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Fecha: 10/06/2025 13:37
Mientras los activos globales muestran un desempeño dispar, Argentina avanza en su nuevo programa económico y se ilusiona con el regreso al estatus de mercado emergente, lo que podría atraer miles de millones en inversiones. El mercado financiero global cerró un mes de febrero con resultados mixtos y crecientes niveles de volatilidad. En Estados Unidos, el S&P 500 cayó un -1,4%, con una fuerte divergencia entre acciones de crecimiento (-2,9%) y valor (+0,5%). En contraste, Europa mostró mayor dinamismo, con el STOXX 600 subiendo +3,3%. En mercados emergentes, el desempeño fue dispar: mientras el índice general (EEM) ganó +1,1%, Brasil se desplomó -4,8%. Uno de los focos del mes fue la reaparición de medidas proteccionistas por parte de Donald Trump, que reavivaron temores comerciales e impulsaron el índice de volatilidad VIX a niveles de 21 puntos, tras promediar 16 durante febrero. Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años cedieron de 4,57% a 4,23%, en medio de señales de desaceleración inflacionaria. Argentina: señales de alivio económico y apuesta por volver al radar global A nivel local, la economía argentina comenzó a mostrar signos de estabilización tras la implementación de la Fase 3 del programa económico. En abril, la inflación fue del 2,8%, por debajo del 3,2% esperado, y estimaciones privadas anticipan una desaceleración aún mayor en mayo. La actividad, tras una caída en marzo, se recuperó +1,3% mensual en abril, según el Índice General de Actividad de OJF. En cuanto al frente cambiario, el nuevo esquema de bandas de flotación entre $1.000 y $1.400 busca ofrecer previsibilidad, aunque genera dudas respecto al cumplimiento de metas de reservas acordadas con el FMI. En este marco, el Gobierno concretó la emisión del Bonte 2030, con suscripción en dólares y denominación en pesos, logrando captar USD 1.000 millones de capital internacional. Por otro lado, el tipo de cambio mayorista avanzó +9,1% en abril y +2,0% en mayo, reflejando un control más gradual en la depreciación. La estrategia oficial consiste en intervenir únicamente cuando el tipo de cambio toque el piso de la banda, algo que aún no ha ocurrido. Soja y expectativas de ingresos por exportaciones En el plano agrícola, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reportó que la cosecha de soja alcanzó el 88,7% del área, con un rendimiento superior al ciclo anterior y una estimación de producción de 50 millones de toneladas. Esta cifra es levemente más optimista que las proyecciones de organismos internacionales como el USDA (49 MTn) o el LSEG (48,7 MTn), y se mantiene como una fuente de ingresos clave para la economía argentina en el corto plazo. ¿Vuelve Argentina al estatus de mercado emergente? En el frente financiero, los activos locales recuperaron impulso tras el acuerdo con el FMI. Desde el 11 de abril al 30 de mayo, el Merval medido en dólares implícitos subió +13,3%, superando a varios índices globales. A la par, los bonos soberanos en dólares treparon +12%, destacándose los de vencimiento más largo. Con vistas al futuro, uno de los catalizadores que gana fuerza es la posible reclasificación de Argentina como mercado emergente por parte de MSCI. El levantamiento parcial del cepo cambiario y la mejora macroeconómica son factores que podrían allanar ese camino. Estudios previos sugieren que dicha clasificación podría atraer hasta USD 2.000 millones en flujos de inversión, con empresas como YPF, Galicia, Macro, TGS, Vista y Pampa entre las beneficiadas. Históricamente, la experiencia muestra que en los seis meses previos a una reclasificación, los activos locales ganaron en promedio +41,6% anualizado, y +92,4% en el mes posterior. No obstante, el proceso suele tomar entre 2 y 3 años, y depende tanto de factores técnicos como del contexto económico local. Conclusión Con señales de desaceleración inflacionaria, una cosecha agrícola sólida y una política económica más previsible, Argentina intenta posicionarse nuevamente en el radar de los inversores. La posible vuelta al índice de mercados emergentes podría convertirse en el gran evento financiero del año, pero el desafío sigue siendo sostener la estabilidad y el crecimiento en un contexto aún volátil.
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