07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:31
07/06/2025 18:30
07/06/2025 18:30
Concordia » Hora Digital
Fecha: 07/06/2025 14:35
Descubre cómo proteger tus plantas del frío y la falta de luz en invierno. Aprende a adaptar su cuidado para garantizar su bienestar en esta temporada. El frío y los días cortos pueden afectar el crecimiento de las plantas, pero con algunos ajustes simples pueden seguir sanas y fuertes toda la temporada. Con la llegada del invierno, las plantas necesitan cuidados especiales. Las bajas temperaturas, los vientos helados y la reducción de horas de luz solar pueden interferir con su desarrollo y debilitarlas. Por eso, adaptar la rutina de riego, protección y exposición al sol se vuelve fundamental para garantizar su bienestar durante los meses más fríos del año. Uno de los aspectos más importantes a considerar es la luz solar. En esta época, los días son más cortos y el sol pierde intensidad, por lo que la forma en que las plantas lo reciben cambia considerablemente. Aunque parezca que el sol de invierno no alcanza para calentar, sigue siendo clave para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis, mantenerse activas y sobrevivir al clima hostil. Los aficionados a la jardinería saben que pequeñas acciones marcan grandes diferencias. Ajustar el horario de exposición solar puede ser un paso simple pero decisivo para proteger las hojas, raíces y brotes más sensibles al frío. Y si bien cada especie tiene sus particularidades, hay ciertos momentos del día que son más beneficiosos que otros. Durante el invierno, el mejor momento para exponer tus plantas al sol es a media mañana o en las primeras horas de la tarde. Entre las 11:00 y las 15:00 horas, aproximadamente, el sol ofrece una luz más cálida pero menos agresiva que en verano, y el aire gana algo de temperatura. Esto permite que las plantas reciban el calor necesario sin que sufran quemaduras o un choque térmico por el frío intenso de la mañana o el anochecer. El objetivo es encontrar ese punto medio en el que el sol ayuda, pero no daña. En invierno, la radiación solar es más baja, pero sigue siendo suficiente para que tus plantas sigan su ritmo natural. Evitar la exposición temprana, cuando la escarcha o el rocío todavía están presentes, es clave para prevenir daños en las hojas o raíces. Un buen tip adicional es mover las plantas de interior a zonas con más luz durante el día y reubicarlas por la noche en lugares protegidos del frío. También conviene limpiar bien las hojas para que puedan absorber mejor la luz solar y reducir el riego, ya que el suelo tarda más en secarse y el exceso de agua puede pudrir las raíces. A diferencia del verano, donde se busca proteger las plantas del sol excesivo, en invierno el desafío es asegurarse de que reciban la dosis justa de energía. Observarlas con atención, rotarlas y elegir el momento adecuado para exponerlas al sol puede marcar la diferencia entre una planta que sobrevive y una que florece incluso en bajas temperaturas.
Ver noticia original
 300 x 300 px.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por