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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/06/2025 15:03
Importar autos de manera particular podría tener limitaciones. El gobierno podría limitarlas a los países de origen o definir la responsabilidad de las marcas. REUTERS/Anderson Cohelo El concepto es claro y lo ha repetido hasta el cansancio el propio ministro de Economía, Luis Caputo, en cada oportunidad que puede. Si se abre la competencia, habrá mejores precios. No es un misterio, sino una de las claves del libre comercio. Pero en la Argentina, y en el rubro de los automóviles, no es tan simple como parece. Tan sólo con cruzar la Cordillera de los Andes, Chile ofrece autos mucho más baratos, pero el motivo no es tan simple como parece. No se trata sólo de impuestos, sino también de mercado. Esa complejidad es la que está frenando dos instancias que los empresarios argentinos, fábricas e importadoras, están esperando: la reglamentación para homologar los autos más rápida y económicamente, y la llamada a la agilización del cupo de 50.000 autos híbridos y eléctricos de 2025 que ingresan al país sin pagar arancel. La demora afecta a las empresas, pero también a los particulares, que desde hace meses vienen esperando que les expliquen cómo pueden hacer para traer un auto importado por su propia cuenta, por ejemplo, desde el país trasandino. “Cuando una marca va a entrar en un mercado, lo primero que hace es estudiarlo y ver qué competencia va a tener. En el caso de una automotriz, no es lo mismo vender un auto en Argentina que en Chile, porque el mercado es completamente distinto”, explicó un empresario del sector. El puerto de Valparaíso, Chile, recibe constantemente autos importados de Asia. Al haber más competencia, hay precios subisidiados por las marcas para ese país. REUTERS/Rodrigo Garrido En Chile, al tener un sistema abierto donde sólo se paga un 3% de arancel por todo concepto para nacionalizar un vehículo, la competencia de modelos es mucho mayor que en mercados como Argentina o Brasil. Un caso similar se da con Paraguay, otro país muy abierto y sin industrialización, donde la competencia es mucho mayor por la oferta. “Es lo mismo que está pasando con los neumáticos. Los importados podrían ser más baratos aun, pero si la competencia nacional los tiene en determinado precio, quien importe le va a poner el margen mayor posible, es decir, más baratos pero sólo un poco. Esa es también otra regla del comercio, ser competitivo pero ganar lo más posible”, explicó. El gobierno pretende que los autos que ya están homologados en mercados de ‘alta vigilancia’, puedan quedar habilitados para entrar a Argentina directamente. “Pero eso habilita automáticamente a que un particular cruce la frontera y lo traiga más barato que si lo compra al importador argentino, porque Chile o Paraguay tienen mejores precios, porque la casa matriz subsidia ese precio para que pueda competir con otros productos”, dijo la misma fuente. Con esa situación tiene que lidiar el gobierno en su camino hacia mejorar la competencia para mejorar los precios. “Cuando la economía argentina sea más abierta, esa competencia va a existir y las marcas van a subsidiar también los precios para nuestro mercado, pero eso todavía no sucede”, dijo. Entre el consumidor final y las empresas Entonces, abrir ahora la homologación sería un eventual beneficio para los consumidores pero no para las empresas que traen autos, que producen localmente y exportan a otros mercados pero que también importan parte de su portafolio de modelos. O que simplemente los venden, como es el caso de los importadores oficiales, que generan fuente de empleo en Argentina, tanto con sus empresas como con la red de concesionarios de todo el país. “Si no se protege a la industria, tendremos que evaluar si tiene sentido seguir fabricando y haciendo inversiones o convertirnos en importadores, como ha ocurrido con alguna marca”, dijo un alto ejecutivo de una terminal automotriz. El gobierno quiere homologar automáticamente los autos que vengan de mercados con estándares internacionales. Pero hay países que no entrarían, como India REUTERS/Anushree Fadnavis/File Photo Cuando un fabricante nacional o un importador oficial compra un lote de autos para traer a Argentina, los paga a precio FOB. Pero cuando un particular va hacer esa misma operación, el auto lo tiene que comprar en un concesionario, con lo que estará pagando el margen de la marca y del punto de venta, y por lo tanto, el precio final puesto en Argentina termina siendo el mismo o incluso mayor al que lo hubiera pagado sin hacer la importación particular. Pero si ese auto se compra en un mercado subsidiado para competir, y tiene un precio menor, aun pagando esos márgenes de ganancia en ese país, el precio puede ser más conveniente. Esa es la situación que se daría con autos que provengan de Chile o Paraguay. Porque por esa vía, un auto de extrazona se convertiría en intrazona, y aun pagando los mismos impuestos para nacionalizarlos en Argentina, podría costar menos. Problemas con el service “Más allá del tema precios, el gobierno está demorado en la reglamentación porque no quiere cometer un error. Esos autos que podrían traerse de los países limítrofes, tienen que cargar combustible argentino y hacer los service en Argentina también. Las marcas no van a darles garantía porque son autos homologados para otros mercados que acá podrían presentar fallas. Con los modelos más accesibles quizás no sea tanto problema, con los eléctricos menos aún, pero con los híbridos de cierta tecnología quizás sí”, comentó el empresario. Hay empresas como el Grupo Antelo, que operan en Argentina, Paraguay y Uruguay. Los autos presentados recientemente con el lanzamiento de Great Wall tenían matrícula paraguaya Según pudo saber Infobae, el debate se centra en tomar uno de dos caminos. O se limita que los vehículos para que puedan importarse desde el país de fabricación y no desde otros mercados, o se permite importar a los particulares pero con una cláusula por la cual asuman la responsabilidad ante eventuales problemas técnicos. Esto es clave también para las empresas que licitaron en el cupo de 50.000 autos híbridos y eléctricos que no pagarán arancel, porque muchas de ellas todavía esperan para homologar sus modelos que tienen que llegar a Argentina este año, y como se sabe, entre producción y viaje en barco, pueden demorar varios meses. El problema es que hay varias empresas, como por ejemplo el grupo Antelo, que importan desde China para vender en Argentina, Paraguay y Uruguay. Una limitación de este tipo impediría que tengan un flujo de vehículos para los tres mercados. “Pronto debería comunicarse la decisión porque hay que habilitar la homologación de los autos de la primera licitación del cupo que ya fueron asignados que tienen que entrar a Argentina antes del 31 de enero de 2026, y también hacer la segunda llamada. La fecha estimada es mediados de junio. El expediente fue y vino varias veces entre las distintas áreas involucradas”, reconocieron fuentes del gobierno.
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