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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/06/2025 05:48
El estudio satelital revela una caída del 22% en la población de pingüinos emperador en la Antártida (British Antarctic Survey via AP) En las remotas aguas de la Antártida, una nueva alarma se cierne sobre el futuro de los pingüinos emperador, una de las especies más emblemáticas del continente helado. Un reciente análisis de imágenes satelitales, que abarca más de una década de datos, reveló que su población podría estar decreciendo mucho más rápido de lo que se pensaba, con una alarmante caída del 22% en ciertas colonias. Este descubrimiento es una repercusión más del cambio climático y el deterioro de recursos del ecosistema como el kril, su principal fuente de alimento. Sin embargo, las amenazas no se limitan solo al calentamiento global, la presión humana sobre el océano y los recursos naturales podría acelerar aún más la extinción de esta especie Un estudio, publicado este martes 10 de junio en Communications Earth & Enviroment por el British Antarctic Survey (BAS), encendió la alarma en la comunidad científica internacional y pone en el centro del debate la urgencia de revisar las estrategias de conservación y monitoreo. El reciente análisis de imágenes satelitales sobre la población de pingüinos emperador en la Antártida puso de manifiesto que la disminución de la especie es “probablemente un 50 por ciento peor” que las estimaciones más pesimistas previas, dijo el Dr. Peter Fretwell, especialista en monitoreo de fauna antártica desde el espacio en el BAS. Este hallazgo, que surge de la revisión de datos entre 2009 y 2024, sitúa la pérdida de ejemplares en un 22 % en las colonias estudiadas, una cifra que supera ampliamente las proyecciones anteriores y plantea dudas sobre la capacidad de los modelos actuales para anticipar el futuro de la especie. El área analizada comprende la península Antártica, el mar de Weddell y el mar de Bellingshausen, lo que representa aproximadamente el 30 % de la población mundial de pingüinos emperador. Aunque este universo no abarca la totalidad del hábitat de la especie, los expertos consideran que las colonias seleccionadas son representativas del resto del continente. El uso de tecnología satelital ha permitido a los investigadores estimar el número de ejemplares en regiones remotas y de difícil acceso, lo que proporciona una visión actualizada y relativamente precisa del estado de la población. El cambio climático y la pesca industrial de kril amenazan la supervivencia de los pingüinos emperador (Captura de pantalla documental Secretos de los Pingüinos, National Geographic) Aun así, “existe bastante incertidumbre en este tipo de trabajo, y lo que hemos visto en este nuevo recuento no es necesariamente representativo del resto del continente. Pero si lo es, es preocupante, ya que el declive es peor que las peores proyecciones que tenemos para los emperadores de este siglo”, afirmó el Dr. Fretwell. El método satelital, aunque no permite observar cada individuo con exactitud, se ha consolidado como la herramienta más confiable para el monitoreo de especies en el entorno antártico. El descenso del 22 % en la población de pingüinos emperador en solo 15 años contrasta con el 9,5 % registrado entre 2009 y 2018 en estudios previos que abarcaban todo el continente. Esta aceleración en la pérdida de ejemplares ha llevado a los científicos a cuestionar la validez de los modelos informáticos utilizados hasta ahora. El BAS detalló que la magnitud del retroceso obliga a reconsiderar los supuestos y variables de las simulaciones previas, ya que el ritmo actual podría adelantar los pronósticos de extinción de la especie, previstos originalmente para el año 2100. Cuáles son los motivos del descenso de ejemplares de pingüino emperador Expertos advierten que la disminución de pingüinos es peor que las proyecciones más pesimistas (EFE/How Hwee Young) El principal factor identificado detrás de este declive es el cambio climático. El aumento de las temperaturas globales afecta directamente el hielo marino, elemento esencial para la reproducción y el ciclo de vida de los pingüinos emperador. El adelgazamiento y la inestabilidad del hielo han provocado que las plataformas colapsen antes de tiempo, lo que resulta en la pérdida masiva de polluelos incapaces de sobrevivir en el mar. El BAS subrayó que la vulnerabilidad de la especie la convierte en un indicador clave del impacto del calentamiento global en la fauna antártica. “El hecho de que estemos avanzando hacia una posición más rápido que el proyecto de modelos informáticos significa que debe haber otros factores que debemos comprender, además de la pérdida del hábitat reproductivo. La única manera de que la población mejore es estabilizando las emisiones de gases de efecto invernadero. De lo contrario, probablemente quedemos relativamente pocos pingüinos emperador para finales de este siglo”, explicó el Dr. Phil Trathan, coautor e investigador emérito del British Antarctic Survey. A pesar de la certeza sobre el papel del clima, los científicos advierten que la velocidad del descenso poblacional sugiere la existencia de factores adicionales aún poco comprendidos. Entre ellos, se mencionan el aumento de precipitaciones y la llegada de nuevos depredadores a zonas tradicionalmente libres de amenazas, lo que incrementa la presión sobre una población ya en retroceso. El Dr. Trathan insistió en la necesidad de identificar y comprender estas causas adicionales para diseñar respuestas de gestión más efectivas. Las futuras investigaciones buscarán determinar cómo interactúan estos factores y cómo afectan la supervivencia de la especie en distintas regiones del ecosistema antártico. El equilibrio del ecosistema antártico depende en gran medida del kril, un pequeño crustáceo que constituye la base de la cadena alimentaria en la región y es el alimento principal de los pingüinos emperador, así como de ballenas, focas y aves marinas. La presión de la pesca industrial, especialmente la pesca de arrastre dirigida al kril, ha añadido un nuevo elemento de incertidumbre para la estabilidad del ecosistema. En 2024, las operaciones humanas extrajeron aproximadamente 500.000 toneladas de ese crustáceo del océano antártico. Aunque las consecuencias a largo plazo de esta extracción aún no se han manifestado plenamente, los expertos advierten que podría reducir la disponibilidad de alimento para los principales consumidores del kril, incluidos los pingüinos emperador. La falta de consenso internacional dificulta la protección de áreas críticas para el ecosistema antártico (Peter Fretwell/British Antarctic Survey (BAS) Toby Nowlan, director de documentales sobre el océano y la vida marina, señaló al BAS: “Esto es lo que da miedo, es como una nueva frontera. Lo que sí sabemos es que todo el Océano Antártico y la Antártida dependen esencialmente de una sola especie. Casi todos los animales de allí, casi todos los pingüinos, ballenas y focas, dependen del kril. Es un ecosistema muy poco común que dependa tanto de esa especie fundamental”. La concentración de la pesca industrial en las mismas áreas donde la fauna se alimenta genera una competencia directa entre embarcaciones y animales silvestres, lo que puede alterar la dinámica ecológica y dificultar la recuperación de la especie. El ecólogo marino Enric Sala, productor ejecutivo y asesor científico de Ocean, y explorador de National Geographic, advirtió: “Básicamente, están extrayendo el kril de las bocas de las ballenas.” Además, Sala subrayó que “están concentrando este esfuerzo en la Península Antártica, una zona crítica para la vida marina en toda la Antártida, y la mayoría de los países del mundo, excepto China y Rusia, han propuesto proteger áreas clave de la Península Antártica para que estén a salvo de la explotación industrial”. Las diferencias entre naciones, especialmente la oposición de China y Rusia a ciertas medidas regulatorias, han dificultado la implementación de acuerdos internacionales para proteger estas áreas críticas. El futuro de los pingüinos emperador depende en gran medida de la capacidad de la comunidad internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los recursos tróficos esenciales del ecosistema antártico. El Dr. Trathan enfatizó que “la única manera de que la población mejore es estabilizando las emisiones de gases de efecto invernadero”. Las investigaciones sugieren que, incluso en un escenario de disminución severa, existe una ventana de oportunidad si se actúa con rapidez para reducir las emisiones y evitar la pérdida total de la especie. El monitoreo satelital se consolida como herramienta clave para la conservación de especies en la Antártida (Peter Fretwell/British Antarctic Survey via AP) Además de las acciones climáticas, la protección de zonas críticas del ecosistema, como la península antártica y las áreas de alta concentración de kril, figura entre las principales recomendaciones de los expertos. Se han propuesto acuerdos internacionales para restringir la explotación industrial en estas regiones y asegurar la disponibilidad de recursos esenciales para la fauna autóctona. Sin embargo, la falta de consenso político y las prioridades divergentes de los países implicados continúan siendo un obstáculo para la implementación de medidas efectivas a gran escala. El monitoreo de la población de pingüinos emperador mediante tecnología satelital se presenta como una herramienta clave para adaptar las políticas de conservación y responder a los desafíos emergentes. El British Antarctic Survey ha destacado la importancia de ampliar la cobertura geográfica y temporal de los estudios para obtener información precisa y actualizada, indispensable para el diseño de estrategias de manejo más eficaces. La presión sobre el kril no solo afecta a los pingüinos emperador, sino que amenaza el equilibrio de todo el ecosistema antártico. En palabras de Enric Sala, “este es el último lugar salvaje de la Tierra, realmente el último lugar verdaderamente salvaje, y [podríamos estar a punto de ver] el último lugar salvaje de la Tierra, que es patrimonio de toda la humanidad, convertido en presa de la explotación industrial para el beneficio de unos pocos”. La extracción masiva de kril para la industria y la alimentación de mascotas pone en riesgo la supervivencia de las especies que dependen de este recurso y plantea un desafío global para la conservación de uno de los últimos grandes espacios naturales relativamente intactos del planeta.
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