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» Radiosudamericana
Fecha: 05/06/2025 19:55
Jueves 05 de Junio de 2025 - Actualizada a las: 18:18hs. del 05-06-2025 OPINIÓN Me preocupa profundamente lo que considero el nuevo cepo: el crecimiento de la deuda soberana por el solo transcurso del tiempo, y cómo, en un intento por ganar un poco de aire, terminamos encareciéndonos. Por Noel Breard. El próximo 9 de julio, el país enfrenta un compromiso de pago de bonos globales y otras obligaciones que asciende a casi 5 mil millones de dólares. Ya hemos tenido que pedir prestado mil millones de dólares para completar este pago. Al analizar esta situación, queda claro que el casino de los bonos y el sistema financiero siempre terminan ganando, generando una constante transferencia de riqueza que no proviene de la producción ni del trabajo. Creo que es imperativo que nos demos un debate serio sobre el manejo de nuestra deuda soberana. Necesitamos comprender cómo podemos desinflar este crecimiento geométrico del endeudamiento que se dá simplemente por el paso del tiempo y, a veces, por nuestra necesidad de ganar tiempo, comprometiendo así el futuro. El manejo de la deuda externa es, por supuesto, un efecto de un desequilibrio fiscal y de cuentas. Sin embargo, una vez que la deuda soberana alcanza niveles inmanejables, como es el caso de Argentina, se convierte en la causa principal del problema. En ese punto, aunque logremos un déficit cero, el descontrol de los pagos, las nuevas tasas de interés y los nuevos endeudamientos terminan destruyendo cualquier plan de austeridad y equilibrio. El Gobierno actual está trabajando intensamente para lograr el equilibrio fiscal, y valoro ese esfuerzo. No obstante, parece dejar librada a su propia dinámica de crecimiento geométrico a la deuda, una deuda que lleva implícita la destrucción de la economía. Además, hay otro tema crucial que no podemos soslayar: la necesidad de cambiar nuestra matriz productiva, incorporando la economía del conocimiento. Si no mejoramos nuestra productividad, la competitividad no será sostenible. No podemos apostar únicamente a una economía primarizada y a la expansión de la economía extractiva (minería y energía) como única salida. En síntesis, la deuda soberana requiere una nueva ingeniería financiera que, con el tiempo, revierta ese crecimiento geométrico y autónomo que se produce por el simple paso del tiempo. Noel Eugenio Breard Senador Provincial UCR
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