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» Diario Cordoba
Fecha: 05/06/2025 03:03
Se cumplen dos años de las elecciones locales de mayo de 2023. En estos primeros días de junio, los equipos de gobierno y la oposición de los diferentes municipios realizarán sus correspondientes análisis de la gestión corporativa llegados al meridiano político. Estamos seguros, que unos y otros, verán el paso del tiempo y la labor ejecutada, bien distinta. Los ayuntamientos de la vega del Guadalquivir han sido gobernados por los mismos partidos que ya gobernaban en el periodo anterior 2019-2023, exceptuando Palma del Río. En Hornachuelos ha continuado un partido independiente; en Posadas y La Carlota prosiguen gobiernos socialistas; en Fuente Palmera y Almodóvar del Río siguen al frente gobiernos de Izquierda Unida. Sin embargo, el gran ensayo político lo ha experimentado Palma del Río con un gobierno de gran mayoría absoluta del Partido Popular. Será por tanto, en esta ciudad donde se pongan a funcionar las tablas comparativas de qué ha cambiado, qué se ha hecho y cuáles son los resultados logrados. Los populares de Matilde Esteo se presentaron como una palanca de cambio que aglutinó el voto de toda la derecha ideológica, de ciudadanos, de grupos descontentos y seguramente, de socialistas cabreados. Pero, pasados dos años, los ciudadanos y electores empiezan a dividir su opinión sobre en qué hemos cambiado y qué modelo de ciudad presentan al conjunto de la población. Palma del Río confía que en los próximos dos años veamos la apertura total del hospital construido con fondos de la Unión Europea, la mejora y ampliación del servicio de limpieza; las obras del colegio público El Parque, la plena integración de los migrantes temporeros con seguridad, contrato laboral y dignidad. Las inversiones públicas en infraestructuras, la posible llegada de nuevas empresas, las inversiones en ferias, fiestas y tradiciones, la colaboración con los sectores culturales, sociales, deportivos y en definitiva, la conexión con el tejido social. Estaremos atentos, que dice el gobierno municipal y que contradice la oposición. A tenor de lo visto y oído en los últimos plenos la realidad es muy distinta según quien la expone. Los ciudadanos siempre tienen la última palabra. Dos años pueden parecer poco tiempo para los cambios anunciados o deseados, y mucho tiempo, perdido o ganado. Para consuelo, de unos y otros, quedan otros dos años. Para la sociedad, tiempo suficiente para sacar conclusiones. Algo se mueve en el aire, que huele a ambiente preelectoral. Sinceramente, aparten calendarios electorales y será bueno que todo el tiempo se emplee en gestionar los intereses de la ciudadanía. *Doctor en Historia
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