Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Mono de Kapanga: “Después del infarto me cuesta dormir por temor a no despertarme”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 08/06/2025 03:10

    MARÍA LAURA SANTILLÁN CON EL MONO DE KAPANGA Se llama Martín Alejandro Fabio, pero para todos es el Mono. Nombre, Mono y apellido, Kapanga. Hace ocho meses sufrió un infarto, después vinieron dos angioplastias y siete stents. Literalmente el Mono volvió a nacer. Así como cuenta los días desde que dejó las drogas hace 32 años, también cuenta los días desde este revivir milagroso. La vida cambió, cambiaron los hábitos, cambió la cantidad de conciertos, cambiaron las prioridades. Lo primero que piensa cuando se va a dormir es en despertarse al día siguiente. – Profesión, Mono de Kapanga. Saben que me llamo Martín los que hicieron la escuela y los que hicieron la colimba conmigo. Da para la confusión, soy un hombre sin apellido, jajajaja. Como Daniel Osvaldo, Matías Martin, gente que no tiene apellido. – Kapanga cumple 30 años, un montón. – 30 años de cualquier cosa es un montón. – ¿Cómo lo van a festejar? – Estamos armando cositas, haciendo un disco con amigos. Con canciones que hemos grabado, las más representativas de la banda. Ya lanzamos el primer single que hicimos con Pablo Lescano de Damas Gratis. – Toda tu vida y tu historia musical sucedió en Quilmes. Siempre Quilmes. – Sí, es mi ciudad, me siento un representante. Soy ciudadano ilustre, tengo el honor de ser uno de los vecinos que fue condecorado por lo que hice. Me siento embajador de mi ciudad en todos los lugares donde voy, a cada provincia que voy, a cada país del mundo que recorro. Siento que tengo que dejar bien parada la ciudad. Puedo estar en las mejores playas del mundo, pero no hay una semana que yo no vaya a dar una vuelta al río de Quilmes, a sentir esa brisa, sentarme a tomar un mate debajo de un sauce, que quedan pocos. Mi ciudad es la más linda del mundo. La perla del conurbano. – Viste que mucha gente a la que le va bien elige irse del barrio y vivir en otro lado. “¿QUÉ? TODAVIA VIVIS EN QUILMES? COMO SI VIVIESE EN MARTE” – A mí no me pasa por suerte. “¿Qué? ¿Todavía vivís en Quilmes?”. Como si viviese en Marte, ¿viste? Yo me siento cómodo ahí. Me tratan bien, me quieren, me cuidan. Vivo en un barrio normal, de casas bajas, de gente trabajadora. "Me parece que me acostumbré un poco a la soledad del single. Me cuesta no enamorarme, me cuesta mandar un mensaje para invitar a salir a alguien", cuenta Martín (Gustavo Gavotti) – No en un barrio cerrado. – No, no podría. No, no, no. – ¿Qué es lo más lindo de vivir en un barrio? – Todavía se mantiene la tranquilidad. Hace 20 años que vivo ahí y tengo vecinos que hace 70 viven en esa cuadra de Quilmes Oeste. – Toda la vida. ¿Con quién vivís en Quilmes hoy? – Vivo con mi hijo y dos perras. Mi hijo tiene 23 años, se llama Tobías, es músico, toca en una banda de folclore mutante, “Los Tabaleros” y tiene su proyecto que se llama “Las Dimensiones”. – ¿Qué va a pasar cuando él se independice y se vaya? – No lo pienso. “ME SENTIRÍA SOLO SIN MI HIJO EN CASA, TRATO DE NO PENSARLO” – ¿Por qué? – Porque me sentiría solo. Hacemos una buena dupla. La madre vive en San Marcos, Sierra, en Córdoba, hace siete años nos separamos y Toby se quedó a vivir conmigo. – En algún momento quizás quiera armar su propio nido. – Sí, pero trato de no pensarlo. Los dos estamos muy cómodos donde estamos, es nuestro lugar de confort. Lo más probable es que él me eche a mí. Yo me levanto a las diez, él se levanta a la una. “ME CUESTA MANDAR UN MENSAJE PARA INVITAR A SALIR A ALGUIEN” – ¿No pensaste en volver a casarte? – No, ni a palos, jajajaja. Está todo bien, pero no. – ¿Por qué? – Ya está. Estuve 20 años y está bien, me llevo muy bien con la mamá de mi hijo. No necesito. No necesito, no reincidiría. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON EL MONO DE KAPANGA - "¿ME QUEDARÉ SOLO EL RESTO DE MI VIDA? ME CUESTA MANDAR UN MENSAJE PARA INVITAR A SALIR A ALGUIEN." – ¿Te cuesta la convivencia? – Me parece que me acostumbré un poco a la soledad del single. Me cuesta no enamorarme, me cuesta mandar un mensaje para invitar a salir a alguien, hasta ese nivel. Y después cuando pienso si compartiría otra vez… No podría dormir ya con… Porque ronco mucho y ese es un gran problema. Así empezó mi separación, por roncar. Después por algunas cositas más. – El ronquido se puede resolver, hay médicos que tratan el tema de las apneas del sueño. También podrías dormir en cuartos separados. – Sí. Durmiendo en cuartos separados logré estirar el matrimonio un montón de años más. Hay parejas que necesitan el contacto cotidiano. Y yo, la verdad, prefiero estar con mis dos perras que son hermosas. – ¿Cómo es eso de que te cuesta mandar un mensaje para invitar a alguien a salir? ¿Te inhibe? – No, no me inhibe, pero la preproducción ya me embola. Si se da alguna de casualidad… ¿Te acordás de la pandemia que salió “hace 80 días que no la pongo”? Así estoy, pasó a un segundo o tercer plano. – ¿El sexo, decís? – Sí, las parejas. Estoy en otra, estoy bien así como estoy. No siento necesidad. “¿ME QUEDARÉ SOLO EL RESTO DE MI VIDA, DE LO QUE ME QUEDE? ¿ME QUEDARÉ DURMIENDO CON LAS PERRAS?” – ¿Ya está? – No sé, es muy difícil también. A veces lo pienso y digo, me quedaré solo el resto de mi vida, de lo que me quede.. ¿Me quedaré durmiendo con las perras? No sé si estará buena la soledad dentro de diez o 15 si la vida me permite vivir diez o 15 años más, ¿no? – ¿Por qué no te va a permitir? “YO VIVO TODOS LOS DÍAS COMO SI FUESE EL ÚLTIMO” – Uno nunca sabe. Yo vivo todos los días como si fuese el último. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON EL MONO DE KAPANGA - "DESPUÉS DEL INFARTO, ME COSTÓ DORMIR POR TEMOR A NO DESPERTARME. VIVO CADA DÍA COMO SI FUESE EL ÚLTIMO." – ¿Siempre fue así o ahora, después del infarto? – Después del infarto mucho más. No acelerando a 180, sino que al despertarme agradecer que sigo vivo. Y por eso no sé si pienso en una pareja. Lo primero que pienso hoy cuando me voy a dormir es en mañana despertarme. “ME COSTÓ PODER DORMIRME POR TEMOR A NO DESPERTARME, PERO LO ESTOY LABURANDO” – ¿Durante el día también pensás que hoy puede ser el último día? En darte los gustos? – No, si me doy los gustos me muero pasado mañana. No tengo ganas de no despertarme mañana. Después del infarto, me costó poder dormirme por el temor a no despertarme. Pero lo estoy laburando, estoy trabajando hace ocho meses, siento que estoy bien. – Me impresionó lo que dijiste, que si te dieras los gustos la vida sería muy corta. – Es un poco aburrida así, cuando uno tiene que cambiar de hábitos. Yo fui fumador durante 40 años, desde los 15 a los 55. El día que me dio un infarto, lo primero que me dijeron fue: ¿Sos fumador? ¿Fumás mucho? “Solo no echo humo cuando estoy durmiendo”. “Vas a tener que dejar de fumar”. Yo pensé que iba a ser imposible. Yo sé de adicciones, porque he pasado por adicciones también cuando era adolescente. Sé lo que es dejar algo que hace mal. Dije, ya dejé hace 32 años un par de cosas que hacían mucho más mal y cuando ahora me dijeron “no puede fumar más”... – O sea que hace ocho meses que no fumás. – Pensé que no lo iba a poder soportar porque es una de las adicciones más fuertes. – ¿Te cuesta? – Nada. Fue como si nunca hubiese fumado, como si nunca hubiese prendido un cigarrillo. Los primeros días sí, caminaba por las paredes. Tuve el síndrome de abstinencia, que es horrible. – ¿Cómo es? – Horrible, horrible. El síndrome de abstinencia es horrible. Si alguien del otro lado lo pasó o lo transitó, sabe de lo que hablo. El que no lo pasó… Es difícil explicarlo. “HACE 32 AÑOS, UN MES Y 22 DÍAS QUE NO CONSUMO ALCOHOL NI OTRO TIPO DE DROGAS” – ¿Lo primero y más importante para recuperarte del infarto que sufriste es dejar de fumar? – Dejar de fumar, dejar de comer fritos, dejar de comer grasas, estrés, sedentarismo. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON EL MONO DE KAPANGA - "HACE 22 AÑOS 1 MES y 22 DÍAS QUE NO CONSUMO ALCOHOL NI DROGAS. SÉ LO QUE ES DEJAR ALGO QUE HACE MAL." – ¿Alcohol? – Hace 32 años, un mes y 22 días que no consumo ni alcohol, ni otro tipo de drogas. – Si tenés contado el tiempo, tan exacto, debe ser muy importante. Lo más importante. – Porque me quiero despertar todos los días. Casi me manda a la B un infarto. Por un montón de acumulaciones de otros malos hábitos, sí. Ahora me encantaría comerme una milanesa napolitana con papas fritas. La veo pasar y me como un bifecito con ensalada. “YO NO SABÍA QUÉ GUSTO TENÍA EL TOMATE, LA LECHUGA, LA FRUTA. Y ME JACTABA DE ESO” – ¿No le pudiste encontrar la vuelta a la comida sana? – Me doy cuenta que es muchísimo más difícil la comida que el cigarrillo. Yo no sabía qué gusto tenía el tomate, no sabía qué gusto tenía la lechuga. Yo nunca sé qué gusto tiene la zanahoria. ¿Nunca Frutas? No, malos hábitos. Y yo me jactaba: “Yo no sé qué gusto tiene el tomate cherry”. Hasta que un día me encontré comiendo un tomate cherry y diciendo, no es tan horrible. – ¿Qué comías? – Yo estoy alimentado con comida de bufet, del club de barrio. Sandwich, frito, hamburguesa. Y también por la vida de músico, se come mal, se duerme mal. Se desarregla el tiempo, te estresás. Y un día el cuerpo me pasó factura. – ¿Y tenés que hacer ejercicio físico? – Sí, me mandaron a hacer ejercicio, por lo menos caminar media hora, 40 minutos por día. "Me siento embajador de mi ciudad en todos los lugares donde voy, a cada provincia que voy, a cada país del mundo que recorro. Siento que tengo que dejar bien parada la ciudad", dice el Mono, oriundo de Quilmes (Gustavo Gavotti) – Tenés mucha voluntad para todos los cambios. – Sí, la verdad que sí, me di cuenta de que tengo una fuerza de voluntad tremenda. Después de 30 y pico de años de contar los días, hace ocho meses me pasó volver a nacer y contar los otros días que me quedan. – ¿Dónde está el disfrute ahora? – En despertarme a la mañana y no prender un cigarrillo. Para mí, el gran triunfo del infarto es dejar de fumar. – Viste que uno busca algún muleto, algo para tener en la boca y suplantar el cigarrillo. El mate, por ejemplo. – Mate tomo mucho. Es un gran compañero, un aliado. Lo que pasa es que antes era mate y faso. Ahora es solo mate y aguantarla. – ¿Te sorprendió el infarto? ¿Había alguna señal? ¿Algo que te hacía sentir mal? ¿O de golpe sufriste ese dolor infernal? – Dolor en el pecho. Pensé que era una contractura. Primero el dolor en el pecho en la fiesta del Pingüino, en Trelew. Al otro día viajamos a Buenos Aires, teníamos un festival y antes de subir a tocar ya sentía dolor en el pecho. Canté, terminé el show, y en lugar de ir al camarín fui a la ambulancia a que me vieran los médicos porque no me sentía bien. Me hicieron un electro, dio mal y me derivaron al Sanatorio Modelo de Quilmes. Me trataron con amor, me salvaron, me explicaron qué era lo que tenía. – ¿Y te tuvieron que operar? ¿Cuántos stents? – Dos angioplastias, siete stents. Cinco de un tiro en una arteria y a los diez días, dos más en otra arteria. Siete. "Hace algunos años hacíamos un promedio de entre 80 y 100 shows al año, un show cada tres días y viajando. Yo digo que es un trabajo de riesgo el de músico", sostiene el cantante (Gustavo Gavotti) – Entiendo ahora cabalmente por qué dejaste todo. Dijiste: esto es serio. – Yo no la vi venir. La verdad, no la vi venir. Me sacaron la ropa, me pusieron en una cama, me pincharon por todos lados, hasta que vino la doctora y dijo, “el estudio de las troponinas te dio positivo”. Yo festejé. Y me dijo: “No, en este caso ‘positivo’ es malísimo, estás infartado, estás delicado”. Cuando te dicen que estás delicado… Jajajaja. Ahora me río, pero en ese momento decía, “¿qué es delicado?” Delicado, flaco. – Tuviste que estar unos meses en reposo en tu casa. – Por suerte la recuperación fue bastante rápida. A los dos meses ya estaba. Me dieron el alta un miércoles y el jueves ya estaba grabando. – ¿No fue muy rápida la vuelta al ruedo? – Para mí estar dos meses parado es anormal. Solamente estuvimos parados en la pandemia. Al cuerpo le hizo bien dos meses de estar parado, volví a soñar, volví a descansar, volví a dormir ocho horas de corrido. – ¿Y ahora? – Trato de mantener esa conducta, de bajar el nivel también de exigencia. Antes hacíamos algunos shows que para mí hoy están de más. – ¿Por la cantidad? – Claro. Ahora es elegir calidad antes que cantidad. Y hacer lo que único que más o menos hice bien durante estos últimos 30 años. "Ahora me encantaría comerme una milanesa napolitana con papas fritas. La veo pasar y me como un bifecito con ensalada", se lamentó Martín (Gustavo Gavotti) – Muchos músicos cuentan que antes hacían una cantidad interminable de shows por semana, una locura. – Nosotros llegamos hace algunos años a hacer un promedio de entre 80 y 100 shows al año, un show cada tres días y viajando. Yo digo que es un trabajo de riesgo el de músico, porque estás todo el día arriba de un micro en giras o arriba de un avión. – En una ruta. – En una ruta, es peligrosa. No sé si en el seguro de vida entramos, porque la actividad nuestra es como la del paracaidista. – Cuando uno atraviesa un evento de salud importante, a veces cambia cosas más allá de los hábitos, toma decisiones. Hay quienes se vuelven creyentes por ejemplo, o que se separan. ¿Te pasó algo de esto después del infarto? Dijiste una, que no hacen todos los shows que hacían antes. – Sí, y está bueno. Somos un montón los que vivimos de Kapanga. Durante muchos años vivimos la presión de ser un montón y de tener que darles de comer a un montón de familias con una banda de música en la Argentina. A veces es complicado. – ¿Hacés terapia? – Sí, hago, desde el día del infarto. Ya había hecho. Me separé y habré ido seis, siete meses. Ahora no fue por decisión propia. – ¿Te mandaron? – Me mandaron y yo dije, voy a hacer el esfuerzo también. El cardiólogo me preguntó si me analizaba y me dijo: “Andá más”. Jajajaja. Me mandó un amigo, un hermano de la vida. También era algo que tenía pendiente con mi hijo por otras cuestiones. Entonces aproveché y maté dos pájaros de un tiro. "Si me doy los gustos me muero pasado mañana. No tengo ganas de no despertarme mañana", dice el líder de Kapanga (Gustavo Gavotti) “ME QUIERO PELEAR CON EL PSICÓLOGO TODAS LAS SESIONES, YO LE DIGO QUE UN DIA VAMOS A TERMINAR A LAS PIÑAS” – ¿Y qué tal? – Muy bien. Me quiero pelear todas las sesiones, pero está bien. Yo le digo que un día nos vamos a terminar fajando, entre el psicólogo y yo vamos a terminar a las piñas. Ya me dijo “mientras no rompas nada del consultorio hacemos lo que quieras”. – Porque te irrita lo que dice... – Lo cargo. Me gusta que es una mirada externa, no me conoce. Entonces trato de debatir o confrontarlo. Yo era de los que decía: “Para qué voy al psicólogo si tengo un grupo de amigos que es fantástico...”. Hasta que fui al psicólogo y me di cuenta. Mi grupo de amigos es fantástico, pero no tienen algunas herramientas. Él pesca cositas mías y por ahí cinco minutos me sirven para llevarme una enseñanza. Para mí es groso. – Hablemos de tu pelo. ¿Cuántos años lleva ese peinado? – Veintipico. – ¿Qué te pareció cuando empezaron todos los futbolistas a cortarse igual? – Que me estaban copiando. Yo soy adelantado de la moda, de los cortes de pelo. – Se puso de moda. – Sí, se puso de moda hace dos o tres años. Fue furor en Europa. – ¿No te dio ganas de cambiar? – No, yo creo que me identifica muchísimo el pelo y lo llevo con orgullo e hidalguía. Cuando no lo usaba nadie, cuando era el corte de los colectiveros de los 80, yo salía con el pelo así. Trato de cuidarlo. – Tenían más largo a los costados los colectiveros. – Eran más Pedro el Escamoso. Yo lo tuve como Pedro el Escamoso en los 80. "Yo era de los que decía: 'Para qué voy al psicólogo si tengo un grupo de amigos que es fantástico...'. Hasta que fui al psicólogo y me di cuenta", se sinceró el artista (Gustavo Gavotti) – Cuando eras joven, antes de ser tan famoso, tuviste una pizzería una punta de años y me acuerdo que no sabías hacer pizza. Pero después te vi en MasterChef. ¿Aprendiste a hacer pizza? – No pizza, pero sí aprendí a hacer algunas otras cosas. – ¿O sea que estarías para otro MasterChef? – No, no, ya la rompí. La pasé bien, hice un montón de amistades, aprendí un montón. Me hizo muy bien aprender de otras personas, conocer a otras personas. Yo pensé que era sapo de otro pozo y hoy seguimos manteniendo un grupo de WhatsApp con 15 de los 16 participantes. – ¿Cuáles son los más cercanos? – Con la Claudia pegué mucha onda. Con el Turco García, con Fede Bal, con Belu Lucius, con la mayoría. Hay un cumpleaños y está presente el grupo de cocineros. “¿VISTE QUE UNO DICE ‘ME QUIERO MORIR’? NO TE QUIERAS MORIR, PORQUE CUANDO ESTÁS CERCA ES HORRIBLE, NO SE LO DESEO A NADIE” – Espero que te sigas cuidando, Mono. – Sí, lo voy a hacer. Quiero vivir muchos años más. Quiero despertarme un montón de días más y decir: vamos, otro día más. – Y seguir tocando. – Seguir tocando todo lo que pueda el cuerpo. No voy a decir: “Yo me quiero morir cantando”. Ni en pedo, ni de casualidad. ¿O viste que uno dice la frase “me quiero morir”? No, no te quieras morir, es horrible. Es re difícil morirse, pero no te quieras morir porque cuando estás cerca es horrible, no se lo deseo a nadie.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por