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Parana » Informe Digital
Fecha: 05/06/2025 16:21
En el contexto actual del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde se especula sobre la posibilidad de que el gobierno de Javier Milei emita un decreto con reformas estructurales, el director nacional, Ariel Pereda, alertó sobre los riesgos que conlleva modificar la gobernanza del organismo. Hizo un llamado a mantener un debate racional que asegure su rol crucial en el desarrollo agropecuario del país. Durante una exposición del sector Científico y Tecnológico llevada a cabo en el Senado este miércoles en la Comisión de Ciencia y Tecnología, Pereda destacó el INTA como “uno de los organismos de ciencia y tecnología más representativos del país”, con presencia activa en todas las regiones argentinas. “En cada pueblito hay una agencia del INTA, una estación experimental, un investigador o un extensionista apoyando. Es una institución con 70 años de historia, respaldada por una política pública que ha perdurado a lo largo del tiempo, y eso es significativo”, remarcó. Pereda enfatizó las particularidades del organismo, cuyo eje central, por ley, es la generación de conocimiento y tecnología para el sector agropecuario, “el sector productivo más importante del país”. Resaltó la singularidad de su modelo de gobernanza, el cual se basa en que está dirigido por quienes se benefician directamente de su labor: el sector productivo, que tiene mayoría en el directorio, mientras que el Estado, tanto nacional como provincial, ocupa una posición minoritaria. Ariel Pereda, director Nacional de INTA, es uno de los más críticos de las decisiones del Gobierno Gentileza A raíz de esto, y considerando los avances del Gobierno, Pereda explicó a los legisladores que es fundamental garantizar que el INTA mantenga una orientación de largo plazo, independiente de los vaivenes políticos. Advirtió que esta situación se halla en riesgo. “El actual Gobierno propone modificar esa composición y otorgar la mayoría al Estado. Aunque parece un cambio menor, no lo es. Lo que está en juego es la posibilidad de que el INTA se convierta en un organismo que cambia según el color político de turno. Esto sería gravísimo para una institución científica”, alertó. En este contexto, es importante recordar que el Gobierno promueve un plan de ajuste para reducir el INTA y limitar competencias al sector privado, con el objetivo de desarticular un modelo de gobernanza que ha regido por décadas. Se pretende disminuir a 8 el número de integrantes del Consejo Directivo, que actualmente cuenta con 10 entre representantes del sector público y del agropecuario. De este modo, quedarían eliminados los dos puestos que ocupan las facultades de Agronomía de las universidades nacionales y las facultades de Ciencias Veterinarias. Ante esta situación, la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) ofreció su representación, dado que le ofrecieron un lugar en el Gobierno, pero decidieron no aceptarlo. Aunque no está confirmado, distintas versiones sugieren que dicha silla podría ser ocupada por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). Ariel Pereda, director Nacional del INTA en el Senado Con respecto a esto, Pereda insistió en que se están considerando otros cambios que apuntan a la centralización de la administración, lo que también podría perjudicar la efectividad de una estructura que actualmente es profundamente descentralizada y está adaptada a las realidades locales. También resaltó el impacto tangible del trabajo del INTA en la vida cotidiana de los argentinos, mucho más allá de lo que suele percibirse. “No habría Malbec en Argentina sin el INTA. Tampoco arroz en Argentina ni en Brasil. Las vacunas contra la fiebre aftosa, muchas variedades de hortalizas e incluso las sopas instantáneas que consumimos son desarrollos tecnológicos del INTA”, enumeró con orgullo, destacando los logros del organismo. Además, subrayó que el INTA es el principal obtentor de variedades vegetales del país, con un liderazgo indiscutido en innovación aplicada al agro. En la Antártida, por ejemplo, el INTA ha desarrollado tecnología propia para cultivar verduras de hoja verde, mejorando así la alimentación en condiciones extremas de “quienes hacen patria”. Más allá de sus aportes productivos, Pereda resaltó el rol social del INTA en el sostenimiento de las economías regionales y la vida rural. “El INTA sostiene la producción, pero también la ruralidad. Ayuda a prevenir la migración de familias completas hacia las ciudades. Generamos valor en cada pueblo del país”, afirmó. Ariel Pereda: “Queremos que ese debate se dé con racionalidad, no sobre un Excel” Gentileza Frente a los posibles cambios impulsados por los representantes del gobierno, el director nacional del INTA fue contundente: “Estamos dispuestos a adaptarnos a los nuevos contextos, como siempre lo hemos hecho. No somos el mismo INTA de hace 70 años, ni de hace 20. Pero queremos que ese debate se dé con racionalidad, no sobre un Excel. Aspiramos a una discusión productiva y dialogante, para seguir contribuyendo a un sector que lo necesita y demanda”. Su mensaje fue directo a los legisladores presentes en la sala. “El INTA es nacional, pero en cada provincia se lo siente como propio. Por eso estamos aquí, para afirmar que tenemos una institución sana, útil y con una larga trayectoria, que vale la pena proteger”, concluyó.
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