posición, al menos en el corto plazo. La ex presidenta había intensificado su trabajo interno y lo evidenció no solo en la convocatoria a la protesta, sino también a través de contactos para asegurar apoyos locales y reafirmar su apuesta para permanecer como la contraparte excluyente del Gobierno. Este último aspecto es bien recibido por el círculo de Olivos, que no obstante registra un desajuste en su imaginario electoral, sumado a una expectativa excesivamente urgente respecto a la crisis de liderazgo en el peronismo/K. En el terreno práctico, surge para todos la necesidad de ajustes en las estrategias para las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires, que son trascendentales como siempre y originales por el desdoblamiento dispuesto por Axel Kicillof. Se avecina una batalla en ocho frentes -cada una correspondiente a las secciones electorales-, ahora sin CFK como candidata para el sur del GBA y como foco central de la disputa. Así, jugarán y confrontarán diferentes estrategias: priorizar candidatos locales, hacer valer el peso de los intendentes, destacar la marca partidaria o de coaliciones, y nacionalizar la competencia. En este contexto, la pregunta es cuánto pesa y cómo influye la condena e inhabilitación de la ex presidenta, quien seguramente intentará convertir su lugar de detención -que se prevé domiciliaria- en un centro de peregrinación, concentración y marchas peronistas. Al menos, en los primeros tiempos. La idea de un fin de ciclo, de todos modos, podría llevar a conclusiones políticas apresuradas. Por lo pronto, parece evidente dentro del peronismo que algunos, por lealtad y otros por cálculo, mantendrán las posiciones de rechazo a la resolución de la Corte Suprema. Los matices que reflejan los gestos de apoyo a CFK están a la vista. No todo se tradujo en un alineamiento militante. En las horas previas al fallo que sella el destino de la causa Vialidad, un dato significativo de la interna fue resaltado por Kicillof. La presencia del gobernador bonaerense fue difundida como el gesto mayor para limitar la disputa en el propio kirchnerismo. En un plano similar, aunque fuera del núcleo K, fue destacado el documento del espacio que responde a Sergio Massa. También se sumaron apoyos de legisladores nacionales y de jefes provinciales que parecían desinteresados en quedar expuestos en una contienda que hasta entonces había sido muy bonaerense. Asimismo, son visibles los diferentes grados de entusiasmo en las filas sindicales. Es difícil que alguien decida desmarcarse antes de octubre, y esto se debe a múltiples razones. En primer lugar, porque las consideraciones dependerán de los resultados -tanto a nivel nacional como provincial- del oficialismo y de los distintos espacios de la oposición en las elecciones de octubre. En esa perspectiva, las cuentas del peronismo incluyen el voto K, o expresado de otra forma, la influencia de la ex presidenta en sectores que no son estrictamente del PJ. El dilema, como ha sido desde hace tiempo, radica en si CFK asegura un piso electoral pero a la vez impide superarlo. En todo caso, está claro que la nueva situación de la ex presidenta está lejos de ser un hecho aislado. La causa Vialidad resultó ser la primera con condena firme, pero hay otros casos abiertos. Eso en el ámbito judicial. En el plano interno, la contienda en la provincia y, antes, su decisión de asegurarse la conducción del PJ ya indicaban que la etapa de liderazgo indiscutible está en discusión. Sin embargo, tal como analizan políticos experimentados, conviene no confundir la apertura del camino a un proceso de recambio interno en el PJ con el fin automático del liderazgo de CFK. En lo inmediato, y más allá de movilizaciones y protestas -algunas violentas, como las que afectaron a las instalaciones de TN-, es evidente que la confirmación de la condena a la ex presidenta marca un punto de inflexión y perfila un cambio crucial en la interna del peronismo. Se verá cómo evolucionan los acontecimientos. Los tiempos, de hecho, son también una cuestión relevante para el oficialismo. Es evidente que el mileísmo prefería una confrontación directa con Cristina Kirchner como candidata en Buenos Aires. Aunque el discurso pueda decir lo contrario, desde el entorno de Karina Milei ha trascendido cierta expectativa sobre tiempos más prolongados de la Corte. Para algunos, esos son suficientes para llegar a la oficialización de listas en la provincia de Buenos Aires. El fallo de la Corte fue destacado en las redes por Javier Milei, quien dedicó más líneas a una nueva crítica a periodistas. Esta vez por los rumores surgidos en el circuito oficialista sobre la intención de establecer una disputa electoral directa con la ex presidenta. Por supuesto, con el antecedente del ruidoso fracaso del proyecto de Ficha Limpia. En el oficialismo coexisten necesidades o anhelos difíciles de conciliar. La especulación sobre una crisis inminente y profunda del peronismo como consecuencia del fallo de la Corte es tentadora. A la par, surge el desafío de mantener a CFK como contracara dentro de un esquema de campaña polarizada. En el fondo, eso mismo refleja la base conceptual compartida por el kirchnerismo, resumida en la construcción del “enemigo”. Este último aspecto, del lado mileista, exige que la ex presidenta se mantenga como jefa del peronismo. Más allá del cruce de estrategias, queda una pregunta sobre el verdadero impacto social de la decisión de la Corte. Está claro que sacude al ámbito político. Y, de alguna manera, se inscribirá en los manuales de Historia.
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