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Parana » Informe Digital
Fecha: 10/06/2025 16:29
A menos de una semana del vencimiento del plazo establecido por la resolución 186/2025 del Senasa, que suspendió por 90 días el permiso para el ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación, el gobierno nacional procederá a prorrogar la medida. Fuentes cercanas a la Secretaría de Agricultura confirmaron a este medio que se extenderá por 60 días, con el objetivo de esperar respuestas oficiales de países como Chile y de miembros de la Unión Europea, a los cuales se les consultó si la modificación normativa podría tener repercusiones comerciales o sanitarias. Cabe recordar que, en marzo pasado, el Gobierno emitió la Resolución 180/2025 del Senasa, que estableció nuevas condiciones sanitarias para permitir el ingreso de carne con y sin hueso, productos cárnicos y material genético desde regiones del país donde se vacuna contra la fiebre aftosa hacia la Patagonia, que goza de un estatus de libre de la enfermedad sin vacunación. Sin embargo, pocas horas después de su publicación, y ante una ola de críticas, el Senasa decidió posponer su aplicación por 90 días, plazo que vence el 16 del actual. Ahora, al acercarse esta fecha, el Gobierno optará por extender la suspensión. “El objetivo es esperar las respuestas de los países a los que se les hicieron consultas formales”, explicaron las fuentes consultadas. Según había informado el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, a este medio durante Las Nacionales ganaderas de Corrientes, dichas consultas se realizaron a pedido de los productores patagónicos, con el fin de determinar si la medida podría generar conflictos comerciales. “Consultamos si la decisión podría ocasionar inconvenientes con Chile, con la Unión Europea, o con el transporte de animales desde Tierra del Fuego a Santa Cruz, por ejemplo. Enviamos notas a los países y estamos esperando respuestas”, había señalado Iraeta. En cuanto al tránsito de hacienda desde Tierra del Fuego —que debe atravesar territorio chileno para llegar a Santa Cruz—, se habría recibido una respuesta positiva: “No habría problema”. Sin embargo, respecto a los mercados internacionales como destino de exportación de carne ovina patagónica, aún se aguarda la confirmación sobre si la flexibilización del estatus sanitario podría conllevar obstáculos comerciales o riesgos regulatorios. La prórroga se da en un contexto de fuerte rechazo por parte de los productores de la Patagonia hacia el ingreso de carne con hueso, quienes temen que esto ponga en riesgo su estatus sanitario. Tras el anuncio de la medida, la Cámara de Frigoríficos Ovinos y Bovinos de la Patagonia, junto a las asociaciones rurales del sur, advirtieron que una apertura sin garantías podría ser perjudicial. “La resolución 180 representa un retroceso sanitario y comercial que pone en riesgo los mercados internacionales ganados gracias al estatus libre de fiebre aftosa sin vacunación”, señalaron en un documento conjunto. También advirtieron que la norma podría implicar el colapso de las explotaciones ovinas, la deserción de los campos y la pérdida de soberanía territorial en áreas de baja densidad poblacional. Las críticas también se dirigieron a la falta de diálogo previo con los países compradores y al anuncio de la medida sin los mecanismos de consulta internacional habituales en el comercio de carnes. Asimismo, se cuestionó el argumento de que la medida buscaba contribuir a la reducción del precio de la carne en la región. Al anunciar la medida, se afirmó que la intención era reducir los precios de la carne en la Patagonia, que, en medio de una oferta insuficiente de hacienda, presenta precios, según los cortes, notablemente superiores. Según datos recabados en marzo pasado, en un supermercado de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, el kilo de asado se ofrecía a $8200, mientras que en el Alto Valle de Río Negro había superado los $20.000. La región patagónica cuenta con aproximadamente 1,2 millones de cabezas de ganado vacuno, concentrándose en Río Negro (400.000 vientres), Patagones (200.000 vacunos), Santa Cruz (120.000) y un stock ovino de alrededor de dos millones de animales. La oferta de carne es limitada, y dicha escasez impacta en los precios al consumidor. La restricción de ingreso de carne con hueso a la Patagonia está vigente desde 2001, cuando un rebrote de fiebre aftosa —una enfermedad que afecta al ganado, pero no al consumidor— llevó a Argentina a implementar un sistema de regionalización sanitaria. Desde entonces, se limitaron los movimientos de animales y productos entre regiones, especialmente entre la Patagonia y el resto del país, donde se aplica la vacunación obligatoria. Como parte de esta política, se prohibió el ingreso de carne con hueso al sur del país para preservar el estatus sanitario diferenciado de la región.
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