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  • Seis factores cotidianos que pueden disparar el colesterol sin que te des cuenta

    » Rafaela Noticias

    Fecha: 06/06/2025 11:20

    Seis factores cotidianos que pueden disparar el colesterol sin que te des cuenta Una taza de café, una dieta extrema, el estrés acumulado o incluso un embarazo. Aunque a simple vista parezcan situaciones comunes de la vida diaria, todas pueden incidir —y mucho más de lo que se cree— en los niveles de colesterol en sangre. Si bien habitualmente se vincula el colesterol alto con una alimentación desbalanceada o la falta de actividad física, la ciencia ha demostrado que existen otros disparadores, menos evidentes pero igual de relevantes. Y lo más preocupante es que, muchas veces, estas alteraciones suceden sin síntomas claros, lo que impide detectarlas a tiempo. Especialistas advierten que los cambios bruscos en el perfil lipídico pueden tener consecuencias serias para la salud cardiovascular, por lo que la prevención y el seguimiento médico son claves. A continuación, repasamos seis factores cotidianos que podrían elevar el colesterol sin previo aviso. Café en exceso: más allá de la energía Tomar café es un hábito extendido en todo el mundo y suele estar asociado a beneficios como mayor concentración y energía. Sin embargo, su consumo excesivo, especialmente en forma de bebidas a base de espresso, podría tener efectos indeseados. Estudios recientes señalaron que tomar más de cuatro tazas diarias puede elevar tanto el colesterol total como el LDL, conocido como “colesterol malo”. El motivo estaría en una sustancia llamada diterpeno, presente en mayor concentración en cafés no filtrados. Por eso, los expertos recomiendan moderar el consumo, especialmente de espresso o café de cápsula. Estrés sostenido: una bomba invisible El estrés no solo afecta el estado de ánimo. Su impacto en el cuerpo es profundo y alcanza también al sistema cardiovascular. En contextos de alta tensión emocional, el cuerpo libera cortisol, una hormona que puede elevar el colesterol total y LDL. Esto convierte al estrés crónico en un factor de riesgo directo. Para contrarrestarlo, se sugiere incorporar hábitos como la meditación, la actividad física regular o técnicas de respiración, que ayudan a equilibrar el sistema nervioso y reducir sus efectos fisiológicos. Tabaquismo: enemigo del “colesterol bueno” Fumar no solo daña los pulmones. La nicotina y otros químicos presentes en el tabaco disminuyen los niveles de HDL, el llamado “colesterol bueno”, cuya función es limpiar las arterias del colesterol malo. Esa alteración favorece la acumulación de placas en las paredes arteriales, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas. La evidencia es contundente: dejar de fumar es una de las decisiones más beneficiosas para el sistema cardiovascular. Medicamentos con efectos inesperados Algunos fármacos de uso frecuente pueden alterar el metabolismo de los lípidos. Entre ellos se encuentran diuréticos, inmunosupresores, antivirales, anticonvulsivos, interferones, retinoides y ciertos antipsicóticos. Estos medicamentos, en especial si se consumen de forma prolongada, pueden provocar aumentos en el colesterol total o inducir cambios en el peso corporal que repercuten en el perfil lipídico. Por eso, es fundamental consultar con profesionales de la salud antes de iniciar, suspender o modificar un tratamiento. Embarazo: una subida fisiológica Durante la gestación, el colesterol aumenta entre un 30% y un 40%. Este fenómeno es completamente natural y necesario para el desarrollo del feto, ya que el colesterol cumple funciones clave en la formación de hormonas y tejidos. El incremento se vincula al aumento de hormonas como el estrógeno, la progesterona y el lactógeno placentario, así como a una mayor resistencia a la insulina. Aunque se trata de un proceso esperado, en algunos casos puede derivar en hipercolesterolemia gestacional, que requiere seguimiento médico para evitar riesgos. Dietas extremas: el efecto rebote Bajar de peso muy rápido puede parecer una victoria, pero también tiene efectos colaterales. Estudios recientes revelaron que las dietas extremadamente bajas en calorías, o los planes cetogénicos, pueden provocar un aumento transitorio del colesterol LDL. Esto ocurre porque el cuerpo, al movilizar grandes reservas de grasa en poco tiempo, altera su metabolismo. En consecuencia, los especialistas aconsejan que cualquier plan para bajar de peso sea progresivo, equilibrado y supervisado por nutricionistas o médicos. ¿Cómo saber si tenés el colesterol alto? El colesterol no duele ni da señales claras. La única manera de saber si está elevado es mediante un análisis de sangre. Por eso, se recomienda realizar controles periódicos, especialmente en personas con antecedentes familiares, factores de riesgo o a partir de los 40 años. Un colesterol total por encima de 200 mg/dl ya se considera alto y puede ser una señal de alerta. Detectarlo a tiempo permite tomar medidas y evitar complicaciones como infartos o accidentes cerebrovasculares. Conclusión Pequeños cambios en la rutina diaria —como reducir el consumo de café espresso, dejar de fumar, gestionar el estrés o revisar la medicación— pueden tener un gran impacto en la salud del corazón. Estar atentos a estos factores, incluso los más inesperados, puede marcar la diferencia. Porque en materia de colesterol, lo que no se ve, sí puede doler.

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