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  • Revelación sobre la vida de Michael Schumacher: los “tres hombres de la F1” que lo visitan tras el accidente

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 08/06/2025 10:39

    Michael Schumacher, siete veces campeón de la F1 (John Marsh/ Reuters) A más de una década del accidente de esquí en Méribel que marcó el destino de Michael Schumacher, el acceso a su vida diaria está rodeado de un hermetismo absoluto. La familia y su círculo cercano levantaron un muro de protección sobre el múltiple campeón mundial de Fórmula 1, tanto que ni siquiera se conoce con certeza dónde reside ni quiénes pueden acercarse a él. En medio de este clima de absoluto misterio, una respuesta brindada por Elisabetta Gregoraci, ex esposa de Flavio Briatore, reveló que solo tres personas, fuera de su familia directa, tendrían permitido visitarlo. De acuerdo con la reconstrucción realizada por el periodista Oliver Brown, editor en jefe del diario británico The Telegraph, y por otras fuentes próximas al entorno de Schumacher, dos de esos tres visitantes son fácilmente identificables: Jean Todt y Ross Brawn. Ellos formaron parte de la etapa más exitosa de la carrera del piloto alemán durante sus años dorados de Ferrari. Jean Todt, quien fue jefe de equipo de la escudería italiana y una figura paterna durante la trayectoria de Schumacher en el equipo con sede en Maranello, es considerado el visitante más frecuente fuera del círculo familiar. Todt ha relatado con moderación en los últimos años que suele ver al piloto aproximadamente dos veces por mes, compartiendo incluso momentos donde miran juntos carreras de Fórmula 1 por televisión. Aunque mantiene la discreción que exige la familia, Todt ha deslizado que “ya no hay la misma comunicación que antes”, lo que respalda la versión de que Schumacher no puede hablar y depende enteramente de sus cuidadores. Por el lado de Ross Brawn, director técnico de Ferrari en la era Schumacher y luego amigo personal, el lazo es igual de sólido. El ingeniero ha dado alguna muestra de esperanza en años anteriores, sugiriendo que Michael había mostrado algún progreso, aunque sin precisar detalles concretos sobre su estado de salud. Jean Todt (izquierda) y Ross Brawn (derecha) fueron claves en la época dorada de Ferrari (Archivo CORSA). El tercer nombre más citado por el medio británico fue el de Gerhard Berger, ex corredor y antiguo adversario de Schumacher en las pistas, pero amigo cercano fuera de ellas. Aunque su papel como visitante habitual no fue confirmado oficialmente, distintas fuentes lo colocan entre los pocos que han podido traspasar el cerco de privacidad máximo impuesto por la familia Schumacher. La esposa de Michael, Corinna, es la principal garante de esta política de absoluta reserva sobre el estado del piloto. Ella ha liderado la estrategia de mantener toda información bajo control, apoyada por la portavoz familiar, Sabine Kehm. La postura de la familia es inflexible: “Michael siempre nos protegió, y ahora nosotros lo protegemos”, mencionó Corinna durante la serie documental sobre la vida del siete veces campeón de la F1. La férrea privacidad se extiende a toda la vida social y familiar de los Schumacher. Incluso en la boda de su hija Gina que se llevó a cabo en septiembre de 2024, los invitados debieron entregar sus teléfonos móviles para evitar cualquier filtración. Los rumores sobre una supuesta aparición de Michael en el evento fue rotundamente desmentida por allegados y amigos. Uno de los efectos colaterales de este sistema es la multiplicación de rumores, teorías y hasta casos judiciales: desde intentos de extorsión con material robado a chantajes por fotos y datos médicos. La familia ha tenido que reforzar su blindaje, mientras ex integrantes del entorno como su histórico representante Willi Weber critican el secretismo y piden transparencia con los aficionados, algo que la familia rechaza de manera tajante. Gerhard Berger junto a Ayrton Senna cuando eran pilotos de McLaren (Photo by Jean-Loup GAUTREAU and Pascal PAVANI / AFP) El reciente gesto de firmar un casco de Sir Jackie Stewart con las iniciales “MS” para que el mismo sea subastado para causas benéficas fue interpretado como una señal, aunque mínima, de que Schumacher aún puede comunicarse de algún modo. Stewart necesitó la mediación de Corinna para conseguir la firma, lo que subraya el control total que ejerce la familia sobre cualquier muestra pública de Michael. Hoy, a sus 56 años, el campeón más condecorado de la historia de la F1 junto a la figura de Lewis Hamilton permanece fuera de la vista pública, sostenido por su familia y apenas accesible para un puñado de viejos amigos. El cerco se justifica en la obsesión mundial por conocer su estado y por las múltiples amenazas que se han cernido sobre su privacidad y su integridad a lo largo de los años. Mientras tanto, el peso simbólico de sus iniciales bajo la visera de un casco, y la lealtad de ese reducido grupo de visitantes, son los únicos indicios de la vigilia silenciosa que rodea a Michael Schumacher, cuyo legado permanece intacto en la memoria de la Fórmula 1.

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