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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/06/2025 04:42
Las garrapatas representan un riesgo constante, ya que sobreviven al frío gracias a ambientes cálidos dentro del hogar (Canva) Cada 6 de junio se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre la Importancia del Control de Plagas, una fecha clave para advertir que ciertas amenazas sanitarias no se disipan con el frío. En particular, las garrapatas, vectores de enfermedades potencialmente graves para humanos y animales, pueden sobrevivir y mantenerse activas incluso durante los meses invernales. Pese a que muchas personas interrumpen los tratamientos en invierno, especialistas advierten que esa decisión puede tener consecuencias sanitarias serias. “Con apenas unos días templados, las garrapatas pueden reactivarse y extender su presencia en el hogar”, señala un informe de MSD Salud Animal, una biofarmacéutica especializada en salud veterinaria. En zonas urbanas, su presencia ya no depende del clima exterior: la calefacción, la convivencia cercana con las mascotas y la suspensión de tratamientos favorecen su permanencia. Una amenaza silenciosa dentro del hogar Las garrapatas buscan refugio en invierno en lugares cálidos y resguardados del hogar, como grietas, zócalos, alfombras o mantas. Allí pueden permanecer semanas sin alimentarse. MSD destaca que una sola hembra puede poner hasta 4.000 huevos a lo largo de su vida, lo que explica por qué una infestación puede avanzar rápidamente si no se detecta a tiempo. ARCHIVO - Las garrapatas son pequeñas, pero peligrosas, porque transmiten enfermedades graves. Foto: Marijan Murat/dpa Además, según el mismo informe, la mayoría de las garrapatas no se encuentra sobre el animal, sino en su entorno, lo que hace indispensable el tratamiento del espacio físico y no solo del perro o gato. Aspirar alfombras, lavar mantas con agua caliente y mantener limpios los espacios de descanso y juego de las mascotas es tan importante como tratar al animal. El veterinario Walter Comas, director de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Argentina, subraya que el tratamiento antiparasitario debe mantenerse durante todo el año. “El tratamiento debe ser preventivo. Esperar a detectar garrapatas significa que ya hay una infestación instalada”, explica. Y agrega: “Existen soluciones que protegen hasta por 12 semanas, ideales para evitar intervalos de vulnerabilidad”. Las consecuencias de interrumpir la prevención van más allá del malestar físico. Algunas garrapatas transmiten ehrlichiosis, una infección bacteriana que puede pasar inadvertida hasta fases avanzadas, o incluso la enfermedad de Lyme, frecuente en el hemisferio norte. Esta última se transmite cuando la garrapata permanece adherida por más de 36 horas y puede afectar el sistema nervioso, cardíaco o articular. El Día Mundial de Control de Plagas busca concienciar sobre la importancia de la prevención todo el año Foto: Patrick Pleul/dpa Pulgas en gatos: doble riesgo, menos señales MSD también advierte que los gatos no están exentos de estos riesgos, especialmente frente a las pulgas, cuyos signos muchas veces pasan desapercibidos. “En los gatos, las señales de infestación suelen ser sutiles, pero muy reveladoras si se sabe qué buscar”, explica Comas. Algunos indicadores son zonas sin pelo, exceso de acicalamiento, irritabilidad o motas oscuras en su cama. Aunque los gatos son muy higiénicos, esto no los inmuniza: su conducta puede ocultar una infestación activa. “Son dos veces más propensos que los perros a tener pulgas”, subraya el portal Mascotas Sanas y Divertidas, desarrollado con respaldo técnico de MSD. En este contexto, la prevención continua, incluso en invierno, resulta indispensable para evitar una diseminación doméstica. Investigadores del Cary Institute of Ecosystem Studies en Nueva York llevan más de 30 años estudiando la ecología de las garrapatas. Su director, Richard Ostfeld, aclara que el frío no las elimina: “No hemos encontrado ninguna relación entre inviernos fríos y menor abundancia de garrapatas en primavera, lo que sugiere que las larvas y adultas invernantes son capaces de escapar del frío encontrando lugares protegidos y entrando en estado latente”. Garrapatas y pulgas transmiten enfermedades graves como la ehrlichiosis y la enfermedad de Lyme a humanos y mascotas- (Imagen Ilustrativa Infobae) Ostfeld indica que las garrapatas adultas de patas negras pueden activarse incluso en pleno invierno si la temperatura supera el punto de congelación, algo cada vez más frecuente con el cambio climático. “Podemos esperar que el riesgo de enfermedades transmitidas por garrapatas aumente, incluso en temporadas en las que históricamente hemos estado relativamente seguros”, señala. Pulgas en perros: una amenaza que no da tregua Al igual que en los gatos, las pulgas también afectan a los perros, especialmente durante el invierno, cuando el ambiente calefaccionado facilita su ciclo reproductivo. Aunque suelen generar síntomas más visibles —como picazón, enrojecimiento, o costras—, también pueden pasar desapercibidas si no se realiza una revisión periódica del animal y su entorno. “Si se suspende la protección durante el invierno, se les ofrece una pausa perfecta para reactivarse en primavera con mayor fuerza”, advierte MSD Salud Animal. El cambio climático fomenta la actividad de plagas como las garrapatas incluso durante pleno invierno Los efectos pueden ir más allá del malestar local. En casos graves, las infestaciones pueden provocar anemia, especialmente en cachorros o animales inmunocomprometidos. Para evitarlo, la compañía recomienda el uso de productos antiparasitarios de acción prolongada, como pipetas, comprimidos o collares, siempre bajo supervisión veterinaria, y acompañar su uso con limpieza frecuente del entorno. Desde el mencionado sitio de animales, explicaron: “Las condiciones interiores cálidas permiten que los huevos eclosionen y den lugar a nuevas pulgas activas incluso en los meses fríos”. Por eso, mantener la prevención durante todo el año es clave para evitar reinfestaciones difíciles de controlar. La enfermedad de Lyme y las mascotas El Departamento de Salud del Estado de Nueva York confirma que las garrapatas del ciervo (Ixodes scapularis), principales transmisoras de la enfermedad de Lyme, pueden estar activas en cualquier momento si la temperatura del suelo supera los 7 °C. La enfermedad de Lyme no se limita a los humanos. Los veterinarios han reportado casos tanto en perros como en gatos, precisa el organismo. Los especialistas recomiendan mantener tratamientos antiparasitarios activos para evitar infestaciones difíciles de localizar Los síntomas en mascotas incluyen letargo, fiebre, dolor articular y cojera. En humanos, además de fiebre y fatiga, puede aparecer una erupción en forma de “ojo de buey”, y los efectos pueden volverse crónicos si no se trata a tiempo. La estrategia de control de plagas forma parte del enfoque integral de One Health, adoptado por MSD Salud Animal, que articula la salud de los animales, las personas y el ambiente. “Trabajamos para desarrollar nuevas estrategias, productos innovadores y soluciones tecnológicas para los principales desafíos sanitarios que afectan tanto a los animales como a las personas”, indica la empresa. El Día Mundial del Control de Plagas recuerda que el invierno no es una tregua. Con garrapatas ocultas, huevos latentes y mascotas expuestas, la prevención constante es la mejor estrategia para evitar enfermedades y proteger el entorno familiar.
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