Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Ajuste, despidos con crueldad y niños sin contención: el descarnado rostro del supuesto orden municipal

    Concordia » Diario Junio

    Fecha: 08/06/2025 16:20

    Hace tiempo que en esta columna venimos señalando la gravedad que adquieren los despidos y la pérdida del empleo de trabajadores en el ámbito público y privado, en el orden local, provincial y nacional. Las consecuencias no son solo la desocupación y la crisis económica que desata, sino también las afecciones anímicas, subjetivas y de la salud mental en las personas y sus familias. En el extremo, y como lo demuestra la excelente investigación de Miguel Orellano, el sufrimiento material y psíquico se correlaciona, como factor de riesgo, con la depresión y el suicidio (consultar Trabajo, desocupación y suicidio. Efectos psicosociales del desempleo, Miguel Orellano, Lumen Editorial). En nuestra ciudad, son muchísimas las personas que se han visto afectadas por una política nacional —apoyada por los gobiernos provincial y municipal— de despidos arbitrarios, que encima son celebrados con un sadismo perverso y enfermo. Los trabajadores del Hotel Ayuí, del peaje, de Diarco, etc., etc., y de distintas dependencias nacionales fundamentalmente ligadas a dispositivos de defensa de derechos de los más vulnerables, fueron echados con violencia moral y en ocasiones física. En este marco, y en medio de un ajuste brutal a los trabajadores y sus salarios, fueron despedidos hasta ahora 18 trabajadores de los CDI, con el agravante de la ofensa de la concejala Eliana Lagraña, del PRO (Juntos por Entre Ríos), quien los justificó diciendo que eran “aguantaderos políticos” y que el Municipio venía a “ordenar el municipio y cambiar lo que no estaba funcionando”, cosa que no se nota en absoluto. En el día de ayer, algunos trabajadores despedidos del CDI encontraron casualmente a la concejala Lagraña y le pidieron explicaciones por su gratuita falta de respeto. Encontraron titubeos y apelaciones a que la sacaron de contexto para justificar su violencia, su agresión, por ensuciar a trabajadores que en muchos casos llevan más de 14 años de trabajo y fueron echados en esos términos. UN CASO TESTIGO Recibieron también la notificación de sus despidos una lista de ocho trabajadorxs de distintos organismos municipales. La comunicación llegó a sus domicilios el viernes en horas de la noche, como suelen hacerlo estos oscuros personajes. Una de las damnificadas es Sonia Brodsky, reconocida psicóloga que está al frente del programa Infancias, que atiende la problemática psicológica y social de niños vulnerables de la ciudad de Concordia y que depende del vapuleado Centro de Fortalecimiento Social de Concordia, a cargo de la licenciada en Psicología Anabel Vergara. Lo cual hace más brutal y paradójico el despido, y sobre todo sus formas, por razones éticas y porque uno de los objetivos del Centro que dirige es el tratamiento de la violencia de género, social e institucional, no ejercer esa violencia contra los trabajadores. Sonia, además, tiene 18 años de trabajo como psicóloga de “Fortalecimiento”, con un recorrido ético y profesional intachable, ampliamente reconocido por colegas, compañeros, psicólogos y pacientes, lo cual evidencia que no es cierto —como no es cierto en casi todos los casos de trabajadores que esta gestión ha echado— que los despedidos sean “ñoquis”, una falacia con la que se pretende justificar ante la sociedad el ajuste, los despidos arbitrarios y la violencia institucional. Los psicólogos debemos priorizar un humanismo basado en el cuidado del otro y la empatía, por lo que hubiera sido al menos más decente realizar el despido presencialmente por parte de la titular de la institución. Es una lástima que, del intendente para abajo, en su funcionariado exhiban una crueldad que atenta contra el respeto debido a todos los seres humanos. Incluso, en este caso, a los niños que eran atendidos con excelencia y compromiso profesional por Sonia Brodsky, y que perderán desde ahora una referente para la contención de sus padecimientos. Y —otra vez— el desprecio de un gobierno al que no le interesan los vulnerables ni aquellos que no tienen recursos para afrontar las problemáticas de su salud mental, ni siquiera la de los niños.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por