06/06/2025 10:01
06/06/2025 10:01
06/06/2025 10:01
06/06/2025 10:01
06/06/2025 10:00
06/06/2025 10:00
06/06/2025 09:59
06/06/2025 09:58
06/06/2025 09:58
06/06/2025 09:58
Parana » Informe Digital
Fecha: 04/06/2025 22:20
Los gráficos desde los primeros días de este nuevo mes, que muestran un volumen diario de exportaciones de alrededor de 500.000 toneladas de soja, anticipan que junio podría ser un período destacado en cuanto a ingresos de dólares por exportaciones agroindustriales. Este panorama genera grandes expectativas en el Gobierno debido a la fuerte entrada de divisas. Con el 30 de junio como fecha límite para el régimen transitorio de retenciones reducidas sobre la soja, el maíz, el girasol y el sorgo —mientras que el trigo y la cebada conservarán sus tasas actuales—, los productores agropecuarios se han volcado masivamente a la venta de sus granos. Las consecuencias de esta decisión se reflejan en un aumento significativo en las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), y según estimaciones privadas, la liquidación de divisas podría alcanzar los US$3500 millones, cifra notablemente superior a los US$3054 millones de mayo. Este posible ingreso se posicionaría como el segundo más importante en la historia de junio, luego de los US$3815 millones registrados en junio de 2022. Como se mencionó, el mes pasado, la liquidación de divisas de la agroexportación alcanzó los US$3054 millones, lo que representa un aumento del 17% en comparación con el mismo periodo de 2024 y un incremento del 21% respecto a abril. En el acumulado anual, entre enero y mayo de 2025 se observó un crecimiento del 29% en comparación con 2024, alcanzando un total de US$11.713.207.988 de acuerdo con la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). “El productor está vendiendo principalmente porque vencen créditos comerciales y bancarios importantes, y necesita liquidez. A eso se suma el posible aumento de retenciones del 26,5% actual al 33% a partir de julio”, explicó Romano Paulo Whitaker – Reuters. “Los productores están vendiendo por varias razones, pero principalmente por la necesidad de liquidez ante vencimientos de créditos comerciales y bancarios. Además, existe la posibilidad de que retenciones aumenten del 26,5% al 33% a partir de julio”, señaló Dante Romano, investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, en una entrevista con LA NACION. “Al acercarse el 30 de junio, es probable que las exportaciones presenten DJVE para congelar los derechos de exportación al 26,5%, aunque esto no abarcará toda la necesidad hasta fin de año”, añadió Romano. Las presentaciones se concentran en soja y maíz, con especial énfasis en la oleaginosa, que actualmente está bajo presión comercial. El inconveniente radica en que, a los 15 días de presentada la DJVE, debe ingresarse la divisa, y para mantener el dinero inmovilizado es necesario recurrir a títulos públicos. Lorena D’Angelo, analista de mercados de AZ Group, coincidió en que en estos días se ha observado un mayor número de declaraciones juradas por parte de los exportadores, y es muy probable que esta tendencia continúe. Esto se debe a los negocios que se anticipan, lo cual garantiza un DEX más bajo. Asimismo, los productores están aprovechando el contexto para vender, principalmente soja, y en los últimos días se ha reactivado el maíz gracias a los precios que se manejan desde el exportador para este grano. Este movimiento también responde a aspectos financieros. “Además de nuevas ventas, están por vencer muchas fijaciones de negocios previos. Todo esto podría conducir a una liquidación cercana a los US$3500 millones en junio. No esperemos más, ya que los precios internacionales no ayudan y no muestran señales de recuperación para mejorar este contexto”, añadió D’Angelo. Preciado Patiño confirmó una aceleración en las ventas primarias de soja y destacó la dualidad del mercado: “Las ventas internas se apresuran dada la amenaza de un retorno a las retenciones del 33%. Sin embargo, las exportaciones dependen de la dinámica de la demanda internacional”. Siguiendo esta tendencia, Romano apuntó que si en junio se comercializan alrededor de cinco millones de toneladas de soja y tres millones entre julio y agosto, considerando un precio FOB promedio de US$400, podrían ingresar US$3200 millones solo por soja. A esto se sumarían US$1500 millones del maíz, alcanzando un potencial total de US$4700 millones en apenas tres meses. Sin embargo, esta aceleración tiene sus límites. “Las multinacionales no pueden comprar de manera ilimitada debido a un tope de riesgo, y deben recurrir a instrumentos financieros para inmovilizar divisas. Además, hay un límite en el crédito que se otorga a los productores. Por esto, las DJVE cubrirán julio y algo de agosto, pero no mucho más”, advirtió Romano. Por su parte, el consultor y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, indicó una aceleración en las ventas primarias de soja y enfatizó la doble velocidad del mercado: “Las ventas internas se apuran por la amenaza de un regreso a las retenciones del 33%. Las exportaciones, en cambio, dependen de la dinámica de la demanda internacional”. Según el consultor, el posible aumento de retenciones en siete puntos significaría una pérdida aproximada de $40.000 por tonelada de soja para el productor, lo que genera un incentivo adicional para adelantar operaciones antes del 30 de junio. A nivel internacional, se ha observado una mejora en la demanda de aceite de soja, lo que se traduce en nuevos negocios. “La diferencia entre el aceite y la harina es que las exportaciones anotadas de esta última están avanzando con el promedio, pero se encuentran por debajo de la campaña anterior 2023/24, mientras que en el caso del aceite se mantiene la paridad”, indicó Preciado Patiño. En cuanto al maíz, los negocios de exportación siguen la misma tendencia que los promedios de los últimos años, proyectando exportaciones para toda la campaña en el rango de 36 a 38 millones de toneladas. Preciado Patiño fue más cauto en sus estimaciones y calculó que las exportaciones de granos y subproductos en junio podrían alcanzar entre US$2800 y US$3000 millones, aunque advirtió que “esto no necesariamente implica un correlato en la liquidación de dólares, debido a la discrepancia entre la anotación de las operaciones y el ingreso al MULC, así como las necesidades de divisas que tengan los exportadores para adquirir el grano”. En cuanto al futuro inmediato, persiste la incógnita de si el Gobierno restablecerá los derechos de exportación al 33% o prorrogará el régimen actual. “Todavía tengo esperanzas de que no lo hagan [retroceder las alícuotas]”, comentó D’Angelo, aunque reconoció que todo dependerá de la evolución de los indicadores macroeconómicos. En este sentido, Preciado Patiño consideró “factible” que, para el 30 de junio próximo o en la Exposición Rural de Palermo, el Gobierno anuncie la continuidad de la baja de retenciones para la soja y el maíz, “dado que esto podría afectar la liquidación, y un retorno al 33% generaría un gran malestar en el sector productivo”. Mientras tanto, el sector agropecuario se mueve rápidamente para anticiparse a una posible suba impositiva. Y el mercado, expectante, sigue de cerca cada DJVE presentada, ya que, si se confirman las proyecciones, junio podría convertirse en otro gran mes para el ingreso de divisas por exportaciones agroindustriales.
Ver noticia original
 300 x 300 px.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por