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» Diario Cordoba
Fecha: 10/06/2025 03:36
Las catas arqueológicas realizadas entre las glorietas del Hipercor y del Carrefour Sierra, donde la Junta de Andalucía construirá la primera fase de la ronda Norte de Córdoba, han vuelto a aflorar restos arqueológicos (en noviembre se descubrió un arrabal islámico), pero en esta ocasión el hallazgo puede tener mayor relevancia histórica. Los catedráticos de Arqueología de la Universidad de Córdoba (UCO) Ángel Ventura y Carlos Márquez, miembros del equipo de investigación de la empresa Salsum, junto al director de la excavación Manuel Cobo, han estudiado los restos de capiteles e inscripciones halladas en lo que habría sido «un edificio singularísimo»: un complejo religioso de culto cristiano de época mozárabe, que parte de la reconstrucción de otro edificio anterior, visigodo. «De confirmarse la hipótesis sería la única iglesia mozárabe excavada al completo en Córdoba, con los muros de 50 centímetros conservados y todo el suelo. Como esto no hay otra cosa», asegura Ventura y va más allá: «La hipótesis más razonable es que estemos antes la basílica de Santa Eulalia», explica a CÓRDOBA el catedrático que ha estudiado las inscripciones visigodas encontradas por ser uno de los mayores expertos en la materia. También han aparecido capiteles romanos y visigodos, que han sido analizados con profusión por Carlos Márquez. Estaríamos, por tanto, ante un complejo formado por varios edificios de culto cristiano dedicado a la mártir de Mérida, que en origen sería visigodo (siglo V o principios del siglo VI) y que se reconstruyó en el siglo VIII, por lo que los restos conservados son mozárabes, es decir, datados en la Córdoba que ya estaba bajo dominio musulmán, entre 784 y 785. En esa época, Abderramán I negocia con los cristianos la compra de la basílica de San Vicente por 100.000 dinares para construir la Mezquita y les da permiso para levantar iglesias, pero solo fuera de la Medina. Según las fuentes históricas hubo en Córdoba 20 iglesias o monasterios mozárabes similares al encontrado en la ronda Norte. Lo encontrado Perfectamente conservada ha aparecido la nave de la iglesia cristiana, con un ábside de sillares que mira al oeste, propio de los templos dedicados a los mártires (iglesias no eucarísticas), tres naves y dos monasterios a sus lados con dos claustros simétricos de 5 x 3 columnas y habitaciones que comunican con los patios. «Era propio de la Córdoba mozárabe que las iglesias tuvieran monasterios asociados a ellas, tanto masculinos como femeninos», comenta Ventura. Además, a unos 50 metros de lo ya excavado ha aparecido una alberca que «quizá ligada a un baptisterio». Se trata de un complejo enorme del que, de momento, solo habría aflorado una parte. Zona excavada en el entorno de la avenida de la Arruzafilla, donde está previsto construir la ronda Norte. / A. J. González Las claves de los hallazgos Pero, ¿cuáles son los argumentos que llevan a estos dos catedráticos a apuntar hacia la hipótesis de que estemos ante los restos de la basílica de Santa Eulalia? Varias razones. Empezaremos por apuntar las inscripciones aparecidas en las excavaciones: una lápida fechada en el año 553 perteneciente a una persona fallecida y representada por dos pavos reales y una silla «y que podría pertenecer a un clérigo», comenta Ventura, para recordar que es similar al símbolo del obispo actual, si bien este incluye una cátedra con respaldo. En segundo lugar, se ha encontrado una inscripción de una monja fallecida en el año 633, que se reutilizó como apoyo de un pilar en la iglesia mozárabe; una tercera inscripción, reubicada en una cornisa, fechada en el año 653; y una cuarta, del año 483 , es decir, tardorromana. Además, se han encontrado ladrillos visigodos como los de la basílica de San Vicente. Los arqueólogos apuntan a otras evidencias como la toponimia y la topografía, atendiendo tanto al calendario de Recemundo, como a lo escrito por San Eulogio, clérigo que alentó el martirio de medio centenar de mozárabes de Córdoba. Así, San Eulogio haría mención a la existencia de esta basílica en una zona a las afueras de Córdoba llamada Fraguelas, por las canteras de piedra romanas que había en la zona, y que estaba cerca de un lugar conocido como Casas Albas. Santa Eulalia En la iconografía hallada también se basan los catedráticos para apuntar hacia la posibilidad de que la iglesia estuviese dedicada a Santa Eulalia, una mártir representada por la paloma, dibujo que precisamente se ha encontrado en uno de los capiteles de la ronda Norte. Para más inri, el catedrático Carlos Márquez ha comprobado que otro capitel es idéntico al labrado en Mérida en la iglesia que custodia las reliquias de la santa, que para colmo era recordada en Córdoba con inscripciones visigodas fechadas todas ellas en los aniversarios decenales de su martirio (años 483, 553, 633 y 653). Por último, se han encontrado 2 fosas en el ábside que podrían corresponder a los enterramientos de Columna y Pomposa, enterradas en la basílica cordobesa de Santa Eulalia, según relata San Eulogio, «porque ambas fueron martirizadas en el año 853, coincidiendo de nuevo el aniversario». Detalle de lo excavado. / A. J. González El complejo religioso podría haberse abandonado en torno al siglo IX, en el reinado de Muhamad I (el propio San Eulogio es ejecutado en el año 859). Su ubicación a las afuera de la Medina de Córdoba y el hecho de que la expansión urbanística no haya afectado a su trazado hasta la actualidad (está enclavada justo entre la avenida de la Arruzafilla y el parque del Canal) convierten este hallazgo casi en un milagro más propio de una mártir del siglo IV. Las primeras hipótesis Según señala a este periódico Manuel Cobo, director de las excavaciones y responsable de la empresa Salsum, ahora mismo se están evaluando los restos encontrados. Las excavaciones se encuentran ahora mismo en la tercera fase, después de que en la segunda varios de los sondeos dieran resultados positivos. Sobre la base de lo encontrado en esa segunda fase y las hipótesis marcadas, se trabaja ahora, indica Cobo. Los sondeos arqueológicos iniciales que se llevaron a cabo en el entorno de la avenida de la Arruzafilla fueron un total de 28. Desde el sondeo uno al 18 los resultados han sido negativos, sin embargo, el resto sí arrojó resultados positivos y ahí es donde se centra la ampliación de información. Según el informe que se hizo tras esos resultados, se documentó el estrato de colmatación ocasionado tras el abandono del arrabal islámico documentado y conformado a base de tierra castaña con presencia de mampostería, teja y mortero de cal. Sobre la fecha de dicho arrabal, se detallaba que no se habían encontrado el aparejo de soga y tizón que era típico del momento pleno del periodo islámico califal del siglo X, como también es «realmente escasa» la cerámica verde manganeso. Esto llevó a los expertos a pensar que los restos se corresponden con momentos iniciales del asentamiento andalusí extramuros de la medina de Qurtuba, quizás en torno al periodo emiral entre los siglos VIII y IX. Para los encargados de las excavaciones no había duda de que «nos encontramos en un entorno extramuros de la ciudad romana y musulmana, en un área límite al norte de ocupación islámica, cuyos máximos exponentes fueron los arrabales y las almunias». Suscríbete para seguir leyendo
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