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» Diario Cordoba
Fecha: 07/06/2025 05:31
Nuevo frente de presión al Gobierno para que no entorpezca la oferta de compra (opa) del BBVA sobre el Sabadell. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha sumado este viernes a la Comisión Europea, que la semana pasada advirtió al Ejecutivo de que no ve ningún motivo para que bloquee la operación y le amenazó veladamente con un expediente sancionador. Sin llegar tan lejos, el FMI ha venido a avalar de forma algo retorcida que la operación debe seguir adelante después de haber recibido el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Dicho de otra manera, el organismo internacional entiende que el Gobierno no le debería imponer condiciones adicionales que pudieran hacer al BBVA desistir o a los accionistas del Sabadell rechazar su oferta. Ya solo que el FMI haya hecho referencia a entidades concretas en su informe periódico de evaluación sobre la economía española es significativo. Es una herramienta que emplea para situaciones muy particulares, como en 2012, cuando una referencia a la crítica situación de Bankia fue uno de los factores que desencadenaron su nacionalización. La frase en cuestión del informe puede no resultar muy intuitiva sobre su valoración a primera vista: "Las potenciales implicaciones adversas de la fusión BBVA-Sabadell para la competencia y la estabilidad financiera deberían ser valoradas cuidadosamente; las preocupaciones sobre la competencia podrían ser mitigadas a través de los remedios de comportamiento y estructurales propuestos por la autoridad de competencia". Sin embargo, cobra una luz más clara si se tiene en cuenta que el BCE ya consideró que la operación no tendría impacto en la estabilidad financiera y que la CNMC ha aprobado la operación con compromisos pactados con el BBVA. Momento clave El momento en que se produce el pronunciamiento del FMI también es relevante y significativo. El Consejo de Ministros tiene hasta el 27 de junio para optar entre confirmar la decisión de la CNMC, dar luz verde a la opa sin condiciones (más que improbable), o imponerle otras adicionales mediante un acuerdo que "deberá estar debidamente motivado en razones de interés general distintas de la defensa de la competencia". Esta última es la posibilidad que anhelan el propio Sabadell y buena parte de la sociedad y la política catalana. En el entorno de la operación, se espera la decisión en la reunión del Consejo de Ministros del 24 de junio. En declaraciones a 'El País', el jefe de misión del FMI para España, Romain Duval, ha venido a defender que el Ejecutivo no debería entorpecer la operación. "Lo que estamos diciendo es que la decisión final que pretende tomar el Gobierno debe basarse en estos dos criterios (defensa de la competencia y estabilidad). Eso es todo lo que tenemos que decir al respecto", ha sostenido. Se trata, por tanto, de los dos campos de análisis que ya han sido estudiados y validados por la CNMC y el BCE y que, de hecho, el Gobierno no ha apuntado que vaya a reevaluar porque no puede hacerlo. Presión política, margen legal La ley de defensa de la competencia de 2007, así, establece que las condiciones adicionales que pueda imponer el Ejecutivo deben basarse en otro tipo de criterios. Para justificar su decisión de elevar la opa al Consejo de Ministros, el responsable de Economía, Carlos Cuerpo, enumeró otros cinco: el adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial, la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológicos, la protección de los trabajadores, los objetivos de política social y la cohesión territorial. Es decir, ninguno de los que el FMI considera que deberían ser tenidos en cuenta. Sin embargo, el Gobierno argumenta que son criterios de interés general recogidos y avalados por la normativa española y europea, con la que asegura estar siendo "absolutamente respetuoso". Así, tanto la postura del FMI como la de la Comisión Europea tienen un marcado peso político y técnico, pero es más cuestionable que el Ejecutivo no tenga margen legal para actuar, como ha venido a defender Bruselas.
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