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Fecha: 05/06/2025 00:02
El director de Neostar analiza el nuevo escenario del mercado automotor argentino: más volumen, nuevas oportunidades de financiación y un regreso esperado de los modelos importados. En medio de un panorama económico todavía inestable, el sector automotor argentino da señales de recuperación sólida. Así lo indica Sebastián Vázquez, director de Neostar, quien observa un repunte en la actividad comercial, con mayor disponibilidad de modelos y un papel clave de la financiación subsidiada. “Estamos viendo un crecimiento importante respecto al año pasado. Si miramos los números interanuales, el mercado crece más del 70%”, señala Vázquez. La demanda se mantiene fuerte y, en muchos casos, el vehículo sigue siendo una forma de proteger el capital frente a la inflación. Tras años de actividad por debajo del umbral ideal —con ventas que oscilaban entre 300 y 500 mil unidades anuales, lejos del objetivo de 800 mil—, las proyecciones para 2024 son más alentadoras. “Todo indica que se va a cerrar el año con alrededor de 600 mil unidades comercializadas, contra 400 mil en 2023. Es una mejora que ronda el 50%”, explica el empresario. Financiación, el combustible del repunte Uno de los grandes motores de esta reactivación es el acceso al crédito en condiciones especiales. “Hoy muchas operaciones se concretan gracias a la financiación directa que ofrecen las marcas. Si te vas a un banco sin subsidios, la tasa es inviable. Pero con propuestas como las de Jeep, RAM, Nissan, Chevrolet o Honda, tenés opciones a tasa cero en plazos de 12 a 18 meses”, indica Vázquez. La combinación de cuotas fijas y precios que aún se mueven por debajo de la inflación convierte a estas alternativas en verdaderas oportunidades para quienes buscan cambiar el auto. Importados: vuelve la competencia Otro cambio sustancial es el regreso paulatino de vehículos importados, tras meses de trabas que frenaban la oferta. “El año pasado hubo marcas que estuvieron casi inactivas porque no podían importar. Hoy, con un marco más previsible para pagos al exterior, volvimos a ver movimiento en líneas como Kia, Suzuki y Subaru”, cuenta. En el caso de Neostar, esa reapertura se tradujo rápidamente en demanda. “Con el Kia K3, por ejemplo, lanzamos la preventa y tuvimos que frenarla porque no hay certezas sobre próximas entregas”, dice Vázquez. Este regreso también está modificando las preferencias de los consumidores. “Durante mucho tiempo los modelos más vendidos eran nacionales como el Fiat Cronos o el 208, por disponibilidad. Pero los autos importados ofrecen un plus en diseño, tecnología y seguridad, y eso empieza a notarse en la decisión de compra”. Segmentación y eficiencia Aunque el crecimiento se extiende a todo el mercado, no todos los segmentos evolucionan igual. En el de las pick-ups —con fuerte presencia de producción local— la competencia obliga a ajustar precios. “Ahí tenemos que trabajar con promociones agresivas para cerrar ventas”, advierte. Vázquez también destaca que el nuevo ritmo de operaciones no implica relajarse: “Hoy la eficiencia interna es clave. Los costos fijos se dispararon y ya no hay margen para errores. Antes la inflación te licuaba las desprolijidades. Hoy, si no sos prolijo, perdés plata aunque vendas”. Expectativas para 2025 Con cautela, el empresario anticipa un escenario desafiante pero con oportunidades. “El año que viene habrá más variedad, más competencia y mejores condiciones para el cliente. Para las empresas, en cambio, va a ser un año exigente. Hay que estar preparados”.
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