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» on24
Fecha: 06/06/2025 12:46
La subsecretaria de Aguas y Saneamiento de Santa Fe, Vilma Olivieri, compartió con ON24 los principales aprendizajes de la misión público-privada a España y remarcó el impulso del ministro Lisandro Enrico para capacitar a técnicos y adoptar tecnologías innovadoras en la gestión del agua. En mayo, una comitiva integrada por funcionarios del Gobierno de Santa Fe y referentes del sector privado viajó a España con el objetivo de explorar soluciones innovadoras en infraestructura de agua y energía, dos cuellos de botella que condicionan el desarrollo urbano y productivo en la provincia. La misión, organizada por Fundación Libertad, incluyó visitas técnicas a empresas líderes como AZUD y Norvento, además de reuniones con autoridades del gobierno madrileño y del municipio de Las Rozas, modelo de planificación estratégica y sustentabilidad. Desde la Secretaría de Aguas y Saneamiento, participaron la subsecretaria Vilma Olivieri, el Ing. Gastón Domínguez y la Ing. Daniela Bruno, por indicación directa del ministro Lisandro Enrico, quien –según relata Olivieri– puso especial énfasis en que los técnicos de planta se capaciten para incorporar soluciones concretas y sostenibles en la gestión de los servicios. Vilma, ¿cómo se conformó el equipo que representó a la Secretaría de Aguas y Saneamiento en esta misión y qué funciones desempeñan dentro del organismo? Viajamos a esta misión tres representantes del área: el Ing. Gastón Domínguez, la Ing. Daniela Bruno y yo, desde mi rol como subsecretaria. Ellos forman parte de la planta técnica, con mucha trayectoria, y yo coordino las áreas de proyectos y obras de la Secretaría, que es el corazón operativo. Desde allí gestionamos las licitaciones y el seguimiento de las obras de agua y cloacas en todo el territorio provincial. ¿Qué los motivó a integrarse a una comitiva mixta de actores públicos y privados en este viaje a España? Lo que nos impulsó fue la necesidad de fortalecer el vínculo estratégico entre el Estado y el sector privado. Nosotros trabajamos acompañando a los prestadores de servicios —cooperativas, municipios, comunas— que muchas veces no tienen capacidad técnica o económica suficiente. Desde la Secretaría aportamos asistencia, no sólo financiera, sino también en planificación. El ministro Enrico fue muy claro al encomendarnos esta misión: capacitar a los técnicos, mirar experiencias, pensar fuera de lo habitual. Porque si el Estado no se moderniza y dinamiza, se convierte en una traba. Debemos sentarnos en la mesa del desarrollo, no obstaculizarla. La comitiva visitó la planta de AZUD en Murcia, especializada en tratamiento de aguas. ¿Qué aspectos destacaron de esa experiencia? Nos pareció muy interesante cómo combinan el tratamiento de aguas residuales con energías renovables en un sistema compacto, eficiente y sustentable. En Santa Fe tenemos empresas sólidas en esta materia, pero ver el modelo español funcionando en el territorio —al servicio de desarrollos privados que lo incorporan como parte de su infraestructura— nos dio una perspectiva valiosa. Más allá de la tecnología, lo clave es pensar en la sostenibilidad de estos sistemas: técnica, económica y energética. Y hacia ahí vamos. Ya estamos trabajando en licitaciones que incluyan energías renovables como parte estructural de las futuras plantas de tratamiento. También recorrieron Norvento, empresa líder en energías limpias. ¿Qué aprendizajes dejó esa visita? Norvento nos mostró cómo se pueden integrar soluciones energéticas limpias en sistemas de agua y saneamiento. Vimos equipamientos aplicados a distintos contextos, lo cual nos sirve para visualizar cómo trasladar esa experiencia a la realidad santafesina. Además, estamos formándonos activamente: asistimos a capacitaciones de la Secretaría de Energía para estar a la altura del desafío. Las obras de infraestructura que licitamos hoy tienen una vida útil de 20 años, y tenemos que pensar ya en que esas obras funcionen con energías limpias. El cambio empieza por el propio Estado. Hubo también una reunión con el alcalde de Las Rozas y su equipo técnico. ¿Qué elementos les resultaron más inspiradores? Nos impactó cómo, con un equipo técnico reducido pero muy enfocado, han logrado una planificación urbana ejemplar. Reglas claras, objetivos estratégicos, y previsibilidad para el inversor. Esa claridad institucional permite atraer inversión sin perder el control del desarrollo. Ese es el modelo que queremos replicar: un Estado que define y defiende el bien común, pero que escucha y colabora con el sector privado para concretar soluciones. Después de todo lo vivido en esta misión, ¿cuáles dirías que son los principales obstáculos que enfrenta Argentina para avanzar hacia una gestión sustentable de sus recursos? El principal desafío es sentar a todas las provincias en una mesa con Nación para coordinar una agenda federal de infraestructura estratégica. No podemos seguir con un país donde todo se decide desde Buenos Aires. Las obras tienen que llegar a las comunidades del interior, que son las que necesitan condiciones reales para desarrollarse. Y otro tema clave es la articulación interna: necesitamos más trabajo transversal entre secretarías y ministerios, menos compartimentos estancos. Desde nuestra área, estamos articulando con Energía para integrar tecnologías renovables a nuestras obras. No es futuro, es presente. ¿Y cómo evaluás el lugar que ocupa hoy la provincia de Santa Fe en ese camino hacia la innovación y la eficiencia? Santa Fe está caminando fuerte. El gobernador Pullaro y el ministro Enrico tienen muy clara la necesidad de recorrer el territorio, escuchar, entender la demanda real. Por eso estamos donde hay que estar: en cada comunidad, con los pies en el barro y la cabeza en la planificación. Creo que tenemos un enorme potencial si seguimos construyendo esta alianza público-privada. El sector privado tiene energía, ideas, inversión. El Estado debe dar reglas claras, acompañar y garantizar que el desarrollo sea equitativo. No se trata de ver quién manda, sino de trabajar como un equipo. Porque en definitiva, todos —ciudadanos, empresas, gobiernos— habitamos la misma provincia. Y si queremos que crezca, tenemos que empujar juntos.
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