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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/06/2025 02:36
El Puente - Alejandro García En una nueva edición de El Puente, el ciclo de entrevistas de Infobae conducido por Julieta Puente, el médico deportólogo Alejandro García (MN 106.404) analizó en profundidad el valor del entrenamiento de fuerza y su impacto directo en la salud física y mental. Durante el reportaje, explicó por qué es clave comenzar a trabajar la musculatura después de los 30 años. También brindó pautas prácticas sobre cómo incorporar esta actividad en la rutina, sin necesidad de horarios rígidos ni grandes inversiones. “Nunca es tarde para empezar”, afirmó García. Además agregó: “Hay estudios en mujeres de entre 80 y 90 años que muestran mejoras en masa muscular, rendimiento y salud general cuando comienzan a entrenar fuerza y comer bien. No van a mejorar como si tuvieran 15, pero mejoran. Eso demuestra que no hay edad límite”. En tanto, el médico desarrolló: “Muchas mujeres creen que se van a masculinizar si hacen fuerza, y eso es un error. Es un mito más grande que una casa". En tanto, precisó que es fisiológicamente imposible “ganar volumen muscular al nivel de un hombre sin intervención farmacológica. Este prejuicio viene de una cultura que durante años asoció los fierros con lo masculino y dejó afuera a la mujer del espacio de musculación”. Trabajar la musculatura después de los 30 años permite contrarrestar la disminución progresiva de funciones metabólicas, cuidar el sistema endocrino y prevenir enfermedades crónicas según sostuvo el médico especialista Alejandro García (Fotos: Maximiliano Luna) A eso se suma, según García, la desinformación sobre los efectos positivos del trabajo de fuerza. “Muchas veces no se conocen los beneficios reales, ni se entiende la relación entre fuerza y salud integral”. “El músculo es un órgano endocrino. Se comunica con tu metabolismo, tu sistema nervioso, tu microbiota intestinal. Tiene relación directa con la prevención de enfermedades mentales, con la longevidad y con la calidad de vida”, dijo el experto. Entre los beneficios concretos, García enumeró: “Mejora la cognición, la postura, las articulaciones, el colágeno, la piel, el cabello y el estado de ánimo. Además, reduce el riesgo de diabetes, hipertensión, Parkinson y Alzheimer”. Así, según sostuvo, no entrenar fuerza es perder una herramienta central de prevención y bienestar. Entrenar fuerza de manera constante mejora la postura, la cognición, la movilidad articular y la producción de colágeno, además de beneficiar la piel, el cabello y el estado de ánimo, según explicó el médico deportólogo durante la entrevista “Tanto en el hombre como en la mujer -postuló García-, llega una edad clave, que puede ser 30, 35 o 40 años, donde empiezan a disminuir funciones metabólicas. Se torna muy importante combatir estas disminuciones. Hay que cuidar la masa muscular, que es un centro inevitable del metabolismo”. Cómo se entrena la fuerza Para el deportólogo, “entrenar fuerza es desafiar al músculo con peso. No importa si es con una barra olímpica, una mancuerna de medio kilo o el peso de tu propio cuerpo”. García remarcó que no hay una única forma válida y que lo importante es encontrar un estímulo que se ajuste al estado físico de cada persona. “No necesitás un gimnasio. Podés usar una silla, una mochila con libros, hacer calistenia en una plaza o rutinas en casa. El cuerpo es adaptable y el desafío es relativo. Para alguien que empieza, levantar su propio cuerpo puede ser el estímulo ideal”. Alejandro García recomendó entrenar fuerza al menos tres veces por semana, aunque subrayó que incluso una sola sesión semanal puede marcar una diferencia si se realiza con constancia y se adapta al nivel de cada persona En cuanto a la frecuencia, García señaló que la mayoría de los organismos internacionales sugieren al menos dos veces por semana, aunque él recomienda tres. “A mis pacientes les sugiero mínimo tres veces, pero si podés una sola vez, que sea una. Y si tenés diez minutos, que sean diez. Lo importante es la constancia”, aseguró. En cuanto al tiempo, fue claro: “Quince minutos bien hechos valen más que una hora sin sentido. La clave está en la calidad del movimiento, no en la cantidad”. “Cuando no entrenamos nuestras capacidades, las perdemos”, advirtió. “Y eso nos lleva a un estado de fragilidad, no solo física, sino integral. La fuerza es indispensable si buscamos una vida funcional y saludable”, sumó. En esa línea, García enfatizó que el entrenamiento no es solo para deportistas ni para quienes buscan transformar su cuerpo: “Así como entendemos que comer sano es fundamental, tenemos que asumir que entrenar fuerza también es parte del cuidado de la salud. Solo con cardio no alcanza”. *Fotos: Maximiliano Luna
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