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Concordia » Diario Del Sur Digital
Fecha: 09/06/2025 22:40
Por Rubén Bonelli – Congresal Provincial y miembro del Movimiento Peronista Auténtico Mientras la televisión me anuncia que Cristina hablará en el Consejo Nacional del Partido Justicialista, recordando los episodios de aquel mes de junio de 1956, en donde un general y sus subordinados, sumado a un numeroso grupo de civiles intentaron restaurar el peronismo en la Argentina, pagando luego con sus vidas tamaña hazaña, se me retuercen las tripas al enterarme de lo que está pasando en el peronismo de Entre Ríos. No quiero referirme a las decenas de millones de pesos gastadas en los medios y las redes sociales por parte de Guillermo Mitchel para poder instalarse durante los últimos meses. Ni tampoco a Adán Bahl, un nepote que se cree poder manejar a gusto y placer, con la complicidad del resto de la Runfla a un peronismo que está en agonía, en coma cuatro y con pronóstico reservado. Quiero sí, que el resto de los compañeros que militaron desde sus distintos espacios para poder participar de una interna no sean proscriptos. Quiero que, en el Partido Justicialista, si hay que aplicar la normativa, no sea únicamente cuando se busca beneficiar a una lista que desde el vamos está viciada, del vamos está siendo impuesta a fuerza de dinero, a fuerza de una Runfla de dirigentes que se creen dueños no solo del Partido, sino de los destinos del peronismo y por ende de todos y todas los que componemos este gran movimiento nacional. Si hasta la Junta Electoral responde a la Runfla, pues la integran los abogados Luisina Minni y Pablo Pagnone, del sector de la intendenta de Paraná, Rosario Romero; Héctor Bergara y Virginia Camarero, enrolados con el presidente del partido y ex vicegobernador José Cáceres; y Maximiliano Navarro, de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN). No se necesitan pruebas para sostener que la Runfla es juez y parte en este entuerto. Se creen “Los dueños de todas las cosas”, frase célebre del compañero Rodolfo Walsh, autor precisamente de Operación Masacre, en donde describe con brillantez aquel episodio de junio de 1956 sobre los fusilamientos de un grupo de peronistas en José León Suárez y los fusilamientos del general Juan José Valle y otros militares patriotas. Por suerte, los jóvenes de PAR (Peronismo Amplio Renovador) y otros sectores decidieron apelar e impugnar esta asquerosa maniobra de una mafia que se apoderó del Partido Justicialista de Entre Ríos. El camino no será fácil. Se está tratando con una especie de oligarquía, vuelvo a decirlo, que se apoderó del Partido, se entronizó y que por intereses inconfesables tratan de defender sus prerrogativas con uñas y dientes. Algunos buscando fueros que les permitan transitar libremente durante unos años en libertad y otros por la sencilla razón de garantizarle al poder económico seguir saqueando a un Pueblo y un país que ya no aguanta más. Estos personajes no son peronistas. Estos personajes no representan la derecha, son la derecha con todas las letras. Son clasistas, porque representan a una rancia burguesía parasitaria. Son golpistas, porque odian la democracia y sobre todo a la democracia interna partidaria. No tienen empacho en sus prácticas, de retrotraer al peronismo a los tiempos del voto cantado, como lo hacía la oligarquía antes de la Ley Saenz Peña. Sólo les falta el ardid de convocar a un Congreso del Partido Justicialista armado por ellos mismos, para legitimar una lista impuesta desde el vamos mediante cualquier método. El peronismo entrerriano en su conjunto tiene la palabra y la acción de ahora en más. O se continúa con este tipo de atropellos, condenando al Partido a su disolución y posterior muerte, o los jóvenes, junto a algunos que peinamos canas, nos organizamos y sacamos en forma legítima y mediante los mecanismos democráticos a esta Runfla de impostores que lo único que les interesa son sus intereses de clase, sus intereses personales, familiares y la de facilitarle las ganancias al poder económico y político de la oligarquía financiera y especuladora, madre de todos los males que hoy soportamos los argentinos.
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