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» Misionesparatodos
Fecha: 09/06/2025 13:31
Como Manes y Monzó, el Primo Jorge también se obstina en armar el “centro”. Por Jorge Asís Cultura calabresa “No me rindo”, confirma el desairado Primo Jorge Boga Macri, Maire del Maxiquiosco del Artificio Autónomo. Consciente del retroceso electoral y con leve distancia crítica del Primo Mauricio, el Ángel Exterminador, que asiste impotente al desvanecimiento de las creaciones que lo catapultaron hacia la presidencia en 2015. En principio el partido PRO, que abruptamente se reduce. Con el ingrato riesgo de ser literalmente abducido por el Fenómeno Milei. Segundo, con la extinción del instrumento colectivo Juntos por el Cambio. Espejo destrozado por el ladrillo Milei, que lo multiplicó en pedazos. Los radicales que aportan territorio se emanciparon sin suerte. Como los estancados adorables de la Coalición de la señora Elisa Carrió, La Bien Pagá. Aportan el insumo valioso básico de la transparencia. Infortunadamente también se abrevian. La cultura calabresa de los Primos Macri admite la comparación histórica con la cultura árabe de los hermanos Carlos y Eduardo Menem. Eduardo alcanzó puestos jerárquicos por la potencia popular de Carlos. Pero no pudieron ser puestos aún más altos también por Carlos. Lo peor que podía intentar cualquier oportunista era hacerlos rivalizar. Adscribirse a la ficción del “eduardismo”. El Primo Jorge emprendió su propio camino como minigobernador de Vicente López. Supo nutrirse de la estética del atorrantismo bonaerense. Para ser trasplantado, mediante una negociación, hacia la capital. A los efectos de apartarlo de la competencia para la gobernación de la Provincia del Pecado. Debía dejar el camino despejado para los tres postulantes que procuraban ser vencidos por Axel, El Gótico. Diego Santilli, El Bermellón, que representaba a Horacio Rodríguez Larreta, Geniol (hoy emancipado). Néstor Grindetti, El Diablo Rojo, representante de la señora Patricia, La Montonera del Bien. Y el ambicioso Joaquín de la Torre, avalado -acaso- por la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo. La primaria la ganó Grindetti, para perder irremediablemente con Axel. Para continuar como jefe, el Primo Jorge considera que Mauricio necesita legitimarse en una elección. Debe ganarle, a su criterio, a alguien. Tal vez como candidato a senador, aunque lo aburre la aplanadora parlamentaria. Pero tiene poco sentido asumir la alternativa de perder por goleada con Patricia, en el éxtasis del ascenso libertario. Pasión por la rosca La polarización natural entre el Fenómeno Milei y el peronismo relativamente unificado de La Doctora y Axel deja un 20% disponible. Recortes para el Gato. Conglomerado de incertidumbre donde procura vender su mercadería opositora el otrora radical Facundo Manes, Cisura de Rolando. Por cuerda separada Emilio Monzó, El Diseñador, trata también de armar la ilusión del «centro”. Dos líderes vocacionales, Manes y Monzó, que podrían confluir. Cómo confluyeron en 2021. Pero el tiempo de la banca se les acaba. El llano es una amenaza que les provoca estupor. Ambos volvieron a reunirse merced a los servicios del peronista profesionalmente conocido por su pasión por la rosca. Transcurrió una cena sofisticada en la impresionante residencia de cierto empresario holgado que supo más invertir que ahorrar. Pero a la hora de encarar las situaciones concretas arrancaron mal. Los líderes se masacraron. Solo después de agredirse recíprocamente pudieron degustar los manjares breves del prestigioso chef contratado por el empresario que juntó a los dos armadores del centro que desconocían el alumbramiento del tercer armador. La mano colgada En privado, el Primo Jorge recibió suficientes muestras de solidaridad en desagravio por el desplante del Panelista de Intratables. En público, al cierre del despacho no se registró ninguna. En efecto, Milei lo dejó en ridículo, con la mano colgada. Escenografía televisiva de la Catedral. Minutos antes que Monseñor García Cuerva criticara indirectamente al Panelista en el Tedeum. El señorío monacal del sacerdote demolió parte de la patología del Fenómeno Milei. La mañana del 25 de Mayo, Milei también le negó el saludo a la señora vicepresidenta Victoria Villarruel, La Cayetana (por Álvarez de Toledo). Se trata del primer presidente de esta versión de la democracia que debe gobernar con la Provincia del Pecado en contra. Es donde manda y arbitra Axel, en conflicto permanente con La (Agencia de Colocaciones) Cámpora, cuyo exponente fundamental no es Máximo. Es La Doctora. Justamente quien instaló la transparencia de Axel entre los pecadores que sólo confrontan por las cajas. El sueño de La Doctora presa Ambos -La Doctora y Axel-, recomponen la relación a partir de la impactante entrevista televisiva del colega Sylvestre que sirvió para lanzar la candidatura a diputada “por la Tercera”. Con su demostración de poder, La Doctora altera la chatura áspera del tinglado político. Sabe que los arrebatos de su vida profesional generan interés en la sociedad. Insistir entonces en la descalificación es inútil. Una manera sutil de reivindicarla. De reconocer su influencia inapelable. Pero los “grandes medios hegemónicos”, en versión papel o televisada, precipitan a la Corte para que confirme la triple sentencia y cumplan con el sueño de La Doctora presa. O inhabilitada para ser consejera escolar. La ansiedad deriva en la histeria que dramatiza el desconocimiento. Pero las tres fieras jurídicas de Talcahuano son insensibles a la presión mediática. Sometimiento a rebencazos De ser el Automóvil Club de Milei, el PRO logró transformarse en un delicioso bocadillo de dulce de leche. Un Cabsha. Una especie de Garoto de Brasil. Acontece que la rendición de los republicanos dista de ser aceptada con unanimidad por los derechistas moderados que persisten en el PRO. El mensaje del Primo Jorge adquiere entonces trascendencia. Implica la resistencia ante la rendición. Aparte de convicciones, el Primo cuenta con fondos enternecedores. Tampoco son de rendición fácil y rápida los parlamentarios que no se resignan a ser apenas socorristas del Automóvil Club. Prefirieron abstenerse de votar contra los jubilados, y no con los automovilistas libertarios. Abundan militantes de marca que detestan la estrategia del sometimiento a rebencazos. Acaso por conservar, entre tanto desperdicio, un valor equivocadamente descartado. La dignidad.
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