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Parana » Informe Digital
Fecha: 07/06/2025 11:58
La decisión del Gobierno de mantener los actuales derechos de exportación (DEX) para el cultivo de trigo hasta marzo de 2026 parece acertada. Los casi 200 dólares por tonelada que actualmente cotiza el cereal para entrega en diciembre/enero en el Matba/Rofex (posición de cosecha) muestra, en la gran mayoría de los casos, márgenes negativos. Por ello, un ajuste en los DEX a finales de enero, del 9,5% actual al 12%, reduciría el valor de paridad teórica de exportación de los mencionados 200 dólares por tonelada a aproximadamente 190. Sin duda, eso resultaría en valores de quebranto. La pregunta clave que muchos ajenos al sector agropecuario se formulan es: ¿por qué, entonces, podría crecer el área hasta un 6%? La respuesta es sencilla. Dependiendo del clima, el productor aprovechará las favorables condiciones de humedad del suelo que se registran actualmente en toda la zona productiva, esperando que la mayor productividad, en términos de rendimientos, compense los bajos niveles de precios. Sin embargo, este es un riesgo que, aunque el productor “sabe” que debe asumir, no deja de representar un daño potencial. Por tal motivo, los bajos niveles de rentabilidad en un contexto de tipo de cambio flotante, aunque hoy fijo en la realidad, así como los precios bajos y mercados desregulados, requieren estar atentos a las oportunidades que el mercado internacional pueda ofrecer. El período crítico para los cultivos en EE.UU., durante julio y agosto, podría ser uno de esos momentos. Y, aunque el impacto debería generar más oportunidades para el maíz y la soja, por razones de sustitución o complementariedad, el trigo también se vería afectado. En todas las charlas que brindamos por el país, no hay preguntas de los productores sobre el mercado internacional de granos, lo que sería lo más lógico en este contexto de mercados desregulados. La pregunta que más resuena, tanto en off como en on, es siempre la misma: ¿por qué el Gobierno no aplica lo mismo que hizo con los DEX en trigo para el resto de los cultivos? Esta cuestión puede abordarse desde varios ángulos, pero si la macroeconomía continúa mostrando signos de recuperación con una inflación a la baja y superávit fiscal, ¿podría el Presidente considerarlo antes de fin de mes? Esta respuesta, sin embargo, no es fácil de dar. Lo evidente es que, con los actuales niveles de precios internacionales de los principales granos, que se encuentran entre los más bajos de la historia en términos reales, la rentabilidad del maíz y la soja tampoco resulta demasiado atractiva. Y al decir esto, me refiero no solo a nuestro país, sino también a otros países productores de granos como Brasil y EE. UU., donde los DEX no existen. Así, años como este son tremendamente desafiantes, tanto para nuestro sector como para otros. Mientras junio avanza y el hombre de campo espera una decisión del Gobierno que incline la balanza hacia la normalización del mercado de granos, no debemos perder de vista lo que acontece en la plaza internacional. Para un país como el nuestro, que se caracteriza por ser uno de los mayores exportadores de granos del mundo, lo que suceda en el exterior resulta sumamente determinante. Manténgase en sintonía o, como dicen los estadounidenses, “stay tuned”. El autor es socio de Nóvitas SA.
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