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» Primerochaco
Fecha: 04/06/2025 22:44
El periodista y escritor chaqueño participará de la Feria del Libro Termal en Sáenz Peña. En diálogo con medios locales, habló sobre su trayectoria, su vínculo con la literatura y el proceso creativo detrás de sus libros. Marcos Fernández Leyes es periodista, escritor y trabaja desde hace 15 años en el área de prensa del Superior Tribunal de Justicia del Chaco. Con más de dos décadas de experiencia en medios y tres libros publicados, participará este fin de semana en la Feria del Libro Termal en Sáenz Peña, donde compartirá su experiencia bajo el título “La cocina de la escritura”. Durante una entrevista distendida, Fernández Leyes habló sobre sus inicios, sus motivaciones y cómo transita el oficio de escribir. “La escritura es algo que me fascina”, expresó, al tiempo que explicó que su actividad literaria convive con su trabajo en el Poder Judicial. “Lo otro lo hago por pasión, porque me gusta”, dijo. Periodismo, ficción y el desafío de explorar Aunque desarrolló su carrera principalmente en el periodismo —incluso fue miembro de FOPEA durante más de una década—, el autor chaqueño decidió incursionar también en la ficción. “Siempre me gusta encarar cosas que me saquen de mi zona de confort. Escribir ficción es muy distinto al periodismo, pero tiene su propio encanto y complejidad”, señaló. Su interés por la literatura comenzó en la infancia, impulsado por el acceso a la biblioteca de la Escuela Nº 2 de Resistencia. Allí descubrió autores como Julio Verne, Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe. “Mi cueva era esa biblioteca”, recuerda. De la lectura a la escritura Publicó su primer libro, Tragadero, en 2020, una recopilación de cuentos surgida a partir de ejercicios en un taller literario con Mario Doldán. “No todo lo que escribimos tiene por qué ver la luz”, reflexionó sobre el proceso de selección del material. Luego siguieron Es inútil que corras (2022), escrito en gran parte durante la pandemia, y Intergrafías (2023), una obra en coautoría que combina cuentos e ilustraciones. Sobre este último, detalló que cada texto tenía una extensión máxima de 1500 palabras y debía ser entregado cada 15 días para su publicación en el Suplemento Norte de La Voz del Chaco. “Era una historia interesante, resuelta de inicio a final en pocas palabras y con un plazo perentorio”, explicó. El poder de los títulos y el humor del oficio Fernández Leyes también se refirió a la importancia de los títulos en sus obras. “Tienen que tener gancho. Que inviten a leer, pero que al final cobren sentido”, dijo. En tono más relajado, respondió a una broma sobre el supuesto encanto que tienen los escritores: “No nos leemos ni entre nosotros”, soltó entre risas.
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